?Y a m¨ª qu¨¦ se me ha perdido en Cuenca?
54.000 habitantes y 15 focos culturales: la primera capital en Espa?a en cultura per capita. Su ¨²ltimo hito: la Colecci¨®n Polo de Arte Contempor¨¢neo
?Y a m¨ª qu¨¦ se me ha perdido en Cuenca?
La frasecita de marras, antieslogan perfecto para una hipot¨¦tica campa?a tur¨ªstica, se la solt¨® durante una cena en Madrid el pintor hispano-filipino Fernando Z¨®bel a su amigo y colega Gustavo Torner, que era entonces y sigue siendo hoy, a sus 95 a?os¡, de Cuenca. Los dos miembros de lo que a la postre ser¨ªa el grupo El Paso se hab¨ªan conocido en 1962 en Venecia y aquel encuentro iba a cambiar, sin que lo sospecharan, la historia de una ciudad y la vida de un pa¨ªs, al menos en lo cultural. Z¨®bel, un artista de familia bien formado en Harvard y que hab¨ªa llegado a Espa?a en 1955, buscaba un lugar donde instalar su colecci¨®n personal de arte abstracto espa?ol. Parec¨ªa inclinado a hacerlo en Toledo. Pero cuatro a?os m¨¢s tarde, en 1966, ¨¦l y Torner fundaron, con la colaboraci¨®n de otro pintor, Gerardo Rueda, uno de los museos m¨¢s deliciosos e improbables del mundo: el Museo de Arte Abstracto Espa?ol, gestionado por la Fundaci¨®n Juan March, incrustado en las Casas Colgadas y asomado literalmente a los precipicios de la hoz del Hu¨¦car.
Al visitante le entra la tentaci¨®n de pensar que, en esta ciudad castellano-manchega, el surrealismo ha tomado el relevo de la abstracci¨®n. En Cuenca pueden verse dinosaurios jorobados, m¨¢quinas del tiempo, iglesias renacentistas o medievales tomadas por obras rabiosamente contempor¨¢neas, templos desacralizados ganados para el arte tras sucesivas batallas perdidas por la religi¨®n frente a la cultura, rascacielos de origen medieval con 4 pisos por un lado y 10 por el otro, ojos gigantes pintados en la monta?a ¡ªlos Ojos de la Mora¡ª, buitres que te miran y te sobrevuelan de cerca, pasadizos inquietantes¡ Y todo entre los aromas del zarajo y el morteruelo y el dulz¨®n trasiego del resol¨ª. Una ciudad serena pero excesiva, entre el fragor del turismo cultural tras los pasos de los locos abstractos y el silencio antiguo del puente de San Pablo a medianoche.
Cuenca son dos Cuencas. Abajo, la nueva, una ciudad-tipo entre tantas ciudades medias de Espa?a. Arriba, la vieja, el Casco, la parte antigua aupada en los riscos donde hace 1.236 a?os fue edificada por los ¨¢rabes la alcazaba de Qunka, el germen de todo. A menudo se dan la espalda: la Cuenca prosaica y real del d¨ªa a d¨ªa frente a la ciudad rom¨¢ntica, tur¨ªstica y extravagante de la parte alta. Pero hace tiempo que el motor econ¨®mico de la ciudad es el mismo: el turismo. Y tambi¨¦n hace tiempo que esa fuente de ingresos indispensable se cimenta en gran medida en una palabra: museos. Estamos en la ciudad espa?ola con m¨¢s infraestructura muse¨ªstica por habitante, hasta 15 para un censo de en torno a 54.000 almas, si se incluyen los extraordinarios yacimientos romanos cercanos a la capital.
El fil¨®n es inagotable: Museo de Arte Abstracto, Fundaci¨®n y Colecci¨®n Antonio P¨¦rez, Casa Zavala, Museo de Cuenca, Museo Diocesano y del Tesoro de la Catedral, Museo de la Semana Santa, Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, Museo Paleontol¨®gico, Espacio Torner, Museo de Electrograf¨ªa, yacimientos de Noheda, Seg¨®briga, Erc¨¢vica y Valeria¡, a los que se suma una reci¨¦n llegada: la Colecci¨®n Roberto Polo-Centro de Arte Moderno y Contempor¨¢neo de Castilla-La Mancha en la antigua iglesia renacentista de Santa Cruz, a punto de ser inaugurada. Es la segunda sede que albergar¨¢ el importante legado de obras de arte desde mediados del siglo XIX hasta hoy propiedad del coleccionista cubano-estadounidense Roberto Polo, tras la inauguraci¨®n de la primera en marzo de 2019 en Toledo. Adem¨¢s de pinturas de Degas, Delacroix y Picasso, la colecci¨®n reci¨¦n instalada en Cuenca exhibe obras de artistas del Modernismo europeo pr¨¢cticamente ausentes de los museos espa?oles. ¡°La abstracci¨®n geom¨¦trica en Espa?a arranca en 1959, cuando Fernando Z¨®bel agrup¨® a su alrededor a una serie de pintores cuya obra se puede ver en el Museo de Arte Abstracto. Ser¨¢ muy interesante ahora poder ver, en la misma ciudad y muy cerca de ese museo, lo que ocurr¨ªa fuera de Espa?a, en Europa, en aquellos mismos a?os¡±, explica Roberto Polo.
