Con motivo del 40? aniversario del intento del golpe de Estado, mostramos una selecci¨®n de fotograf¨ªas de aquella prueba de fuego que la naciente democracia espa?ola super¨® con ¨¦xito.
Adolfo Su¨¢rez, detr¨¢s de Leopoldo Calvo Sotelo, al inicio de la segunda votaci¨®n de la sesi¨®n de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, como presidente de Gobierno en el Congreso de los Diputados, el 18 de febrero de 1981. Su¨¢rez hab¨ªa dimitido el 29 de enero, en medio de una gran crisis pol¨ªtica y econ¨®mica. La sopa de letras del terror (ETA, GRAPO, FRAP,) hab¨ªa convertido 1980 en el a?o con m¨¢s v¨ªctimas (395 atentados y 132 muertos), la legalizaci¨®n del PCE (que no hab¨ªa sentado nada bien a los militares), adem¨¢s de la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica (un alto desempleo, la devaluaci¨®n de la peseta, una gran conflictividad laboral) y la inseguridad ciudadana hac¨ªan que el ¡®ruido de sables¡¯ (como se denominaba en la Transici¨®n al descontento de los militares) sonara m¨¢s fuerte que nunca.Marisa Fl¨®rez"(En este momento, y cuando eran aproximadamente las dieciocho horas y veinte minutos, tras escucharse en el pasillo algunos disparos y gritos de ??Fuego. fuego!. y ??Al suelo todo el mundo!? irrumpe en el hemiciclo un n¨²mero elevado de gente armada y con uniforme de la Guardia Civil, que se sit¨²a en lugares estrat¨¦gicos, amenaza por la fuerza a la Presidencia y, tras un altercado con el Vicepresidente Primero del Gobierno, Teniente General Guti¨¦rrez Mellado, conmina a todos a tirarse al suelo, sonando r¨¢fagas de metralleta. Queda interrumpida la sesi¨®n.)" Cortes. Diario de sesiones del Congreso de los Diputados. Sesi¨®n Plenaria, n¨²mero 146. Lunes, 23 de febrero de 1981.M. P. Barriopedro (efe)Manuel Guti¨¦rrez Mellado, vicepresidente primero del Gobierno en funciones, se levanta de su esca?o y se enfrenta a los agentes armados. Un guardia civil zarandea al exministro de Defensa. A pesar de su aspecto fr¨¢gil y sus 69 a?os, no consigue derribarle. El presidente Adolfo Su¨¢rez se encara con los guardias civiles. El c¨¢mara de TVE Pedro Mar¨ªn, situado en la tribuna de prensa, sigue grabando y retransmitiendo a una unidad m¨®vil este momento que convierte a Guti¨¦rrez Mellado en un mito y un icono de la Transici¨®n; despu¨¦s del ¡°?Quieto todo el mundo! ?Al suelo! ?Se sienten, co?o!¡± de Antonio Tejero (a la derecha, detr¨¢s de la tribuna), claro.EFEPoco despu¨¦s de que Tejero entrara en el Congreso, los tanques sal¨ªan a la calle en Valencia. La Divisi¨®n Maestrazgo, bajo las ¨®rdenes de Jaime Milans del Bosch, capit¨¢n general de la III Regi¨®n Militar, con medio centenar de carros de combate y unos 2.000 militares, se un¨ªa al intento de golpe de Estado. La Operaci¨®n Turia, el nombre en clave de esta operaci¨®n militar, se mantuvo operativa despu¨¦s del discurso televisado del Rey y no se desactiv¨® hasta que el propio Juan Carlos I llam¨® a Milans del Bosch para que ordenase la retirada.Jos¨¦ Manuel Arroyo ViguerAgentes de la Polic¨ªa Nacional en la carrera de San Jer¨®nimo. Se formaron dos cordones de seguridad alrededor del Congreso: uno interior, de la Guardia Civil, y otro exterior de la Polic¨ªa Nacional, despu¨¦s de que los polic¨ªas que se acercaron al Congreso fueran obligados a retirarse por los guardias civiles.EL PAISA la una y cuarto de la madrugada del 24 de febrero el rey Juan Carlos interviene a trav¨¦s de RTVE: "Al dirigirme a todos los espa?oles, con brevedad y concisi¨®n, en las circunstancias extraordinarias que en estos momentos estamos viviendo, pido a todos la mayor serenidad y confianza y les hago saber que he cursado a los capitanes generales de las regiones militares, zonas mar¨ªtimas y regiones a¨¦reas la orden siguiente: ante la situaci¨®n creada por los sucesos