Croch¨¦, confinamiento y sororidad: el gran toldo que uni¨® a las mujeres de Cartaya
M¨¢s de 300 habitantes de la localidad onubense se unieron de octubre a enero para construir un entoldado de ganchillo para en valor un trabajo que las une y que ha generado comunidad
Pepa Gonz¨¢lez ten¨ªa la idea en la cabeza desde hac¨ªa mucho tiempo. Solo le faltaba una cosa: ser alcaldesa. Lo consigui¨® en julio del a?o pasado. Y en octubre se lo propuso a unas 20 mujeres: juntarse para construir un entoldado artesanal mediante aros ¡ªalrededor de mil, al final¡ª de croch¨¦. Lo que no se esperaba es que se iban a unir tantas vecinas de la localidad de Cartaya, con 20.083 habitantes, en Huelva. M¨¢s de 300 mujeres, con el apoyo del Ayuntamiento y de la Asociaci¨®n Amas de Casa Reina Sof¨ªa, colaboraron en la elaboraci¨®n del que ya se considera el nuevo atractivo local. ¡°Quer¨ªa que se visibilizara ese trabajo invisible que hacemos las mujeres y que para la sociedad pasa desapercibido. Y ha quedado muy bonito¡±, explica la alcaldesa socialista por tel¨¦fono.
Una explosi¨®n de colores se ha adue?ado de la Plaza Redonda de la localidad. Son m¨¢s de un millar de aros de ganchillo artesanales, de diferentes tama?os y dise?os realizados de octubre a enero, que ahora decoran la plaza del pueblo, encantado con el resultado. El objetivo de la alcaldesa era encontrar un nexo com¨²n que las uniera a todas. ¡°He visto en la pandemia que la inmensa mayor¨ªa de mujeres hemos pintado, hemos hecho croch¨¦, ropa para nuestros hijos: hemos producido. Nos han educado para ser productivas¡±, explica.
He visto en la pandemia que la inmensa mayor¨ªa de mujeres hemos pintado, hemos hecho croch¨¦, ropa para nuestros hijos: hemos producido. Nos han educado para ser productivas. Pepa Gonz¨¢lez, alcaldesa de Cartaya
El Ayuntamiento, consciente de las dificultades econ¨®micas derivadas de la crisis, cre¨® un carn¨¦, consensuado con las mercer¨ªas del pueblo, para sufragar el gasto de los materiales. Carmen Bayo, propietaria de una de ellas, cuenta que la medida ha supuesto un peque?o respiro para el negocio. ¡°Es un empujoncito que no te esperas. Todav¨ªa tengo cosas de la Semana Santa pasada que no he vendido¡±, dice. Bayo, de 45 a?os, al principio no se apunt¨®, pero termin¨® uni¨¦ndose a sus compa?eras: ¡°41 aros he hecho¡±.
El proyecto, llamado Sororidad cartayera, la red, ha servido para unir a mujeres de todas las edades que no se hab¨ªan conocido antes. Arantxa Mu?oz, de 31 a?os, es la m¨¢s joven de las participantes y es lo que m¨¢s destaca. ¡°Lo mejor ha sido poder entablar relaci¨®n con otras mujeres con las que nunca habr¨ªa podido de no haber sido por esto¡±, cuenta esta heladera que hace ganchillo desde hace cuatro a?os. ¡°Me pueden dar las cinco de la ma?ana haciendo croch¨¦. Es como cuando est¨¢s leyendo un libro o una serie, que no lo puedes dejar¡±, a?ade Mu?oz. Tambi¨¦n lo ve as¨ª Mar¨ªa Dolores Franco, de 65 a?os, presidenta de la Asociaci¨®n Amas de Casa Reina Sof¨ªa. ¡°Yo me pongo mientras veo la tele y se me pasa el tiempo volando¡±, cuenta.
Las mujeres coinciden en que con la pandemia esto ha servido como terapia, como una forma de evadirse de los problemas. De hecho, todas las comunicaciones del proyecto se hac¨ªan en un grupo de WhatsApp, donde comentaban el progreso de su trabajo. Se pasaban fotos, intercambiaban consejos. Y, aunque la mayor¨ªa ha aprendido mediante tutoriales en YouTube, hubo alguna que otra reuni¨®n excepcional, organizada por la Asociaci¨®n Amas de Casa Reina Sof¨ªa con todas las medidas de seguridad, en las que se ense?aba a aquellas mujeres que nunca hab¨ªan hecho ganchillo.
Cartaya tiene otros dos n¨²cleos poblacionales costeros: Nuevo Portil y El Rompido. En este ¨²ltimo se inaugur¨® el pasado lunes otro toldo similar, en el que participaron 30 mujeres que tejieron unos 300 aros. El entoldado de Cartaya se mantendr¨¢ hasta que aguante el deterioro del paso del tiempo, seg¨²n la alcaldesa.
Lo mejor ha sido poder entablar relaci¨®n con otras mujeres con las que nunca habr¨ªa podido de no haber sido por esto Arantxa Mu?oz, heladera
El proyecto ha despertado en las mujeres un sentimiento de pertenencia a una comunidad. ¡°Cuando acabaron, todas me preguntaban que qu¨¦ era lo siguiente¡±, dice Gonz¨¢lez. Mientras tanto, algunas como Mu?oz y Franco ya est¨¢n colaborando en el mantenimiento de los aros, produciendo m¨¢s por si toca reponer alguno. Adem¨¢s, seg¨²n dice Franco con la seguridad de alguien que lleva haciendo ganchillo desde los siete a?os, no es tan dif¨ªcil: ¡°Coges la aguja, la lana y ya est¨¢¡±.
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