Tesoros divinos para disfrute humano
La mallorquina Sierra de la Tramontana o el colombiano Tri¨¢ngulo del Caf¨¦. Viejas obras de la naturaleza dignas del m¨¢s fino demiurgo que pasan oficialmente a la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad
Lugares de belleza extrema, majestuosa, que dejan perplejo a cualquiera. Visitar uno de los 25 rincones incluidos recientemente en la Lista del Patrimonio de la Humanidad se torna imprescindible. Respirar aire puro desde la cima de la Sierra de la Tramontana, sentir el aroma a caf¨¦ colombiano, pisar las dunas del Wadi Rum, relajarse en las islas Ogasawara o contemplar vestigios de asentamientos humanos en palafitos en torno al macizo de los Alpes. Diez enclaves dignos de ser preservados. Emplazamientos donde el ser humano dej¨® huella en el pasado, donde se convive con la flora y fauna m¨¢s salvaje o donde los feligreses practican su fe. La Unesco los protege pues, como dijo Woody Allen, el futuro es el sitio donde vamos a pasar el resto de nuestra vida.
01 Soplo de aire fresco tramontano
La alineaci¨®n monta?osa m¨¢s grande de Mallorca. Con 90 kil¨®metros de longitud, la Sierra de la Tramontana abarca desde el cabo de Formentor, en Pollen?a, hasta el cabo de Sa Mola, en Andratx. Litoral abrupto, pocas calas y pronunciados acantilados moldean la roca calc¨¢rea erosionada, tan presente en la zona. Lugar de perdici¨®n para excursionistas con infinidad de caminos que recorrer. Inspiraci¨®n para muchos artistas. Paraje monta?oso cubierto de vastas extensiones de flora y fauna. All¨ª se puede contemplar desde El Mirador de Sa Creuet la vista panor¨¢mica de este lugar de extrema belleza que hoy ya forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
02 Tiburones ballena por doquier
La costa australiana de Ningaloo posee una extensi¨®n de 708.350 hect¨¢reas de longitud y uno de los arrecifes m¨¢s largos del mundo, situado muy cerca de la masa de tierra continental. Emplazada en el litoral occidental de Australia, es un lugar de concentraci¨®n de tiburones ballena y numerosas especies marinas, como las tortugas de mar. Su red de grutas y corrientes submarinas contrasta con el paisaje des¨¦rtico tierra adentro. Ver mantas raya, tiburones y corales o incluso hacer snorkel en el gigantesco Ningaloo Reef, el arrecife de Ningaloo.
03 Entre leones del valle keniano
Sin prisa, pero sin pausa. El keniano Gran Valle del Rift -que debe su nombre a la gran depresi¨®n volc¨¢nica o rift donde est¨¢ situado- desaparecer¨¢ dentro de 10 millones de a?os sumergido bajo aguas marinas. La superficie del que fue el primer sitio a?adido a la Lista en la reuni¨®n del Comit¨¦ del Patrimonio Mundial es de 32.034 hect¨¢reas y comprende tres lagos poco profundos comunicados entre s¨ª: el Bogoria, el Nakuru y el Elementaita. Trece especies de aves en peligro de extinci¨®n revolotean por el sistema lacustre. Numerosos mam¨ªferos se abren paso por el territorio keniano: rinocerontes negros, jirafas de Rothschild, leones, onzas, licaones y kud¨²s, ant¨ªlopes africanos perseguidos por cazadores sin escr¨²pulos dado el valor de su cornamenta.
04 Un viaje al pasado sirio
Volver al per¨ªodo de la Antig¨¹edad y a la ¨¦poca bizantina es posible al poner un pie en las cuarenta aldeas antiguas del norte de Siria, agrupadas en ocho parques arqueol¨®gicos. Los vestigios arquitect¨®nicos de sus viviendas, templos paganos, iglesias, cisternas, ba?os termales, construidos desde el siglo I hasta el VII y abandonados entre los siglos VIII y X. La agricultura era un medio de subsistencia para los habitantes de las aldeas, y as¨ª lo demuestran las t¨¦cnicas hidr¨¢ulicas, los muros de protecci¨®n y la parcelaci¨®n agraria de la ¨¦poca romana. Un lugar del presente donde volver al pasado.
05 Un zorro volador en islas japonesas
M¨¢s de treinta islas niponas de Ogasawara, sin¨®nimo de playas paradisiacas, aguas cristalinas y relax. Sus 7.393 hect¨¢reas est¨¢n habitadas por infinidad de animales en peligro de extinci¨®n, como el zorro volador de Bonin o 195 especies de aves. Los peces, cet¨¢ceos y corales tambi¨¦n son numerosos en el archipi¨¦lago, ubicado a unos 1.000 kil¨®metros del centro de la ciudad de Tokio. Vegetaci¨®n muy abundante, catalogada con 441 taxones de plantas nativas en la zona. ?Ojo! Visitar estas islas no es sencillo. Sin acceso a¨¦reo, la ¨²nica forma de llegar es mediante un trayecto de 25 horas en ferry desde el puerto de Tokio. Pero sentirse un explorador entre la fauna y flora sin ser molestado por hordas de turistas, no tiene parang¨®n.
