Rally entre dunas en Namibia
Desde las cataratas Victoria a las rojizas arenas del desierto de Namib, 'road trip' por Parques Nacionales de Zimbabue, Botsuana y Namibia
Un todoterreno, v¨ªveres, combustible y muchos gigas de memoria en la c¨¢mara digital. ?Es todo? Casi, hay alguna reglas fundamentales m¨¢s: no salirse del coche en Chobe y Etosha, tener paciencia con las manadas de elefantes, y prestar atenci¨®n a los letreros "Cuidado cocodrilos" en los campamentos. As¨ª, como suena.
Por delante, una ruta de cinco mil kil¨®metros a trav¨¦s de tres pa¨ªses del ?frica meridional: Zimbabue, Botsuana y Namibia. Cielos de amplitud inabarcable, m¨¢s de un centenar de especies observables, atardeceres indescriptibles y paisajes tan dispares como las desconocidas cataratas Epupa, la Costa de los Esqueletos o la rojiza arena del desierto de Namib.
01 Rugido inicial en Victoria
La ruta comienza con el brutal rugido de las cataratas Victoria, rivales en espectacularidad con las del Ni¨¢gara o Iguaz¨². Frontera natural entre Zimbabue y Zambia, es tal su dimensi¨®n que una perenne nube envuelve a los que se asoman a contemplarlas (se recomienda c¨¢mara acu¨¢tica para las fotos de recuerdo). Quienes acceden desde Livingstone (Zambia) pueden darse un chapuz¨®n en Devil Pools, un remanso que permite asomarse al borde mismo de tan tremendo salto de agua.
02 Leonas en Chobe, impalas en Moremi
Desde Victoria Falls el todoterreno enfila hacia Kasane. Esta ciudad de Botsuana, con aeropuerto y atardeceres brutales a orillas del r¨ªo Chobe, es conocida como la puerta de entrada al Parque Nacional de Chobe, que se despliega inabarcable hacia el sur. Una reserva donde contemplar -?sin bajarse del coche!- la estampa m¨¢s cl¨¢sica de ?frica: leonas reposando a la sombra, manadas de elefantes bebiendo en el r¨ªo, jirafas, ¨¢guilas imperiales...
Sin tiempo para asimilar semejante inventario animal, el recorrido toma rumbo norte hasta el delta del Okawango. Miles de tent¨¢culos acu¨¢ticos que abarcan 15 mil kil¨®metros cuadrados y terminan siendo absorbidos por el desierto del Kalahari. Como la conducci¨®n aqu¨ª es comprometida -?peligro de hundimiento!-, se recomienda recorrerlo a bordo de un mokoro, barca local realizada a partir del vaciado de un tronco.
Al este del gigantesco delta se extiende la Moremi Game Reserve, una reserva natural que combina ¨¢reas inundadas con la cl¨¢sica sabana africana, e id¨®nea tambi¨¦n para contemplar animales salvajes en libertad. B¨²falos, leones, jirafas, impalas, elefantes, chacales...
03 El gran lago de Etosha
La escasez de carreteras obliga a un interminable rodeo hasta el Parque Nacional de Etosha, ya en Namibia: primero hay que llegar hasta Rundu (pr¨¢cticamente el la frontera con Angola) para volver a descender en el mapa hasta la entrada del parque. Aqu¨ª hay que negociar una plaza para poder dormir en los campamentos habilitados (Namutomi, Halali y Okaukuejo) en su interior. Lo cierto es que suelen estar completos, por lo que resulta dif¨ªcil poder dormir dentro del parque si no se reserva con antelaci¨®n.
Aunque los campamentos est¨¢n vallados, es necesario preparar un buen fuego cuando cae el sol. No es para menos: nunca se sabe qu¨¦ clase de compa?¨ªa aguarda al viajero (siempre sin gu¨ªa) desde la oscuridad. La recompensa a noches tan inquietantes cuando sale el sol es casi impagable.
Etosha es una de las mayores reservas del planeta, y se extiende en torno a su gran lago, que conviene rodear ¨ªntegramente en varias jornadas. Se trata de un para¨ªso para la contemplaci¨®n de aves, aunque las estrellas del parque siguen siendo los grandes mam¨ªferos: esquivos leopardos, elefantes, rinocerontes (su escasez hace que s¨®lo se vean en safaris nocturnos), leones, cebras, jirafas, ?us, ¨®nix, etc. Con suerte, hasta se puede observar a una fiera cobra en actitud poco amistosa...
04 La tierra de los Himbas
El siguiente destino exige una maratoniana jornada de carretera hacia el noroeste: primero hasta Ruacana (de nuevo en el l¨ªmite con Angola) y despu¨¦s hacia el sur, hasta Opuwo. Esta regi¨®n, totalmente aut¨®noma, est¨¢ gobernada por los Himbas, a quienes el gobierno ha cedido el control. Esta tribu lo regula todo, desde el reparto de tierras cultivables hasta el tr¨¢nsito de viajeros por este territorio.
