Un secreto revelado
Comporta, en Portugal, ha permanecido intacto durante d¨¦cadas 60 kil¨®metros de playa al sur de Lisboa, que inspira a emprendedores con propuestas en las que el desarrollo y el respeto al medio ambiente tratan de equilibrarse
El Algarve es una palabra malsonante en Comporta, la playa blanca que se extiende ininterrumpidamente a lo largo de 60 kil¨®metros, a una hora y media al sur de Lisboa. El r¨¢pido desarrollo tur¨ªstico sin freno que sigui¨® a la ca¨ªda del r¨¦gimen del Estado Novo en 1974 provoc¨® que gran parte de esta regi¨®n se convirtiese en un mar de cemento, tumbonas de pl¨¢stico, cerveza barata y patatas fritas con que abastecer a la multitud que all¨ª aterriza para broncearse y despegar de nuevo. Si uno se queda un rato durante un d¨ªa caluroso de finales de verano en la franja infinita de la afamada arena de Comporta, cuando sopla la brisa y sin un alma a la vista, no resulta dif¨ªcil entender por qu¨¦ los que all¨ª residen quieren guardarse para ellos este para¨ªso. Comporta tiene muchas facetas: arrozales, altas dunas de arena, el delta del r¨ªo Sado, hect¨¢reas de pinares, demasiados mosquitos, pueblecitos aletargados rebosantes de casas encaladas pertenecientes a granjeros y pescadores, con ventanas enmarcadas en azul y tejados rojos que crujen. La vida tradicional es autosuficiente y precisa lo b¨¢sico: la tierra es f¨¦rtil para plantar hortalizas, y un kilo de ostras del pescador local cuesta solo 4 euros.
Esta franja de naturaleza costera est¨¢ intensamente protegida como reserva ecol¨®gica, natural y agr¨ªcola, cosa que ayuda a la hora de eliminar los bloques de apartamentos de hormig¨®n. Casi nada ha cambiado aqu¨ª durante d¨¦cadas. Incluso las cig¨¹e?as que todo lo presiden desde sus nidos gigantescos y de precario equilibrio se toman la vida a su ritmo.
Pero como era de esperar, las cosas en Comporta est¨¢n empezando a transformarse: se compran terrenos, se construyen casas y comienzan a escucharse idiomas extranjeros (franc¨¦s, principalmente) en las calles del pueblo. Comporta est¨¢ cambiando gracias a la familia Espirito Santo, propietaria de una porci¨®n de terreno nada desde?able en la zona desde 1955, excepto durante un interludio entre 1974 y 1991 en que las tierras se nacionalizaron.
Tras volver a comprar sus tierras, la familia estableci¨® la Herdade da Comporta en 2004, una empresa de desarrollo agr¨ªcola y tur¨ªstico que actualmente da trabajo a unas 50 personas y supervisa las 12.500 hect¨¢reas de terreno que posee. Debido a que la mayor parte de este terreno est¨¢ estrictamente protegido, poco se puede hacer en lo que respecta al desarrollo urban¨ªstico. Dicho esto, la Herdade consiste hoy d¨ªa en cinco restaurantes propiedad de tres due?os, una bodega, un museo dedicado al arroz y un picadero, a los que pronto se unir¨¢n un hotel de la cadena Aman (que abrir¨¢ en 2015) y dos campos de golf.
Asimismo, hay tres zonas tur¨ªsticas residenciales bastante cercanas, con m¨¢s de 70 parcelas, para casas en diversos estados de construcci¨®n (y venta), aunque la tierra constituye solamente un 1% de lo que poseen. Los nuevos edificios, en buena parte obra del arquitecto Pedro Ferreira Pinto, son sensibles al paisaje de la zona y a la tradici¨®n local, con alg¨²n que otro bloque de hormig¨®n modernista brasile?o desperdigado por ah¨ª. ¡°Aqu¨ª, menos es m¨¢s¡±, afirma Ferreira Pinto, ¡°en Comporta no hay sal¨®n porque se vive fuera¡±.
Afortunadamente, todos aquellos vinculados a los proyectos de desarrollo est¨¢n de acuerdo en que lo principal es la conservaci¨®n e integraci¨®n de las comunidades ya existentes. ¡°Hay 3.600 habitantes que residen en siete pueblos de la zona¡±, explica Carlos Beir?o da Veiga, nieto del miembro de la familia Esp¨ªrito Santo que en su d¨ªa compr¨® terrenos en Comporta, y que ahora se ocupa de la Herdade. ¡°Queremos introducir poco a poco el turismo, que traer¨¢ consigo empleos, ingresos y calidad de vida. Pero no se trata de plantar aqu¨ª una urbanizaci¨®n que arrase con todo y no nos d¨¦ nada¡±.
Por el momento, Comporta da la impresi¨®n de ser un club donde todos sus miembros se conocen. Para quien desee comprar una parcela o vivienda, ya sea dentro o fuera de los terrenos de la familia Esp¨ªrito Santo, el proceso ser¨¢ mucho m¨¢s r¨¢pido si ya conoce a alguien. ?Y qu¨¦ pasa con la gente del pueblo? ¡°El desarrollo tiene mala reputaci¨®n por aqu¨ª¡±, afirma una se?ora del pueblo de Comporta, ¡°pero es porque se ha llevado a cabo un desarrollo urban¨ªstico equivocado muy cerca de esta zona y muy recientemente. Aunque ser¨ªa una locura no compartir un lugar tan bonito con m¨¢s gente. Comporta nunca ser¨¢ El Algarve: hemos logrado que no puedan tocar la playa, y dado que el terreno est¨¢ tan protegido, solo pueden construir hasta cierto punto. Y por supuesto, tenemos los mosquitos de nuestro lado, aqu¨ª tambi¨¦n¡±.
? Hugo Macdonald es el editor de la secci¨®n de dise?o de Monocle.
? Traducci¨®n de Mercedes Cebri¨¢n.
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