Cebiche y bohemia
La Costa Verde descubre, frente al Pac¨ªfico, la cara m¨¢s juerguista, bohemia y sonriente de Lima. Ruta por la animaci¨®n de Barranco, la coqueta Miraflores y la elegancia de San Isidro
El Parque del Amor es uno de los rincones m¨¢s conocidos de Miraflores. Inspiraci¨®n gaudiniana, retazos po¨¦ticos en sus bancadas y un beso gigante, obra del escultor V¨ªctor Delf¨ªn. El verde de los setos mezcla bien con los asientos naranjas y el azul del Pac¨ªfico. Y hay m¨¢s de un recoveco para que los enamorados puedan practicar sin demasiadas miradas el beso m¨¢s largo. Tienen sus motivos: cada 14 de febrero se celebra una competici¨®n en el parque que premia precisamente eso: el beso m¨¢s largo de todos, sin llegar a la asfixia, claro.
Suspiros sobre la quebrada
Un 14 de febrero de 1876, precisamente, la quebrada dej¨® de separar la calle Ayacucho y la Ermita, en el coraz¨®n de Barranco. Se tendi¨® por necesidad pr¨¢ctica el maderamen que con el tiempo acab¨® por llamarse el Puente de los Suspiros. Bautizado por la generosa cantidad de romances que abrig¨®, y a¨²n auspicia, tiene su secreto: quien por primera vez vea el puente y lo cruce sin respirar, cumplir¨¢ su deseo. Cierto o no, es un icono del barrio; inspir¨® una famosa composici¨®n de la gran Chabuca Granda en los 60 y hoy es puesto fijo para m¨²sicos an¨®nimos abrazados a su guitarra, que pretenden la sonrisa (y los soles) del turista.
Una luz divina en Barranco
A tan solo unos pasos se encuentra el Mirador de Barranco, un peque?ita terraza circular asomada al Pac¨ªfico, con posada incluida en la que brindar con las vistas. De vuelta por lo alto de la quebrada, se llega a la Ermita, templo religioso tambi¨¦n con historia. En tiempos, cuando Barranco no exist¨ªa, no hab¨ªa playas y el oc¨¦ano chocaba directamente contra los acantilados, los barcos ve¨ªan una luz en lo alto del precipicio. Esta luz divina que los guiaba y salvaba vidas decidi¨® la construcci¨®n en este punto de la Ermita. Y divina parece ser, pues ha sobrevivido ya a varios terremotos.
Costa Verde desde arriba
No es raro que la vela de un parapente rompa, de una pasada, la rom¨¢ntica atm¨®sfera del Parque del amor. Estos vuelos panor¨¢micos son un ¨¦xito en el litoral de Lima, pues es la mejor forma de divisar en su conjunto, y con una perspectiva inmejorable, la denominada Costa Verde: el circuito de playas y acantilados tupidos de vegetaci¨®n que dan color (y surfistas) el pac¨ªfico lime?o. Hay diversas compa?¨ªas que operan dichas traves¨ªas a¨¦reas como Fly Adventure (www.flyadventure.net), Infinity Cross (www.infinitycross.com) o Aeroxtreme (www.aeroxtreme.com).
Cer¨¢mica er¨®tica en el patio
Una mansi¨®n virreinal del siglo XVIII ¨²nica en su g¨¦nero, levantada sobre una pir¨¢mide del siglo VII; bellos jardines circundantes y un abrumador almac¨¦n abierto al p¨²blico con m¨¢s de 45.000 de piezas arqueol¨®gicas perfectamente clasificadas. Por ¨¦stas, y algunas razones m¨¢s, el did¨¢ctico Museo Larco (www.museolarco.org) es el preferido por los gu¨ªas tur¨ªsticos para explicar con detalle y precisi¨®n la historia del Per¨² precolombino. Cercano al estatal Museo Antropol¨®gico, esta galer¨ªa con esmerado restaurante en su interior se encuentra en Pueblo Libre, un distrito lime?o igualmente hist¨®rico, en el que Sim¨®n Bol¨ªvar hizo de las suyas; no queda lejos la que fuera su casa (y tampoco la de su amante, Manuelita Saez).
La muestra, did¨¢ctica y de prestigio internacional, cuenta con la m¨¢s fina colecci¨®n de oro y plata del antiguo Per¨². En el patio, su famosa sala er¨®tica se ha convertido en un reclamo tur¨ªstico para el museo, con cientos de figurillas que representan todos los tipos de sexo imaginables: oral, masturbaciones, entre animales, sexo con muertos... No se tome a broma, existen elaboradas (y enfrentadas) teor¨ªas acerca de lo que representaban estas creaciones art¨ªsticas: desde una forma (permitida) de abordar un tema que ya era tab¨² entre las tribus ind¨ªgenas, a la representaci¨®n de dos mundos, el de los vivos y el de los muertos.
'Perfomance' lime?as
Exposiciones, conferencias, teatro experimental, talleres de arte libre, residencia de artistas... El centro cultural Parra del Riego (Av. Pedro de Osma, 135), en honor a un gran poeta peruano muy reconocido en Uruguay (donde pas¨® gran parte de su vida) despliega su diversa oferta de ocio a un paso del Parque de Barranco, en pleno coraz¨®n del barrio. Hay propuestas igualmente interesantes en la sala La Ex Culpable (Sucre, 101), espacio alternativo que combina eventos de todo tipo, como conferencias, talleres, exposiciones o performances.