El turismo dej¨® el a?o pasado en las arcas de la ciudad 42 millones de euros. En su despacho, colgado de la hoz del J¨²car, el alcalde de Cuenca, el socialista Dar¨ªo Dolz, detalla la apuesta por la cultura como motor de desarrollo econ¨®mico: ¡°Esta ciudad tiene un cimiento cultural muy importante, hemos sido vanguardia art¨ªstica desde hace muchos a?os y queremos seguir en esa l¨ªnea¡±. Para paliar en lo posible el efecto darse la espalda que puede ocurrir entre la parte nueva de la ciudad y lo que los conquenses llaman popularmente el Casco hay dos proyectos en marcha: uno es la recuperaci¨®n de los antiguos almacenes municipales para destinarlos a talleres de arte y espacios expositivos, y el otro, la negociaci¨®n con Adif para la cesi¨®n de sus antiguos hangares ferroviarios para uso cultural. ¡°Existe, en efecto, ese peligro de que las dos partes se den la espalda, as¨ª que hay que vertebrar esa masa patrimonial de la ciudad antigua con la nueva, para que haya un tr¨¢nsito cultural, y en ello estamos¡±, admite Dar¨ªo Dolz.
Dos ins¨®litas manifestaciones marcaron en el pasado reciente la intensiva impronta cultural de Cuenca y giraron de nuevo hacia ella los ojos del mundo del arte: una tuvo lugar en 2016, cuando el artista disidente chino Ai Weiwei ¡ªuna de las grandes estrellas actuales del mercado¡ª instal¨® en la catedral de Santa Mar¨ªa y San Juli¨¢n su exposici¨®n La po¨¦tica de la libertad, en la que evocaba su detenci¨®n y encarcelamiento en 2011 por parte del r¨¦gimen de Pek¨ªn. La segunda cita lleg¨® en 2018, cuando 16 obras del videoartista estadounidense Bill Viola fueron desplegadas en cuatro emplazamientos del casco antiguo: la Escuela de Arte Cruz Novillo, el Museo de Arte Abstracto y las iglesias de San Miguel y San Andr¨¦s. La exposici¨®n V¨ªa m¨ªstica simboliz¨® esa comuni¨®n perfecta entre modernidad y tradici¨®n que define a esta ciudad.
Sin embargo, el compositor y cantante conquense Jos¨¦ Luis Perales, aun convencido de ese potencial, se muestra cauto. Nacido hace 75 a?os en Castej¨®n, a 48 kil¨®metros de la capital, ¡°en la Alcarria m¨¢s pobre, esa de la que siempre se olvidan todos los pol¨ªticos¡±, es hijo adoptivo de Cuenca y el auditorio de la ciudad lleva su nombre. ¡°Cuenca es una ciudad m¨¢gica que no tiene, pese a la cercan¨ªa de Madrid con el AVE, toda la presencia que deber¨ªa¡±, se lamenta desde el otro lado del tel¨¦fono. ¡°Despu¨¦s de aquellos a?os de explosi¨®n art¨ªstica con el grupo de pintores de El Paso, los locos les llamaban, y con la fundaci¨®n del Museo de Arte Abstracto, Cuenca se fue apagando. Pero yo creo que ahora est¨¢ despertando de nuevo, y que haya cada vez m¨¢s museos puede ayudar. Sin embargo, a m¨ª me gustar¨ªa pensar que todos los conquenses los han visitado alguna vez¡, pero tengo mis dudas de que sea as¨ª¡±.
