A la desconocida Mar¨ªa Blanchard
?La pintora m¨¢s enigm¨¢tica? Yo deseo que dejes de serlo y que se te reconozca como la artista m¨¢s importante de nuestro pa¨ªs
Son mayor¨ªa los que no saben ni qui¨¦n eres, ni lo que lograste como artista. Esa situaci¨®n me llev¨® a contar tu historia en Como una sombra. Compa?eros tuyos como Chagal, Modigliani, Gris o Picasso elogiaron tu obra; cr¨ªticos como Andr¨¦ Lhote dijeron que fuiste la autora de los cuadros m¨¢s bellos del cubismo, y una figura esencial de ese movimiento que desarrollaste, mano a mano, con tu amigo Juan Gris. Tanto es as¨ª que despu¨¦s cuadros tuyos se los atribuyeron a ¨¦l, al parecer porque se cotizaban mejor con su firma. Hay que recordar que incluso el gran Picasso copi¨® algunos de tus trabajos.
?Por qu¨¦ fuiste olvidada y se te margin¨® en museos y en los libros de historia? No es f¨¢cil dar con la respuesta. ?Misoginia? ?Por considerar que una mujer no ten¨ªa capacidad para aportar nada relevante en la creaci¨®n art¨ªstica? Bien sabes que Espa?a es un territorio algo hostil para sus genios. Lo sufriste cuando Ram¨®n G¨®mez de la Serna te organiz¨® en 1915 una exposici¨®n en Madrid, entonces te insultaron y dijeron que pintabas payasadas. El p¨²blico no estaba preparado para contemplar tus cuadros cubistas, lo contrario de lo que ocurr¨ªa en Par¨ªs, la ciudad que te acogi¨® y vener¨®. Aqu¨ª, en tu tierra, transcurri¨® casi un siglo para que el Museo Nacional de arte del siglo XX y contempor¨¢neo te dedicase una muestra monogr¨¢fica. Para tu tranquilidad te dir¨¦ que en una ocasi¨®n asist¨ª en ese museo a la grabaci¨®n de una entrevista delante de un cuadro de Picasso que se conoce como Guernica. Unos adolescentes, quiz¨¢ impresionados por las c¨¢maras y los focos, preguntaron a sus profesores qui¨¦n era Picasso, si el periodista o el entrevistado. La ignorancia y el desamor por la cultura es en nuestro pa¨ªs algo end¨¦mico, aunque Picasso ha tenido m¨¢s suerte que t¨², ya te lo dec¨ªa ¨¦l: ¡°Mar¨ªa, te falta sentido comercial¡±.
Ahora te comparan con una pintora que se llama Frida Kahlo. Ella fue la siguiente mujer de tu amigo y confidente Diego Rivera, con ¨¦l compartiste casa y estudio durante 13 a?os, pero un buen d¨ªa regres¨® a M¨¦xico abandonando a su primera mujer, Angelina Beloff. Frida Kahlo tambi¨¦n era pintora y se os vincula por las dolencias f¨ªsicas que sufristeis. Ella es todo un s¨ªmbolo y ha obtenido un reconocimiento que a ti no se te ha concedido a pesar de que tu obra es mucho m¨¢s completa y que tu contribuci¨®n como renovadora del arte es indiscutible.
Federico Garc¨ªa Lorca te dedic¨® poco despu¨¦s de que nos dejaras una hermosa eleg¨ªa en la que subrayaba que tu vida fue dura, ¨¢spera, pero que fuiste todo lo contrario a pesar de las dificultades, dulce y generosa. Luego, G¨®mez de la Serna afirm¨® que has sido la pintora m¨¢s grande de Espa?a y la m¨¢s enigm¨¢tica. ?Enigm¨¢tica? Yo deseo que dejes de serlo y que se te reconozca como la artista m¨¢s importante de nuestro pa¨ªs.
Baltasar Magro es autor de Mar¨ªa Blanchard. Como una sombra (Alianza Editorial).
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