El despegue del aeropuerto digital
Centros de ocio, rob¨®tica en el equipaje, 'big data', biometr¨ªa: la tecnolog¨ªa cambia el sentido de volar
Las dos ¨²ltimas d¨¦cadas han sido turbulentas para la industria de la aviaci¨®n. Los ataques terroristas, el crack financiero de 2008, y esta especie de plaga neob¨ªblica llamada covid-19, que reverbera los ecos transatl¨¢nticos de la Gran Depresi¨®n de 1929 o la hiperinflaci¨®n en la ¨¦poca de la Rep¨²blica de Weimar (1921-1923), han colocado al sector con vientos de cola en su rumbo hacia el futuro. Sin embargo, el virus pasar¨¢ y el mundo seguir¨¢ rotando. El ser humano es una especie viajera. Estos d¨ªas piensa c¨®mo habitar Marte. M¨¢s cerca. En esta aldea de agua, tierra y aire, la Asociaci¨®n de Transporte A¨¦reo Internacional (IATA, por sus siglas inglesas) prev¨¦ que en 2035 se duplicar¨¢ la demanda mundial del tr¨¢fico de pasajeros. El hombre viajar¨¢ de otra manera. Los paralelos y meridianos est¨¢n surcados por la digitalizaci¨®n y la tecnolog¨ªa mejorar¨¢ el vuelo.
En los pr¨®ximos a?os, el cambio nos acercar¨¢ a la ciencia y tambi¨¦n recordar¨¢ a la ficci¨®n. "Tecnolog¨ªa biom¨¦trica, etiquetas inteligentes para los equipajes, identidades digitales de los pasajeros, y veh¨ªculos y robots conectados y aut¨®nomos dibujar¨¢n el paisaje habitual de los nuevos aeropuertos", desgrana Sara Fern¨¢ndez, manager de Infraestructuras y Transporte de KPMG Espa?a. Habr¨¢ maletas que "caminar¨¢n" dos metros por delante del viajero o vendr¨¢n (como sucede en algunos aeropuertos) a recogerlas a casa. Es un ejemplo de un espacio nuevo. Ya no ser¨¢n lugares de paso. Arquitecturas donde la mayor¨ªa de las veces dan ganas de escapar. Colas en la facturaci¨®n, colas en el embarque, colas en el control de identificaci¨®n. Eso que los expertos llaman "experiencia de usuario" es un fiasco. Cambiar¨¢. Est¨¢ cambiando. La ingenier¨ªa Arup ha instalado para la aerol¨ªnea JetBlue en el aeropuerto JFK de Nueva York un "vest¨ªbulo sin colas": un sistema de autogesti¨®n de la entrega del equipaje. Y la terminal de Schiphol (?msterdam), por ejemplo, cuenta con un mecanismo de manipulaci¨®n rob¨®tica de las maletas. Al tiempo, los veh¨ªculos aut¨®nomos recoger¨¢n la nieve, detectar¨¢n escombros, limpiar¨¢n las aeronaves y viajar resultar¨¢ m¨¢s seguro. "Los aeropuertos se convertir¨¢n (muchos ya lo han hecho) en hubs de comunicaci¨®n intermodal con centros de ocio, peque?as ciudades donde comer, comprar, ir a la peluquer¨ªa e incluso practicar deporte", narra Miguel Pazos, director de Negocio Digital en Siemens Logistics. Gran parte de los ingresos proceder¨¢n de ah¨ª y se llegar¨¢ a trav¨¦s de taxis a¨¦reos o en el tren de alta velocidad Hyperloop. Y el ser humano recuperar¨¢ su lugar sobre la Tierra. Hominem viatorem. Hombre viajero.
Despega desde el aeropuerto digital el "hombre viajero", lo har¨¢ en aviones construidos con materiales m¨¢s ligeros, m¨¢s sostenibles, m¨¢s r¨¢pidos, impulsados por hidr¨®geno, electricidad o placas solares; y adi¨®s a la configuraci¨®n de las aeronaves como "latas de sardinas". ?Recuerdan que varios fabricantes patentaron sistemas para viajar de pie y sin ventanas? Algunas cosas se van; y otras, llegan. "La biometr¨ªa resultar¨¢ esencial para identificar y ubicar los pasajeros y todo se har¨¢ sin contacto f¨ªsico, de un modo m¨¢s sencillo, m¨¢s r¨¢pido y c¨®modo", resume Patricia Fern¨¢ndez Reid, Aviation Business Leader en Arup Espa?a. Sensores, billetes en el m¨®vil, toma de temperatura y aplicaciones disolver¨¢n casi todas las esperas. "El tr¨¢fico va a volver. Los dise?os de los aeropuertos ser¨¢n m¨¢s flexibles y modulares y el software te permite an¨¢lisis complejos para afinar en la fase de creaci¨®n", defiende la experta.
Hablamos de una revoluci¨®n?
Al fondo, tomando tierra y partiendo constantemente, el cribado masivo de datos. El big data. La informaci¨®n recopilada durante a?os de operaciones y mantenimiento predecir¨¢ ¡ªaventura Miguel Pazos¡ª problemas futuros que puedan afectar a los usuarios. El mundo cuenta con tecnolog¨ªas, como el "gemelo digital", que permiten crear escenarios virtuales y anticiparse a la climatolog¨ªa extrema. De hecho, Siemens tiene un sistema denominado Baggage 360 que ofrece al pasajero una trazabilidad precisa de su equipaje. No es la ¨²nica innovaci¨®n que pide pista. Minsait (filial de Indra) ha desarrollado una soluci¨®n que realiza la facturaci¨®n de manera "limpia y segura" en el destino. "?No lo sabes? / Hablamos de una revoluci¨®n". Son los versos de la cantante Tracy Chapman. "Maletas con conectividad, asistentes virtuales, realidad aumentada y robots", condensa Adri¨¢n Larripa, profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Y a?ade: "Tecnolog¨ªas que har¨¢n menos estresante la experiencia de volar, y ah¨ª tiene mucho que decir el Internet de la Cosas o el 5G". Se impondr¨¢ el reconocimiento facial y biom¨¦trico como f¨®rmula para acceder al control de documentaci¨®n, facturar u organizar el embarque y la salida r¨¢pidamente. Porque las aerol¨ªneas ganan dinero solo cuando tienen los aviones en el aire. El coste ser¨¢ la privacidad y el empleo.
La automatizaci¨®n contrata a pocas personas. No habr¨¢ hileras de mostradores de facturaci¨®n. Solo un par de personas guiar¨¢n a quienes tienen dudas con las m¨¢quinas. En algunas rutinas ser¨¢ regresar a los a?os cincuenta del siglo pasado. "Por ejemplo, las maletas se subir¨¢n antes al avi¨®n y quiz¨¢ se organicen fuera del propio aeropuerto", reflexiona Esteve Almirall, profesor del Departamento de Operaciones, Innovaci¨®n y Datas Sciences en Esade. Y la infraestructura es m¨ªnima. Ser¨¢n innecesarias grandes reformas de los espacios "Esencialmente, basta con una c¨¢mara para el reconocimiento de los pasajeros y un software que las compa?¨ªas tendr¨¢n en la nube", apunta el docente. Esa vuelta a los a?os 50 recuerda que en aquellos d¨ªas solo volaban los pudientes. En los que llegan... ?tambi¨¦n? "La implantaci¨®n de las soluciones tecnol¨®gicas aumentar¨¢ la polarizaci¨®n entre el lujo y el no lujo. Estos servicios no ser¨¢n para todo el mundo", zanja Esteve Almirall. La inequidad viaja por las nubes.
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