George Town: Aire colonial
Aromas de nostalgia hacia una era colonial ya pasada se extienden por las calles de George Town, la capital de la isla malaya de Penang. La combinaci¨®n de tarifas fijas de arrendamiento, que ralentizaron el desarrollo urbano de la zona, con fastuosas casas solariegas de influencia brit¨¢nica y locales de estilo chino hacen de ella una de las pocas ciudades asi¨¢ticas que mantienen ese encanto propio del viejo mundo. Pero los tiempos cambian en George Town. El control sobre los alquileres se derog¨® en 2000 y, hace cuatro a?os, una parte de la ciudad fue designada patrimonio mundial por la Unesco bajo el nombre (con poco encanto) de la Zona Centro. Es una medida que, afortunadamente, mantiene alejados a los grandes promotores y a las excavadoras, y da la bienvenida a los emprendedores independientes.
Narelle McMurtrie lleg¨® de Sidney para abrir el popular y multicultural China House (l¨¦ase caf¨¦-biblioteca-galer¨ªa-restaurante-tienda y sala de conciertos) en dos locales restaurados de Victoria Street a finales del a?o pasado. "Fue una apuesta ver si funcionar¨ªa o no. En Penang, las cosas no han hecho m¨¢s que empezar a ocurrir", dice.
Por toda la Zona Centro, personas como McMurtrie est¨¢n apostando por el barrio, devolvi¨¦ndole su gloria anterior, casa por casa. Ya sea invirtiendo millones en convertir viejos edificios en hoteles boutique o abriendo caf¨¦s con un presupuesto ajustado, la cosa funciona. Y a¨²n mejor: hay mucho sitio para que se establezcan m¨¢s negocios y residentes.
COMER Y BEBER
? Restaurante Teksen
Con su rica mezcla de culturas, no sorprende que Penang sea un para¨ªso para comidistas. En la Zona Centro se encuentra de todo: desde cocina india hasta restaurantes de inspiraci¨®n europea, pasando por propuestas culinarias de China y Malasia. Un restaurante favorito entre los lugare?os es Teksen, que sirve un fant¨¢stico cerdo asado con arroz. Siempre est¨¢ abarrotado a mediod¨ªa, as¨ª que conviene llegar pronto. Cierra los martes.
? 18-20 Carnarvon Street.
? China House
Con un men¨² de postres y pasteles que tiene a la gente haciendo cola, China House sirve platos occidentales influidos por la cocina asi¨¢tica. El agradable entorno, incluyendo la galer¨ªa del piso de arriba, que expone a artistas emergentes de la regi¨®n, y la sala de lectura, surtida de libros de segunda mano, es tan acogedor como el personal. Pronto abrir¨¢n un caf¨¦ en el patio y una tienda de objetos para la casa.
? 153-155 Beach Street y 183B Victoria Street.
ALOJAMIENTO
? Muntri Mews
Restaurado y gestionado por Christopher Ong, nativo de George Town que regres¨® tras haber trabajado en Australia como inversor en banca, Muntri Mews es un edificio encantador de dos plantas usado en su d¨ªa como establo por su tatarabuelo. Hoy, Ong mantiene en ¨¦l nueve habitaciones. Los hu¨¦spedes toman caf¨¦ en el restaurante de la planta baja o en la terraza. Ong va a abrir esta primavera otros dos alojamientos boutique en el vecindario.
? Lovelane
Lovelane, el ¨²ltimo en llegar a la gran miscel¨¢nea de peque?os hoteles de la Zona Centro, est¨¢ ubicado en un edificio centenario. Ha sido restaurado con cari?o para albergar diez suites, cada una dise?ada con un estilo diferente, desde el ecl¨¦ctico de los estrechos hasta el angloindio. Todas ellas est¨¢n equipadas con muebles de aires vintage. A pesar de llevar abierto solamente desde finales del a?o pasado, Lovelane est¨¢ siempre lleno.
ARQUITECTURA
La Zona Centro de George Town es un batiburrillo de lo m¨¢s representativo de la arquitectura ecl¨¦ctica de los estrechos -una mezcla de los estilos chino, malayo y europeo-, de peculiares edificios art d¨¦co y del racionalismo de los a?os sesenta. Caminando desde Little India, donde los vendedores ambulantes vocean los ¨²ltimos grandes ¨¦xitos de Bollywood, hasta la m¨¢s reposada calle de Armenia, donde se est¨¢n instalando galer¨ªas modernas, se suceden tiendas coloristas junto a otras desvencijadas. Muchos de los edificios de dos plantas solo tienen unos cuantos metros de ancho (les aplicaban los impuestos de acuerdo con su anchura), pero llegan a tener hasta 60 metros de profundidad. Dentro de las elegantes casonas de estilo ingl¨¦s encontramos patios, techos altos y ventiladores ronroneando. "George Town es como una se?ora mayor espl¨¦ndida que no necesita cambiar mucho, pero a la que le vendr¨ªa bien un poquito m¨¢s de maquillaje y alg¨²n retoque", dice el hotelero y emprendedor Christopher Ong.
SERVICIOS
? Blue Mansion
El arquitecto de Penang Laurence Loh pas¨® en coche por delante de la desvencijada Blue Mansion de Cheong Fatt Tze, una mansi¨®n anglochina con patio que data de 1888, y pens¨®: "Este lugar va a acabar conmigo". Veintid¨®s a?os despu¨¦s, Laurence Loh ha devuelto al edificio su azul cobalto original y ha instalado 16 habitaciones en ¨¦l (donde se pueden alojar hu¨¦spedes; a partir de unos 93 euros la noche), suelo de baldosas procedentes de Stoke-on-Trent, en el Reino Unido, herrer¨ªa y forja escocesas, vidrieras de estilo art nouveau y porcelana china de t¨¦cnica chien-nien (recorta y pega). La casa fue originalmente construida por el magnate Cheong, que hab¨ªa construido por toda Asia, pero la Blue Mansion de Penang es la m¨¢s fastuosa de todas. Loh es la persona ideal a quien consultar si alguien busca la ayuda de un experto para restaurar un inmueble de la Zona Centro.
? www.cheongfatttzemansion.com
? Traducci¨®n por Mercedes Cebri¨¢n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.