06 Aroma a caf¨¦ colombiano
El paisaje cultural del caf¨¦ de Colombia tiene un valor universal excepcional. Las regiones de Caldas, Quind¨ªo y Risaralda conforman los tres v¨¦rtices del Tri¨¢ngulo del Caf¨¦ y est¨¢n enclavadas en las monta?as del oeste del pa¨ªs. Sus 30.000 hect¨¢reas son s¨ªmbolo del primer producto de exportaci¨®n y tambi¨¦n el fiel reflejo del esp¨ªritu hospitalario de sus habitantes. Tradici¨®n centenaria -que dista mucho de la t¨¦cnica mecanizada que se desarrolla en muchos otros pa¨ªses en la actualidad- consiste en cultivar en plantaciones de caf¨¦ tal y como se viene haciendo desde anta?o: a mano y grano a grano. Es un m¨¦todo costoso que, sin embargo, asegura la calidad ¨®ptima de este paisaje cultural que, tras 14 a?os intentando entrar en la lista, por fin goza de un hueco entre los privilegiados.
07 A cuerpo de rey en Sud¨¢n
El paisaje semides¨¦rtico salpica el que fuera el centro del Reino de Kush. La ciudad de los reyes kushitas en Meroe, comprendida entre el r¨ªo Nilo y el Atbara, y las zonas religiosas de Naqa y Musawwarat es Sufra, conforman los sitios arqueol¨®gicos de la isla de Meroe. Su inclusi¨®n en la Lista del Patrimonio Mundial ha sido un soplo de aire fresco para un pa¨ªs inmerso en la inseguridad y en sus deficientes infraestructuras, que lucha cada d¨ªa por despuntar frente al vecino Egipto, que supera con creces en n¨²mero de turistas a Sud¨¢n.
08 El paisaje m¨¢s parecido a la luna
Imponentes y misteriosas, las formaciones des¨¦rticas de piedras areniscas continentales cubren en Jordania la superficie de la Zona Protegida del Wadi Rum. Ubicado dentro del desierto de Hisma, se extiende al este del Valle del Jord¨¢n y al sur de la escarpada meseta central de Jordania. James Irwing, astronauta del Apollo 15, coment¨® al Rey Hussein que este desierto es lo m¨¢s parecido a lo que se puede ver en la luna. En efecto, el conocido como Valle Lunar no deja indiferente a nadie. Escenario en la pel¨ªcula Lawrence de Arabia, art¨ªfice junto al pr¨ªncipe Faisal Bin Hussein de la Gran Revoluci¨®n ?rabe de 1916. Permite recorrer angostos pasadizos donde disfrutar de la erosi¨®n de las rocas, ver la puesta de sol y sentir la espectacularidad de su silencio.
? http://blogs.elpais.com/paco-nadal
09 Lugar de culto en Nicaragua
Construida entre 1747 y principios del siglo XIX, es s¨ªmbolo de la nacionalidad nicarag¨¹ense por excelencia. De construcci¨®n barroca colonial, la Catedral de Le¨®n (la de Nicaragua, que no la espa?ola) presume de ser la m¨¢s grande de Centroam¨¦rica. Pasadizo desde la arquitectura barroca hasta la neocl¨¢sica, sin dejar de lado la sobriedad de su decoraci¨®n interior, la abundancia de luz natural, su estilo ecl¨¦ctico o la relevancia de obras como el altar flamenco o las pinturas de las catorce estaciones del V¨ªa Crucis, obra del artista local Antonio Sarria. Un eslab¨®n en el recorrido de la historia, un reconocimiento a la fe, un compromiso para los nicarag¨¹enses.
10 Viviendas primitivas sobre estacas
Francia, Alemania, Suiza, Italia, Eslovenia y Austria tienen un tesoro com¨²n. Los 111 palafitos prehist¨®ricos, construidos entre el a?o 5000 y el siglo V a.C. sobre lagos, a orillas de los r¨ªos y en zonas pantanosas. Pocos han sido excavados o estudiados en profundidad. Vitales son los datos que se pueden extraer de ellos sobre el modo de vida de la humanidad en torno al macizo de los Alpes entre el Neol¨ªtico y la Edad de Bronce. Su poblaci¨®n destacaba por estar siempre en contacto con entornos lacustres y con el medio ambiente. En la actualidad son viviendas primitivas que se hallan dentro de un lago, sobre estacas o pies derechos.
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