Rafa nadal, el tenista inimaginable
Hablamos de un deportista de otra pasta. ?nico. ?Por qu¨¦? Porque para Nadal no existen l¨ªmites, o al menos no aquellos que circunscriben a la inmensa mayor¨ªa de los deportistas de ¨¦lite
Perm¨ªtanme la licencia: Rafa Nadal no es normal. No lo es, deportivamente hablando.
A lo largo de los m¨¢s de 25 a?os que llevo en el circuito he coincidido con miles de tenistas, pero nunca he visto a nadie, ni un solo jugador o jugadora, que haga lo que ¨¦l sigue haciendo a los 34 a?os. Hablamos de un deportista de otra pasta. ?nico. ?Por qu¨¦? Porque para Nadal no existen l¨ªmites, o al menos no aquellos que circunscriben a la inmensa mayor¨ªa de los deportistas de ¨¦lite. Desde hace tiempo, Rafa traspasa todas las fronteras imaginables y hasta inimaginables, las que no alcanzan la raz¨®n ni la l¨®gica.
Recientemente, durante la grabaci¨®n de un podcast para Eurosport, charlaba con Mats Wilander e Ivan Lendl (dos gigantes) y les entraba la risa floja mientras comentaban la ¨²ltima haza?a de Rafa en Par¨ªs. ¡°Son 13 Roland Garros. ?13! Es de locos¡¡±. Y yo, a?o tras a?o sigo reafirm¨¢ndolo: no es humano lo que ¨¦l aguanta en la pista. No es normal. Puede estar cansado, m¨¢s o menos lento o acertado, pero jam¨¢s podremos decir que se haya dejado ir en un solo partido. ?Cu¨¢ntos deportistas pueden presumir de algo as¨ª? Gracias a lo que le inculc¨® su t¨ªo Toni, ¨¦l es capaz de contener las emociones hasta tal extremo que est¨¢ en otra dimensi¨®n. Ni mejor ni peor, pero s¨ª distinta, porque nadie acepta la adversidad mejor que ¨¦l.
Me cuesta pensar en alguien que se desempe?e en el d¨ªa a d¨ªa con esa intensidad tan brutal, prolongando ese esfuerzo durante tanto tiempo. Basta con presenciar un entrenamiento en Manacor, o un simple calentamiento antes de un partido. Tengo la sensaci¨®n de que su energ¨ªa es inagotable y no dejo de repetirme: ?Hasta cu¨¢ndo ser¨¢ capaz de¡? La respuesta es sencilla: hasta que le dure la ilusi¨®n, ni un d¨ªa m¨¢s ni uno menos. Mientras tanto, ¨¦l lo asume todo con absoluta naturalidad y buena disposici¨®n siempre. Nunca negar¨¢ un aut¨®grafo ni un saludo en un restaurante. Lo he visto aqu¨ª o all¨¢, en China o en Par¨ªs, en cualquier rinc¨®n. No solo es Espa?a, el impacto es mundial.
Como tenista ha sabido absorber y evolucionar, ser cada vez mejor jugador. Su desgaste f¨ªsico es menor, su peloteo es m¨¢s agresivo, su saque y su rev¨¦s han crecido exponencialmente. Me sigue maravillando c¨®mo es capaz de aprender. Hace tiempo se dio cuenta de que ten¨ªa que buscar soluciones para su juego, y ha ido incorpor¨¢ndolas hasta alcanzar en este extra?o curso los 20 grandes de Roger Federer. Y ojo, lo hizo con riesgo, renunciando a la opci¨®n que le ofrec¨ªa Nueva York y apost¨¢ndolo todo a una carta: la de Par¨ªs. ?Touch¨¦!
Nunca mira hacia atr¨¢s, no se recrea en sus trofeos. La ambici¨®n sigue en ¨®rbita. Preg¨²ntenselo a Wilander o Lendl; esa risa tonta lo dice todo. Nos queda Nadal para rato. Disfrut¨¦moslo.
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