Tambi¨¦n opone sus peros Santiago Langreo, director del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha con su planetario y del Museo Paleontol¨®gico con sus r¨¦plicas gigantes de dinosaurios, incluido Concavenator corcovatus, alias Pepito, ¡°el ¨²nico dinosaurio jorobado del mundo¡±, seg¨²n Marta, la amable gu¨ªa del museo. Entre ambos centros registraron 150.000 visitantes en 2019. Ante la gran bola del planetario ¡ªque forma parte del inigualable skyline de Cuenca coronando los rascacielos del barrio de San Miguel¡ª, Langreo alude a los problemas de accesibilidad de la ciudad y habla de un viejo proyecto que retumba en los mentideros de Cuenca desde los a?os sesenta, pero que nunca pas¨® de controversia de humo: el de un telef¨¦rico que una la ciudad nueva con el casco antiguo cruzando la hoz del Hu¨¦car. El riesgo de impacto medioambiental en una ciudad que es patrimonio mundial de la Unesco desde 1996 ha obrado siempre en contra del proyecto, que Santiago Langreo considera ¡°viable y deseable, porque con eso de que nunca se puede tocar nada corremos el riesgo de quedarnos con una ciudad-escaparate. Las ciudades tienen que estar vivas. Claro que hay que cuidar el patrimonio, pero tambi¨¦n hay que trabajar para que las nuevas generaciones vivan de ello¡±.
Los problemas de accesibilidad emanan de la propia fisonom¨ªa urbana de la ciudad. Ignacio, veterano taxista conquense, no se muerde la lengua al respecto: ¡°Es vergonzoso que un turista se siente en una terraza de la plaza Mayor y le est¨¦n pasando los coches al lado. Pero ning¨²n alcalde tiene un par de huevos para peatonalizarlo todo. Con un buen servicio de microbuses entre la ciudad nueva y el Casco, esto estaba arreglado, pero¡¡±. Le responde el aludido: el alcalde Dar¨ªo Dolz se confiesa 100% partidario de llevar a cabo ese plan de peatonalizaci¨®n del casco antiguo. ¡°En verano hicimos ensayos, cortando el tr¨¢fico y poniendo en marcha lanzaderas entre la parte baja y la parte alta de Cuenca, y funcion¨®¡±, explica. Otro de los proyectos de mejora en los accesos, este s¨ª ya en marcha, es la instalaci¨®n de varios tramos de escaleras mec¨¢nicas camufladas que unan la Cuenca nueva con el Casco.
A la sombra de la catedral se encuentra la Posada de San Jos¨¦, un edificio del siglo XVII, antigua residencia para ni?os del coro catedralicio y hoy uno de los emblemas de la hosteler¨ªa local. Su restaurante y sus 31 habitaciones ancladas en el tiempo, algunas con terrazas de v¨¦rtigo sobre la misma hoz, registran alt¨ªsimos niveles de demanda, como explican Pablo Cortinas y su esposa, Mar¨ªa Beltr¨¢n, que gestionan el hotel.
Sus propietarios, la brit¨¢nico-canadiense Jennifer Morter y el conquense Antonio Cortinas, lo alquilaron en 1983 y acabaron comprando el edificio en 1992. Pese al ¨¦xito, Jennifer Morter y Pablo Cortinas son conscientes de los problemas, m¨¢s all¨¢ del feroz impacto de la covid: ¡°El casco antiguo de Cuenca se est¨¢ quedando sin vecinos. Al no haber vecinos y vaciarse casas, se habilitan apartamentos tur¨ªsticos sin parar, con lo cual deja de haber servicios e infraestructuras; aqu¨ª, en el Casco, estamos a¨²n sin fibra ¨®ptica por incre¨ªble que parezca¡; empeora el transporte urbano, desaparece el peque?o comercio¡±.
La bruma y una fina y persistente lluvia sumadas a la soledad de un jueves cualquiera de covid-19 hacen de la parte antigua de Cuenca el irreal decorado de una pel¨ªcula. Un poco m¨¢s arriba de la Posada de San Jos¨¦ se encuentra la Fundaci¨®n Antonio P¨¦rez, un antiguo convento que alberga desde hace 22 a?os la colecci¨®n personal de arte abstracto y de objetos encontrados y reciclados de Antonio P¨¦rez (Sig¨¹enza, 1934). Este personaje clave en el devenir art¨ªstico de la ciudad lleg¨® a Cuenca hace 60 a?os y pronto se hizo ¨ªntimo amigo de los Saura, Z¨®bel, Torner, Rueda, Millares¡ ¡°Bueno, tambi¨¦n conoc¨ª a escritores que empezaron a venir mucho por aqu¨ª, como Carlos Fuentes, Alejo Carpentier y Cabrera Infante. Yo era amigo de todos los artistas¡ ?Bueno, no hay m¨¢s que ver estas paredes!, porque yo no compraba nada, ?eh?, a m¨ª me regalaban las obras¡±, cuenta el coleccionista.
