Destinos que acongojan
De los humos que salen del Ganges a la ciudad congelada de Pompeya, cincos destinos imprescindibles y a la vez inquietantes
Roma, la antigua Saig¨®n, Pompeya, Benar¨¦s o Bucarest son destinos tur¨ªsticos que encierran sorpresa. Entre sus numerosos puntos de inter¨¦s se encuentran rincones que pueden maravillar al viajero pero que tambi¨¦n, a muchos, les provocan alg¨²n escalofr¨ªo.
Tumbas en la periferia
Es la Roma descolocada de las putas de Pasolini, pero tambi¨¦n la Roma triunfal que abr¨ªa paso al emperador Agripa. Eso escrib¨ªa Andr¨¦s Barba del lugar en el que se encuentran las catacumbas, a las afueras de la Roma urbana. Son parte del circuito tur¨ªstico, pero el paisaje que las rodea es abierto, periferia, el espacio que queda entre la Roma redonda y el campo.
Es cierto que llegar hoy a las catacumbas tiene algo de triunfal. En los autobuses que salen de la ciudad abundan los piqueros, carteristas desbordados por la clientela en potencia que cada d¨ªa peregrina a las fosas. Se les ven las manos sueltas sin poner mucho empe?o. Los propios autobuses lucen carteles que avisan del peligro.
Luego est¨¢n los interminables laberintos de tumbas, la humedad, los pasadizos, la oscuridad y los muertos. San Calixto, Santa In¨¦s, Domitila, Priscila, San Sebasti¨¢n... fosas en las que yacen muertos romanos, muertos cristianos, muertos de la segunda guerra mundial y muertos de siglos.
Gu¨ªa de Roma: http://elviajero.elpais.com/guia-ciudad/roma
Pasillos y m¨¢s pasillos
En el Parlamento o Casa del Pueblo se concentran muchas de las sensaciones que provoca Bucarest. Es impactante sin ser exactamente bello, complejo, dif¨ªcil de entender. El dictador Nicolae Ceaucescu mand¨® construir esta inmensa mole en los a?os 80. Casi no cabe en la foto. Es el edificio m¨¢s grande de Europa y figura en el Libro Guinness de los R¨¦cords.
?Era necesario que fuera tan grande? Se suceden las ventanas, los pasillos, las puertas que llevan a m¨¢s puertas. ?Cu¨¢ntos miles de funcionarios habr¨ªa en la Ruman¨ªa de Ceaucescu? Todos cabr¨ªan en esta construcci¨®n kafkiana que hoy tambi¨¦n alberga el Museo Nacional de Arte Contempor¨¢neo.
Del r¨ªo sale humo...
Los r¨ªos en India son fuente de vida y purificaci¨®n, s¨ª, y tambi¨¦n la ¨²ltima carretera que transita el muerto. Al difunto se le rodea de flores, se le incinera y, sobre una base de tablones, se le empuja hacia el agua. Del r¨ªo sale el humo de las cenizas del cad¨¢ver, que se deslizan con la corriente.
Benar¨¦s es lugar de peregrinaci¨®n para el ¨²ltimo paseo de los muertos. Las aguas del Ganges ba?an esta localidad, una de las siete ciudades santas del hinduismo en el estado de Uttar Pradesh. Desde los ghats o escalinatas que descienden al r¨ªo se pueden oler las cremaciones de los cuerpos. Rito sagrado para el hind¨², primera peque?a bofetada sensorial para m¨¢s de un occidental. La segunda: estas aguas son multiusos, en ellas se ba?an los locales y de ellas salen ropas con jab¨®n y s¨¢banas de m¨¢s de un hotel de la orilla. En realidad, son s¨®lo cenizas.
Tiempo hecho ceniza
Pompeya es un documental congelado de una ciudad romana. El fuego del Vesubio dej¨® una foto perfecta del d¨ªa a d¨ªa de la Pompeya del a?o 79. La lava se llev¨® a m¨¢s de 2.000 personas y, a muchas, la ceniza las petrific¨® tal y como estaban, rezando, llorando, huyendo. El volc¨¢n tambi¨¦n congel¨® templos, anfiteatros, villas patricias, bares y lupanares.
Este paisaje de muertos que no se lo esperaban provoca fascinaci¨®n, escalofr¨ªo y cierta inquietud. La Villa de los Misterios, las Termas Suburbanas, los ba?os, graneros, lavander¨ªas...el viajero parece colarse en el bullicio de unas vidas que en realidad llevan siglos congeladas. Para algunos, la inquietud crece si se piensa que adem¨¢s Pompeya ha pasado la mayor parte de su no existencia escondida. Las excavaciones que dieron con el hallazgo comenzaron a mediados del siglo XVIII. Las orden¨® Carlos III, por entonces rey de N¨¢poles, ciudad desde la que hoy parten decenas de autobuses para visitar lo que dej¨® el Vesubio.
Fetos en formol
Por fuera, el Museo de Recuerdos de Guerra de Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saig¨®n, parece la t¨ªpica muestra b¨¦lica: aviones, tanques y helic¨®pteros en el jard¨ªn. Por dentro, aterra. Las fotograf¨ªas que muestran las malformaciones gen¨¦ticas sufridas entre la poblaci¨®n vietnamita debido al uso de herbicidas y defoliantes experimentales (el terror¨ªfico agente naranja) durante la Guerra de Vietman por el ej¨¦rcito estadounidense, precisa de una buena dosis de est¨®mago. Especialmente una peque?a vitrina colocada a los pies de los visitantes, en la que un feto conservado en formol evidencia tan tr¨¢gica herencia.
Gu¨ªa pr¨¢ctica
? Catacumbas de Roma: www.catacombe.roma.it
? Museo Nacional de Arte Contempor¨¢neo de Bucarest (www.mnac.ro; 0040 213 18 91 37). Calle Izvor, 2-4. Ala E-4. Abierto de mi¨¦rcoles a domingo, de 10.00 a 18.00. Entrada, 1,40.
? Turismo de Pompeya: http://www.pompeiturismo.it/
? Museo de Recuerdos de Guerra (Vo Van Tan 28, CHCM - warrmhcm@gmail.com)
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