desarrollados en el Palacio del Congreso y para evitar cualquier posible confusi¨®n, confirmo que he ordenado a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente. Cualquier medida de car¨¢cter militar que en su caso hubiera de tomarse deber¨¢ contar con la aprobaci¨®n de la Junta de Jefes de Estado Mayor. La Corona, s¨ªmbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democr¨¢tico que la Constituci¨®n votada por el pueblo espa?ol determin¨® en su d¨ªa a trav¨¦s de refer¨¦ndum".TVEAmbiente en el exterior del Congreso de los Diputados la noche del golpe de Estado, conocida como 'la noche de los transistores'. TVE hab¨ªa decidido grabar el pleno de la votaci¨®n de la investidura del Gobierno y luego emitir un resumen en el 'Telediario'. La cadena SER, a la que hab¨ªan dejado una cabina de tel¨¦fono para poder trabajar, retransmit¨ªa en directo la votaci¨®n en directo cuando Tejero entr¨® con los guardias civiles (llegados en dos autobuses que hab¨ªa alquilado su mujer). Buena parte de Espa?a se pas¨® la noche con la oreja pegada al transistor siguiendo los acontecimientos.EL PA?SAspecto que ofrec¨ªa el palacio del Congreso de los Diputados a las dos de la madrugada. Junto a las verjas del edificio (arriba en la foto) puede verse a tres miembros de la Guardia Civil. Alineados junto a sus veh¨ªculos, varias unidades de la Polic¨ªa Militar que hab¨ªan llegado con Ricardo Pardo Zancada (comandante de infanter¨ªa que hab¨ªa intentado sin ¨¦xito que la Divisi¨®n Acorazada Brunete se sublevara y sacar los tanques a las calles de Madrid, pero que consigue llegar al Congreso con un centenar de hombres de la Polic¨ªa Militar). En primer t¨¦rmino miembros del GEO. Hasta altas horas de la madrugada se hab¨ªa especulado sobre una posible intervenci¨®n del Grupo Especial de Operaciones de la Polic¨ªa en el rescate de los diputados. A las cinco de la madrugada, el comandante David Cervera, jefe del Estado Mayor de la Polic¨ªa Nacional, negaba tal posibilidad en una rueda de prensa en el hotel Palace.EL PA?STres de las siete ediciones que el diario EL PA?S sac¨® a la calle en esta hist¨®rica jornada. Los ejemplares fueron distribuidos por los trabajadores del peri¨®dico en sus propios coches. Muchos vieron en aquella portada de "El Pa¨ªs con la Constituci¨®n" que la intentona hab¨ªa sido un fracaso. Su editorial: "En la hora de un atentado alevoso contra el pueblo espa?ol a manos de unos hombres armados que pretenden por la fuerza sustituir la soberan¨ªa de los ciudadanos, EL PA?S sale a la calle en defensa de la ley y de la Constituci¨®n. La rebeli¨®n deber ser abortada; sus culpables, detenidos, juzgados severamente y condenados para ejemplar escarmiento de la Historia".Los periodistas Mar¨ªa Antonia Iglesias, Gaspar Rosety, Miguel Vila, Roberto Villagraz, Javier Mart¨ªn, Jordi Soc¨ªas, Gustavo Cuevas, Sigfrid Casals, Luis Mag¨¢n, Antonio Su¨¢rez, Jos¨¦ ?ngel Esteban, Fernando Rayo, Fernando Orgambides, Bernardo Ynzenga, Ra¨²l P¨¦rez Portillo y Fernando Navas leen EL PA?S en las escaleras del hotel Palace, en la madrugada del 24 de febrero. Situado frente al Congreso de los Diputados, se convirti¨® en el centro de operaciones de negociadores y prensa, en el que muchos de los periodistas que hab¨ªan sido liberados por los golpistas se quedaron all¨ª para informar, haciendo cola para utilizar los tel¨¦fonos del hotel.Ricardo Mart¨ªnUn guardia civil sale por una ventana de la oficina de prensa del Congreso de los Diputados para entregarse a la polic¨ªa, tras fracasar el intento de golpe de Estado. Que los guardias civiles de rango inferior al de teniente no ser¨ªan juzgados fue una de las condiciones que Tejero y Pardo Zancada hab¨ªan incluido en las condiciones de su rendici¨®n. Se le conoce como el 'pacto del cap¨®', ya que se firm¨® sobre el