El perro Bunny contesta a sus 5,3 millones de seguidores en Tik Tok

?Cree que su perro intenta decirle algo? ?Fantasea con la idea de que su mascota le dedique unas palabras de cari?o, odio o resentimiento? Si su respuesta es afirmativa, debe saber que entre las cosas curiosas que nos deja 2020 est¨¢ un estudio ¡ª?abierto en marzo, pero que a¨²n recluta participantes¡ª que investiga si las mascotas pueden comunicarse con palabras. M¨¢s de 1.000 perros, 50 gatos y varios caballos est¨¢n enrolados en el proyecto They Can Talk, un estudio psicoling¨¹¨ªstico dirigido por el doctor Federico Rossano, director del Laboratorio de Ciencia Cognitiva Comparativa de la Universidad de California en San Diego. La investigaci¨®n intenta dilucidar si cualquier animal que comparta sof¨¢ y manta con un humano puede aprender su idioma.

La historia empez¨® en 2018 cuando la logopeda Christina Hunger empez¨® a publicar en Instagram los avances ling¨¹¨ªsticos de su perra Stella. Hunger, que trabaja con ni?os peque?os, observ¨® algunas similitudes entre su modo de aprender y el de Stella, que entonces era un cachorro. Siguiendo el m¨¦todo de la comunicaci¨®n alternativa y aumentativa, cre¨® un tablero de botones, cada uno programado con el sonido de una palabra, y empez¨® a subir v¨ªdeos de Stella usando algunas palabras (en realidad, su perra presionaba con una pata el bot¨®n que emit¨ªa el sonido deseado). Su due?a afirma que Stella domina 29 palabras y puede formar frases. La tecla outside (fuera), su preferida, ha tenido que ser reemplazada despu¨¦s de dos a?os de uso intensivo.

Stella es una estrella de Instagram con 795.000 seguidores. Hasta su cuenta (@HungerforWords) lleg¨® en 2019 Leo Trottier, colaborador del doctor Rossano y con muchos a?os monitorizando el comportamiento de los animales. En marzo ambos comenzaron el ensayo con 50 profesores, logopedas y entrenadores de mascotas, que deb¨ªan probar en sus animales un tablero similar al creado por Hunger, grabar las interacciones y buscar si hab¨ªa un patr¨®n de aprendizaje.

Entre los primeros voluntarios estuvo Bunny, cruce de caniche con pastor ingl¨¦s y a hoy en d¨ªa celebrity de TikTok con 5,3 millones de seguidores en una cuenta creada en mayo (@What_about_Bunny). Cuando cae la tarde y Bunny quiere dar un paseo, presiona las palabras now (ahora), afternoon (tarde) y walk (paseo). Si escucha el sonido de las olas de la playa que tiene frente a casa, pone las patas encima de las teclas water (agua) y sound (sonido). En la ¨²ltima publicaci¨®n muestra pasi¨®n por su due?o y le dice Love you (te quiero), dad (pap¨¢), come (ven), play (jugar) y ball (pelota).

Hay mucha gente entusiasmada, pero tambi¨¦n muchas cr¨ªticas y burlas a estas cuentas cuyos v¨ªdeos parecen estar demasiado editados para ser verdad. No pocos ven un sesgo de confirmaci¨®n que se sustenta en el deseo de los hombres de atribuir a sus mascotas intereses y necesidades humanas. Para minimizar el riesgo de que los due?os confundan la realidad con el deseo, el equipo del doctor Rossano los llama cada d¨ªa para comprobar que los datos enviados son ¡°sistem¨¢ticos, objetivos y fiables¡± y que los participantes no est¨¢n siendo sobornados con comida para comunicarse a trav¨¦s del teclado. ¡°Lo que quiero es que las mascotas pasen m¨¢s tiempo con sus due?os, que aprendan o no a usar el tablero es, de verdad, secundario¡±, dijo el doctor a The Guardian. Si este tambi¨¦n es su deseo, las inscripciones siguen abiertas y tal vez su perro le sorprenda.