Isla Sur: Nueva Zelanda en estado puro
El que ha sido uno de los pa¨ªses m¨¢s herm¨¦ticos durante la fase dura de la pandemia ha vuelto a abrir sus puertas al turismo. Una buena raz¨®n para visitar sus imponentes glaciares, lamentablemente en retroceso
Nueva Zelanda es un universo aparte. No solo por su lejan¨ªa a cualquier otro lugar habitado o ruta transitada. Si no porque una vez all¨ª sientes que la naturaleza se desborda, es diferente, especial. Incluso sus dos islas, separadas por apenas tres horas de ferri, son dos mundos opuestos, nada que ver una con la otra. Mi favorita es la isla del Sur, donde est¨¢n esos escenarios salvajes que uno tiene idealizados y que esperar encontrar cuando emprende el largo viaje a las ant¨ªpodas.
Puestos a seleccionar a¨²n m¨¢s, de la Isla Sur me quedar¨ªa con su costa Oeste, el territorio m¨¢s salvaje y bello de un pa¨ªs que ha hecho de la naturaleza su se?a de identidad. Los bosques templados se extienden hasta tocar el mar de Tasmania. Y entre ellos se cuelan varias lenguas de hielo colosales: el glaciar Tasman, el mayor de todos, que baja desde el monte Cook y cuya lengua se prolonga durante 27 kil¨®metros. O?los glaciares Fox y Franz Josef, m¨¢s cortos que aquel, pero m¨¢s escenogr¨¢ficos a¨²n.?
Los glaciares Fox y Franz Josef bajan casi en paralelo del gran macizo del monte Cook, la cima de Nueva Zelanda, por la ladera occidental de los Alpes neozelandeses. Y aunque est¨¢n en franco retroceso desde hace a?os, siguen siendo una de las mayores atracciones naturales de la Isla Sur.
Para llegar a ellos, si vienes de Queenstown y el sur de la isla tienes que atravesar el paso Haast, un m¨ªtico puerto de monta?a usado ya por los maor¨ªes que avanza por uno de los tramos m¨¢s bellos de la isla. La carretera cruza densos bosques templados h¨²medos protegidos bajo la figura del parque nacional Mount Aspiring. Hay varios miradores y cascadas donde merece la pena parar. A la bajada se llega a la peque?a aldea de Haast, donde la carretera gira y avanza hacia el norte y hacia los glaciares pegada a la costa. Solo esta parte de la traves¨ªa justificar¨ªa el viaje: a un lado la espesa selva templada de la costa Oeste, densa gracias a la humedad oce¨¢nica; y al otro, las olas rugientes del mar de Tasmania rompiendo contra los acantilados. Y envolvi¨¦ndolo todo, una tremenda soledad y una inmensidad de horizontes que acongoja.
Se llega primero a Fox Glacier Township, la villa con servicios tur¨ªsticos surgida en la desembocadura del glaciar Fox. El Fox tiene 13 kil¨®metros de longitud y lo habitual es ir con el coche desde la villa hasta el aparcamiento final, y desde all¨ª seguir a pie por el sendero D (una hora y 20 minutos, ida y vuelta) hacia el mirador de la lengua del glaciar. Hace 10 a?os se llegaba casi a tocar el hielo; hoy, por desgracia, se ve cada vez m¨¢s lejos. Para los m¨¢s entrenados hay otro sendero, el E, que sube hasta prados de altura desde los que se observa una magn¨ªfica vista de los Alpes neozelandeses, los glaciares y la costa (ocho horas, ida y vuelta). Hay tambi¨¦n un agradable paseo en torno al lago Matheson, a cinco minutos en coche desde la villa, por una senda que lo rodea tapizada de ¨¢rboles y sotobosque primario.
Treinta minutos en coche separan Fox de Franz Josef Township, el pueblo crecido en la desembocadura del siguiente glaciar, algo m¨¢s grande y con m¨¢s ambiente. El Franz Josef tiene unos 12 kil¨®metros de largo y desde 2008 ha experimentado un franco retroceso. Tanto que el sendero por el que se llegaba al frente glaciar ya no sirve y se ha tenido que habilitar otro que parte del aparcamiento (10 minutos en coche desde el centro) y que lleva en una hora y media (ida y vuelta) hasta el mirador final desde el que se ve el glaciar. Hay varios senderos m¨¢s de escasa dificultad que permiten explorar el valle. Adem¨¢s de otro m¨¢s exigente, el Alex Knob Track, que toma ocho horas de caminata (ida y vuelta) y sube tambi¨¦n a una zona de prados alpinos con fant¨¢sticas vistas del glaciar y de las cimas de los Alpes neozelandeses.
Hay compa?¨ªas de gu¨ªas en ambos glaciares que ofrecen paseos y exploraciones a pie por el glaciar; ellos proveen del equipo necesario (crampones, piolets, guantes especiales, ponchos impermeables) y de gu¨ªas expertos para la mayor seguridad de la experiencia.
Un poco m¨¢s abajo de la villa, el r¨ªo Waiho ¡ªque se forma del deshielo del glaciar¡ª, crea tres lagos cerca ya de la costa en los que se pueden hacer muchas actividades. En el mayor de ellos, el lago Mapourika, se alquilan kayaks y tablas de paddle surf y organizan paseos en lancha. Hay tambi¨¦n una senda costera llamada la Three Mile Pack Track Okarito Coastal Walk que, durante tres horas y media, permite recorrer una porci¨®n del litoral de la costa oeste muy bellos y salvaje.
Algunos datos pr¨¢cticos
C¨®mo llegar
No hay vuelos directos desde Espa?a a Nueva Zelanda. Si vas a la Isla Sur, Emirates tiene un vuelo desde Dub¨¢i a Christchurch (la capital de la isla), con escala en S¨ªdney (Australia). Cathay Pacific tambi¨¦n vuela de Madrid a Christchurch con una sola escala en Hong Kong. Hay agencias de viaje espa?olas especializadas en este destino, como Nueva Zelanda Viajes y Pac¨ªfico Tours.?
Cu¨¢ndo ir
Nueva Zelanda est¨¢ en el hemisferio Sur por lo que las estaciones del a?o est¨¢n cambiadas. La temporada alta y el mejor momento, sin duda, para visitar las islas es de diciembre a marzo, es decir, el verano austral. Tampoco es mala ¨¦poca septiembre y octubre (primavera austral) y abril y mayo (oto?o austral),?aunque en la isla del Sur har¨¢ algo m¨¢s de fr¨ªo.
C¨®mo moverse por el pa¨ªs
Aunque el transporte p¨²blico es eficiente, Nueva Zelanda es muy grande y la mayor parte de sus atractivos son espacios naturales a los que no llega este. Uno de los placeres del pa¨ªs es parar de repente en un lugar que no ten¨ªas previsto para disfrutar de un paisaje, de una monta?a, de un lago o de un atardecer; y eso solo se puede hacer si vas con tu propio veh¨ªculo. De hecho, una de las formas m¨¢s populares de visitar el pa¨ªs es en autocaravana. Hay much¨ªsimas empresas que alquilan este tipo de veh¨ªculos, de todos los precios y tama?os, y a lo largo de las dos islas hay infinidad de campings, parkings y lugares autorizados para dormir en ella. Una de las compa?¨ªas de alquiler de autocaravanas m¨¢s baratas es Jucy,?que ser¨ªa algo as¨ª como el low cost del sector. Motorhome Republic es un metabuscador de autocaravanas muy ¨²til.
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