Moda de tendencia y vinilos de saldo
Arte y artesan¨ªa, vinilos a 30 c¨¦ntimos, libros antiguos o moda de tendencia malasa?era. Y una Milla de Oro, en San Isidro. Comprar se convierte en un interesante ejercicio de consumo cultural entre Barranco y Miraflores. Para empezar, un must, D¨¦dalo (Paseo S¨¢enz Pe?a, 295), en Barranco. Una mezcla de arte y trabajos firmados por los mejores artesanos de Per¨². S¨®lo la visita a esta preciosa casona ya resulta un gustazo.
Las creaciones de dise?adores independientes peruanos se pueden encontrar tanto en Barranco, tiendas Neo Mutatis (Av. Prol. San Mart¨ªn 110 - www.neomutatis.com) y Floam (Av. San Mart¨ªn 156 - www.floamstore.net), como en Miraflores: en La Pulga (Berl¨ªn, 290 - www.pulgalatienda.com) y Nitro (Malec¨®n de la Reserva, 713, junto al Centro Comercial Larcomar).
Para ilustrarse, la librer¨ªa m¨¢s completa de Lima se encuentra en Miguel Dasso 147, San Isidro: El Virrey, cuya secci¨®n de libros antiguos es sencillamente incre¨ªble. Sin salir del distrito, se puede recorrer la denominada Milla de Oro lime?a: la Avenida Conquistadores mezcla talleres de los principales dise?adores peruanos, exclusivas firmas internacionales, estudios de arquitectura y dise?o de interiores, salones de belleza, joyer¨ªa y accesorios, anticuarios, etc. Algo alejado de la ruta, pero no menos interesante, los amantes del vinilo tienen ocasi¨®n de llenar su maleta en el Jir¨®n Quilca. Hay que moverse al distrito Centro, pero ofrece piezas a un sol, esto es, a unos 30 c¨¦ntimos de euro.
'El Cigala' no perdona
"Per¨² tiene el mar m¨¢s rico del mundo", asegura Isabel ?lvarez Novoa. Soci¨®loga de formaci¨®n, aplica conocimientos de antropolog¨ªa a su investigaci¨®n de la cocina tradicional peruana. Cocinera y alma de El Se?or¨ªo de Sulco (www.senoriodesulco.com), muestra con orgullo su concepci¨®n gastron¨®mica en este elegante restaurante de Miraflores, frente a ese Pac¨ªfico fr¨ªo al que tanto agradece. Una recreaci¨®n de la cocina cl¨¢sica peruana, moderna y actual, pero sin ruptura. Causa cl¨¢sica, cebiche m¨¢s fresco imposible, chupe de camarones, cau-cau o carapulca (delicioso guiso criollo) sirven de r¨²brica a su excelencia. Tambi¨¦n, cuenta orgullosa, c¨®mo Diego El Cigala no falt¨® a su mesa ni un solo d¨ªa en su ¨²ltima estancia en Lima.
Si salir de Miraflores, el 550 (Avenida 2 de mayo, 385 - www.el550.com) resulta un halago para el paladar. M¨¢s cuando se puede departir con el chef, Israel Laura, quien vivi¨® (y se empap¨® gastron¨®micamente) en tierras catalanas durante muchos a?os. Paladear su Tiradito del Rey o su Secreto sure?o justifica una visita a este restaurante de nueva generaci¨®n y exquisita imaginaci¨®n.
La oferta gastro en Lima resulta abrumadora. Mi Per¨² (Avenida Lima 861, Barranco), peque?o, tradicional y criollo, cuenta con la admiraci¨®n de Gast¨®n Acurio, y su concentrado de cangrejo y la tortilla de conchas negras resultan excitantes, literalmente. La trilog¨ªa del buen cebiche en Barranco conecta El Muelle (Av. Alfonso Ugarte, 225), el Cantarrana (Genoveva, 101) y el Cantarranita (Mercado el Capullo, Jir¨®n Uni¨®n 121), versi¨®n popular del anterior, donde resulta imperdonable no degustar el cebiche apaltado y el pulpo a la parrilla. En Miraflores, la debilidad cebichera conduce hasta Pescados Capitales (La Mar,1337), pija pero exquisita.
Cultura et¨ªlica
Barranco de noche arrastra. La zona m¨¢s divertida y animada de la ciudad para tomar, combina hist¨®ricos reductos bohemios como el Juanito, abierto en 1937 en el 274 de la avenida Grau, con bares de nueva inspiraci¨®n (y acento madrile?o al otro lado de la barra) como El C¨ªrculo (Bolognesi, 185). Conciertos y tragos aguardan en La Noche (www.lanoche.com.pe), toda una instituci¨®n en el barrio. Una casona de dos pisos y s¨®tano de la que Joaqu¨ªn Sabina es asiduo cuando pasa por la ciudad de su adorada Jimena. En Miraflores, cuesta elegir entre la variedad de tragos a base de pisco del Pisco Bar (Calle Cantuarias, esquina con Pasaje Tello).
Dormir en un olivar
Capricho del Conde de San Isidro, las verdes hect¨¢reas del bosque del Olivar se convirtieron con el tiempo en un hito de la ciudad, pues en torno a sus verdes parcelas fue creciendo San Isidro, distinguido distrito lime?o. Y entre olivos con cuatro siglos de historia (los tres primeros fueron plantados en 1560) y m¨¢s de 15 especies de aves - la T¨®rtola Orejuda, la Cucul¨ª, la Tortolita, los Gorriones Americanos y los Europeos, entre otras- el Hotel Sonesta El Olivar (www.sonestaperu.com) se funde perfectamente con la tranquilidad y sosiego de este pulm¨®n urbano. Comodidad y buen gusto en pleno distrito de San Isidro.
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