cap¨® de un Land Rover.EL PA?SEl general Alfonso Armada sale acompa?ado por el gobernador civil de Madrid Mariano Nicol¨¢s Garc¨ªa, a la derecha, del Congreso de los Diputados tras fracasar el 23-F. Armada, que era el segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito cuando se produjo el intento de golpe y hombre de confianza del rey Juan Carlos (y del que Adolfo Su¨¢rez desconfiaba) fue uno de sus principales protagonistas y para muchos el arquitecto del 23-F. Se ha especulado mucho sobre el papel de Armada y en consecuencia sobre el papel del Rey. Rozando la medianoche, Armada entr¨® en el Congreso para negociar con Tejero, al que le habr¨ªa propuesto un Gobierno de concentraci¨®n nacional formado por militares y civiles. Algo que Tejero habr¨ªa rechazado. Fue acusado por otros participantes en el golpe de mentir en el juicio que tuvo lugar un a?o despu¨¦s. Condenado a seis a?os de c¨¢rcel (y posteriormente a 30), cinco a?os despu¨¦s fue indultado por el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, por razones de salud. Muri¨® en su pazo de A Coru?a con 93 a?os.Marisa FlorezA las 11.45 los diputados salen de Congreso, en un orden establecido por el presidente del Congreso, Landelino Lavilla. Dos horas antes, los golpistas hab¨ªan permitido la salida de varias diputadas. Todas se negaron, pero al final lo hicieron, seg¨²n declararon, para poder transmitir una informaci¨®n correcta de lo que estaba pasando dentro. El diputado cordob¨¦s Jos¨¦ Javier Rodr¨ªguez Alcaide calific¨® el trato recibido por los guardias civiles de "duro pero correcto". Tras 16 horas sin comer, tan solo bebiendo agua al acudir a los servicios, ocho personas (incluido un guardia civil) tuvieron que ser atendidas en centros hospitalarios por insuficiencias cardiacas, lipotimias y bajadas de tensi¨®n. En la imagen, el diputado por Ciudad Real, Miguel ?ngel Mart¨ªnez, saliendo del Congreso.EL PA?SLa manifestaci¨®n del 27 de febrero de 1981 por las calles de Madrid, en la que participaron un mill¨®n y medio de personas, fue la m¨¢s grande jam¨¢s celebrada en la historia de Espa?a. Bajo el lema "Por la libertad, la democracia y la Constituci¨®n", pol¨ªticos y ciudadanos, desde presidentes de bancos hasta la Corporaci¨®n Municipal madrile?a (maceros incluidos) participaron en el recorrido desde Embajadores a la plaza de las Cortes (en la imagen, a su paso por el 'scalextric' de Atocha). La organizaci¨®n hab¨ªa pedido que los manifestantes que marcharan en silencio, pero los gritos de ¡°Viva la libertad¡±, ¡°Viva la democracia¡± y ¡°Viva el Rey¡± fueron constantes. Al final del recorrido, la periodista Rosa Mar¨ªa Mateo ley¨® un manifiesto a favor de la democracia consensuado por los l¨ªderes pol¨ªticos.Chema ConesaUn polic¨ªa militar vigila unos d¨ªas antes del juicio, en febrero de 1982, la sala del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, en Campamento (Madrid), habilitada para la celebraci¨®n del juicio contra los 33 procesados por el fallido golpe de Estado del 23- F. No se dej¨® entrar a las c¨¢maras. EL PA?S acompa?¨® sus cr¨®nicas con las ilustraciones de Jos¨¦ Luis Verdes. El fallo del tribunal, fue considerado ben¨¦volo por pol¨ªticos y militares. El teniente general Jaime Milans del Bosch y Uss¨ªa y el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, fueron condenados a treinta a?os de reclusi¨®n. El general de divisi¨®n Alfonso Armada Comyn, a seis. El Gobierno recurri¨® ante el Tribunal Supremo, que aument¨® algunas penas, 22 de los 33 procesados, entre ellos la de Armada, de seis a 30. Milans del Bosch sali¨® de la c¨¢rcel en julio y falleci¨® en 1997. Antonio Tejero sali¨® en diciembre de 1996, y Armada fue indultado por razones de salud en diciembre de 1988, tras cumplir seis a?os de c¨¢rcel, y muri¨® en 2013.Ra¨²l Cancio