Adem¨¢s de visitar aldeas himbas -y descubrir sus terrosos peinados de arcilla-, se puede realizar una excursi¨®n hasta las cataratas del r¨ªo Epupa (4 horas en coche desde Opuwo). Poco conocidas y transitadas, son igualmente espectaculares. Merece la pena incluso pasar la noche junto a ellas (se puede acampar a escasos dos metros del agua), pues la ca¨ªda del sol dibuja sensacionales colores sobre sus turbulentas aguas.
05 La costa de los esqueletos
Una estampa casi lunar, con el Atl¨¢ntico de fondo, anuncia la llegada a la Costa de los Esqueletos: una vasta extensi¨®n des¨¦rtica de arena blanca que se despliega hacia el sur paralela al oc¨¦ano, salpicada de barcos varados tiempo atr¨¢s. Tanto, en algunos casos, se han quedado literalmente en los huesos, de ah¨ª el nombre de este parque nacional, accesible desde Sesfontein.
La carretera que recorre Skeleton Coast Park se extiende, recta y frente al mar, hasta Swakopmund, una colonia alemana con mayores posibilidades de alojamiento (dentro del parque son limitadas), y para¨ªso, en pleno desierto, para los deportes de riesgo: quads entre dunas, karts, paracaidismo, ca¨ªda libre...
06 La duna 45
El desierto de Namib es una de las joyas paisaj¨ªsticas de Namibia, gracias a su inconfundible perfil de gigantescas dunas rojas. El amanecer (o la puesta de sol) desde lo alto de la duna 45 -conocida por ser la m¨¢s accesible- conforma una panor¨¢mica imprescindible, de obligado cumplimiento. Eso s¨ª, obliga a madrugar: las puertas de acceso abren a las 5.00 h, con el tiempo justo para recorrer -casi en modo rally- los 50 kil¨®metros hasta la base de la duna. Es necesario adem¨¢s pernoctar dentro del per¨ªmetro perif¨¦rico del parque (campamento de Sesriem). Est¨¢ vallado y el acceso desde el exterior se realiza, ya de d¨ªa, a las ocho de la ma?ana.
El contraste visual en Namib lo aporta el conocido Dead Valley. En este amplio claro entre dunas de suelo reseco y resquebrajado, brotan los fotog¨¦nicos ¨¢rboles secos que conforman el otro gran atractivo paisaj¨ªstico del parque.
Gu¨ªa
Visados
Visitar Namibia y Botsuana no requiere de visado gracias a los acuerdos con nuestro pa¨ªs. S¨ª es necesario sacarlo en Zimbabue (30 d¨®lares americanos), gesti¨®n que se realiza al llegar al aeropuerto de Victoria Falls.
Moneda y vacunas
Aunque en general se acepta el d¨®lar americano y el euro, conviene viajar con moneda local (pulas en Botsuana y d¨®lares namibios) para pagar alojamientos, comidas o gasolina. Evitaremos dudosos tipos de cambio al pagar en moneda extranjera.
La profilaxis de la malaria es absolutamente obligatoria, as¨ª como las vacunas contra el t¨¦tanos, hepatitis A y B, fiebre amarilla y tifoidea, y c¨®lera.
Alquiler de coches
Son muchas las empresas que ofrecen servicio de alquiler de coches todoterreno para este tipo de ruta, como Advanced Car Hire (http://www.advancedcarhire.com/cars.htm). Las principales compa?¨ªas se encuentran en Widhoek (Namibia), pero pagando un suplemento transportan el coche hasta el punto de partida que elija el viajero, incluso hasta Victoria Falls (Zimbabue).
Los coches est¨¢n preparados para hacer camping son caros, pero vienen perfectamente equipados (tienda sobre el techo, camping gas, nevera) y con grandes dep¨®sitos que proporcionan una gran autonom¨ªa durante el viaje.
Dormir y comer
La pr¨¢ctica totalidad de campsites est¨¢n explotados por empresas gubernamentales (Botsuana WildLife Resorts y Namibia WildLife Resorts). Reservar plaza desde Espa?a por tel¨¦fono o a trav¨¦s de Internet es dif¨ªcil, pero no imposible. Generalmente es posible conseguir plaza al llegar a cada parque, aunque hay que armarse de paciencia e insistir a los guardas hasta que cedan.
Existe otro tipo de alojamiento, los llamados lodges, aunque son m¨¢s caros y suelen quedar fuera del per¨ªmetro de los parques, algo que impide, por ejemplo, disfrutar del amanecer desde la duna 45 en el desierto del Namib.
M¨¢s dif¨ªcil resulta encontrar restaurantes en la ruta. Puesto que los 4x4 est¨¢n equipados con camping gas y nevera el viajero tiene autonom¨ªa suficiente en este sentido. Adem¨¢s, en todas las ciudades hay supermercados para rellenar la despensa de abordo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.