La catedral de Sevilla vista desde arriba

La forma tradicional de visitar la catedral de Sevilla es desde abajo, una perspectiva que no deja lugar a dudas del enorme valor de esta construcci¨®n declarada en 1987 Patrimonio de la Humanidad -junto al Real Alc¨¢zar y el Archivo de Indias- y en 2010 bien de Valor Universal Excepcional. Sin embargo, existe una visita alternativa: desde arriba, desde las cubiertas. Un punto de vista muy distinto de la que es la catedral g¨®tica cristiana con mayor superficie del mundo.

La construcci¨®n de la catedral de Santa Mar¨ªa de la Sede de Sevilla empez¨® en 1401, aunque este dato no est¨¢ suficientemente documentado. Por el contrario, s¨ª hay constancia de que la ¨²ltima piedra se coloc¨® el 10 de octubre de 1506. Despu¨¦s, durante siglos, se han estado realizando trabajos de forma ininterrumpida, como la ¨²ltima sustituci¨®n, en 2008, de los 576 sillares de los pilares que sustentan el templo.

Su historia comienza en 1172 cuando el califa almohade Abu Yacub Jusuf orden¨® la construcci¨®n de una mezquita en los terrenos donde actualmente se ubica. Durante siglos ha ido integrando en su fisonom¨ªa las particularidades de las diferentes culturas que han pasado por la ciudad, adaptando y enriqueciendo el edificio con los estilos que han hecho posible que podamos admirarla tal y como es en la actualidad.

Almohade, mud¨¦jar, g¨®tico, renacentista, barroco¡­ No hay estilo que no tenga su representaci¨®n en alguna parte o rinc¨®n de la catedral. As¨ª que un recorrido guiado aportar¨¢ al visitante una visi¨®n completa de la vida de la que se consider¨® como ¡°tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren labrada nos tengan por locos¡±, seg¨²n consta en el acta capitular de los can¨®nigos que ordenaron su reconstrucci¨®n en 1401, despu¨¦s de que en 1356 el edificio sufriera grandes desperfectos a causa de un terremoto.

La visita a las cubiertas de la catedral comienza en la puerta de la Campanilla, cuyo nombre proviene de la campanilla que serv¨ªa para avisar a los obreros que estaban trabajando en su construcci¨®n. A partir de aqu¨ª el gu¨ªa conduce al grupo hasta el mismo tejado de la catedral a trav¨¦s de unas escaleras de caracol. En este espacio abierto se pueden apreciar a¨²n las marcas que los constructores usaron para lograr una perfecta edificaci¨®n y admirar las canalizaciones de agua con sus correspondientes g¨¢rgolas, sus arbotantes, contrafuertes y las c¨²pulas de las capillas. Tocar sus muros y asomarse por las barandillas de piedra para contemplar el patio de los Naranjos, el del Archivo de Indias junto con la entrada y murallas de los Reales Alc¨¢zares son un excelente punto de vista. Un momento especial de la visita llega cuando se pasa junto al roset¨®n que preside la puerta de la Asunci¨®n; las vistas de la avenida de la Constituci¨®n y de la ciudad de Sevilla son admirables.

Una vez en el interior, el recorrido atraviesa estrechas puertas y pasillos para poder contemplar desde las alturas la capilla Mayor, situada en el centro de la catedral, donde se encuentra la mayor superficie de madera policromada que existe: el retablo Mayor. De arriba tambi¨¦n es posible observar las dem¨¢s zonas interiores: las b¨®vedas, el crucero, los ¨®rganos y el coro.

Normalmente, las catedrales g¨®ticas est¨¢n formadas por dos naves que se cruzan, sin embargo en la de Sevilla no es as¨ª, pues est¨¢ formada por cinco naves sostenidas con 36 pilares. El punto central donde se encuentran las naves es el crucero y lo componen la capilla Mayor y el coro. Resulta impresionante contemplar tan cerca las b¨®vedas de esta parte de la catedral y caminar detr¨¢s de los ¨¢ngeles, querubines y dem¨¢s obras de arte que adornan su interior. El coro, compuesto por 67 sillares altos y 50 bajos, est¨¢ al lado de los ¨®rganos. A simple vista puede parecer que solo hay uno, pero en realidad est¨¢ formado por dos cajas independientes del siglo XVIII que, no obstante, pueden unirse y ser tocados desde una consola central compuesta de cuatro teclados manuales, uno de pedal y alrededor de 7000 tubos.

Merece menci¨®n especial, la posibilidad que ofrece el recorrido de contemplar en el mismo plano las vidrieras creadas por Mateo Mart¨ªnez, Vicente Menardo o Arnao de Flandes, entre otros artistas.

El tour no incluye la visita a la Giralda, que era el alminar de la mezquita, aunque su vista desde las cubiertas de la catedral aporta al visitante unos detalles que desde otra perspectiva no se pueden apreciar.

La visita se realiza en grupos previamente concertados, con un m¨ªnimo de 10 personas y un m¨¢ximo de 25. El precio es de 12 euros por persona e incluye un seguro de accidentes y la compa?¨ªa de un t¨¦cnico de la catedral que acompa?a durante toda la visita al grupo. Debido a la dificultad de la visita y por motivos de seguridad existen ciertas limitaciones: no se permite el acceso a menores de 13 a?os y hasta los 18 deben de ir acompa?ados por un adulto. Adem¨¢s, los mayores de 70 a?os deben de enviar previamente un escrito conociendo y aceptando las normas y riesgos, adem¨¢s de la no inclusi¨®n en el seguro de accidentes voluntario.

Para m¨¢s informaci¨®n y reservas: 0034 902 099 692 o reservas@catedraldesevilla.es

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