En Estambul la m¨²sica baja del cielo

Los espa?oles estamos acostumbrados que para entrar en un restaurante, o una discoteca la ¨²nico que hay que hacer es pasar una puerta ¨Cbueno, y el ¡°segurata¡± en el caso de la disco¨C. A veces hay que subir uno o dos escalones para ir al perchero y con total seguridad, si se trata de una sala grande, descender unas escaleras para llegar a la pista de baile.

En Estambul las discotecas no se encuentran en los s¨®tanos, ni siquiera est¨¢n en la planta baja. La mayor¨ªa de discotecas, restaurantes o terrazas est¨¢n en las azoteas de los edificios. Por eso la primera impresi¨®n que tiene un turista que camina por la calle Istiklal (la Gran Via de Estambul) es que la m¨²sica baja del cielo.

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La superpoblaci¨®n de la ciudad es uno de los motivos para que los due?os de los bares decidan abrir las terrazas en las azoteas. Con 17 millones de habitantes hay poco espacio en la calle. Otro de los motivos es la cantidad de edificios vac¨ªos que los pogromos de los a?os cincuenta dejaron en Beyoglu, la zona de bares por antonomasia. Algunos intentan encontrar la explicaci¨®n, para mi m¨¢s rebuscada, en una tradici¨®n ancestral de los hititas, uno de los primeros pueblos de Anatolia y de los que se tiene rastro. Seg¨²n los arque¨®logos, sus ciudades se parec¨ªan a una colmena. Las casas se constru¨ªan una al lado de otra, sin calles y la gente iba de casa en casa a trav¨¦s de las azoteas. Las terrazas de los hititas eran los lugares de reuni¨®n de las familias o vecinos, un poco como ahora. Visto desde el aire, algunas zonas de Estambul, recuerdan lo que ser¨ªa una ciudad hitita a gran escala.

Hay terrazas para todos los gustos. Algunas, como Konak Terras, son restaurantes con hermosas vistas al cuerno de Oro donde la ¨²nica pega es que no se puede consumir alcohol. Otras como (Istiklal Street. M?s?r Apartment. Planta octava. (0090) 212 251 10 42), donde tomar un buen c¨®ctel de tarde y bailar hasta el amanecer junto a las antenas de la iglesia de San Antonio de Padua. Pero lo mejor de todo para mi gusto, son las terrazas que aparecen en los pisos particulares aprovechando el descontrol legislativo que existe en la ciudad. Estas terrazas ¡°clandestinas¡± tienen el gusto a?adido de que tan solo los locales las conocen. Algunas son casas de comida, otras bares donde tocan m¨²sicos de bajo presupuesto. Lo ¨²nico malo es que aqu¨ª la ¡°¨²ltima¡± a veces es la ¨²ltima de verdad. Nunca sabes si la semana que viene seguir¨¢ ah¨ª.