Nos hemos citado en el Museo de Arte Abstracto, la joya muse¨ªstica de Cuenca. Antonio Garrote entr¨® aqu¨ª de botones con 11 a?os y trabaj¨® durante 53 en el museo, hasta que se jubil¨® en 2019. Nadie como ¨¦l conoce la vida entre estas paredes. Entre pinturas de Saura, de Z¨®bel, de Millares, de Canogar, de Guerrero, y entre esculturas de Oteiza, Chirino y Chillida recuerda c¨®mo sus padres alojaron en su casa del casco antiguo a los pintores que llegaban a Cuenca sin un lugar donde vivir, entre ellos el propio Fernando Z¨®bel, fundador del museo, y Manolo Millares. ¡°Cuando Z¨®bel tom¨® la decisi¨®n de que la gesti¨®n pasara a la Fundaci¨®n March, en Cuenca hubo voces discordantes. Que por qu¨¦ no pasaba al Ayuntamiento o a la Diputaci¨®n¡, y Z¨®bel dec¨ªa: ¡®Dejadme a m¨ª, que yo s¨¦ lo que hago¡¯. ?l no quer¨ªa que esto estuviera en manos de pol¨ªticos¡±.
Pero nada de todo aquello habr¨ªa sido posible sin la aprobaci¨®n y sin el apoyo del entonces alcalde franquista de Cuenca, Rodrigo Lozano de la Fuente, que, dotado de un poco de sensibilidad cultural y un mucho de visi¨®n de futuro, permiti¨® que la aventura de unos locos bohemios que pintaban manchones acabara convertida en uno de los museos m¨¢s atractivos del mundo. Z¨®bel, cuyos cuadernos originales de apuntes sobre el r¨ªo J¨²car nos muestra con pasi¨®n Celina Quintas, coordinadora del museo, naci¨® en Filipinas, pero fue un conquense de pro. Muri¨® en Roma en 1984 pero est¨¢ enterrado por expreso deseo suyo en el min¨²sculo cementerio de San Isidro, asomado a la Hoz del J¨²car, a pocos pasos de su viejo amigo Antonio Saura.
Por desgracia, no todo parecen buenas noticias en lo que tiene que ver con Cuenca y su relaci¨®n con el patrimonio cultural. Uno de los edificios llamados a ser emblema de modernidad en la ciudad, el Bosque de Acero de Rafael Moneo, sigue en desuso y en un lamentable estado de conservaci¨®n 10 a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n. Esta macroestructura de acero y vidrio con formas arb¨®reas situada en el recinto ferial tuvo un coste de 7,7 millones de euros, pero ninguna corporaci¨®n municipal ha sido capaz, hasta la fecha, de recuperar este inmenso barco varado a orillas del r¨ªo J¨²car.
Para olvidar semejante desastre, cogemos el coche y nos acercamos a una pedan¨ªa a 18 kil¨®metros de la capital. En medio de la Alcarria conquense surge el yacimiento de la villa romana de Noheda. Aqu¨ª instal¨® su mansi¨®n un hiperpotentado patricio romano hacia el siglo IV d. de C. En ella se encontr¨® uno de los mayores mosaicos del Imperio Romano. Miguel ?ngel Valero, doctor en Arqueolog¨ªa y profesor de Historia Antigua en la Universidad de Castilla-La Mancha adem¨¢s de concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cuenca y diputado de Cultura en la Diputaci¨®n, es el responsable de este yacimiento descubierto por los propietarios de la finca en 1983, pero que durante lustros permaneci¨® anclado en el silencio por culpa de disputas familiares. En 2019 el yacimiento fue abierto al p¨²blico. ¡°Solo hemos excavado un 4% de la superficie total que nos muestra el georradar, unos 4.200 metros cuadrados. Se ha encontrado parte del sal¨®n de recepciones, uno de los mayores de todo el Imperio, con 850 metros cuadrados, y el triclinium, el comedor de la casa, donde se hall¨® el inmenso mosaico figurativo de Noheda¡±, explica. Desde su apertura al p¨²blico, en junio de 2019, y hasta diciembre, m¨¢s de 16.000 visitantes pasaron por Noheda.
?Y a m¨ª que se me ha perdido en Cuenca? Como dijo un tal Bob Dylan, la respuesta est¨¢ en el viento...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Turismo cultural
- Turismo ciudad
- Museo Arte Abstracto Espa?ol
- Fundaci¨®n Juan March
- Casas Colgadas
- BIC
- Casco Antiguo Cuenca
- Cuenca
- Destinos tur¨ªsticos
- Museos privados
- Bienes culturales
- Castilla-La Mancha
- Museos
- Patrimonio de la Humanidad
- Instituciones culturales
- Patrimonio cultural
- Espacios art¨ªsticos
- Turismo
- Espa?a
- Cultura
- Arte