Talleres de joyas en Bremen

Bremen es una ciudad llena de joyas. En los ¨²ltimos a?os han surgido numerosos talleres y estudios dedicados a la talla de metales preciosos y a la orfebrer¨ªa. Entre los distintos espacios dedicados a esta nueva artesan¨ªa destacan los que se concentran en Viertel, el barrio. Esta zona es un aut¨¦ntico hervidero de creatividad y sus calles adoquinadas se han convertido en el hogar de multitud de artistas.

Desde hace 5 a?os, Karl Oswald Mayer? posee un peque?o taller en el coraz¨®n del barrio (Beim Steinernen Kreuz, 12-14). Una callejuela silenciosa y pr¨¢cticamente escondida acoge su estudio. En el escaparate nos muestra varias de sus ¨²ltimas creaciones: potentes, casi masculinas, fr¨ªas y con predominio del color blanco. Esta fuerte imagen contrasta con el espacio tan acogedor en el que trabaja, donde el azul petr¨®leo de las paredes enmarca perfectamente sus joyas, expuestas en vitrinas estrat¨¦gicamente iluminadas. Sentado en unas antiguas butacas de teatro, el cliente puede probarse los dise?os de Karl que, ajeno a modas, sigue su instinto e intuici¨®n a la hora de crear, partiendo siempre de las caracter¨ªsticas y particularidades de los materiales con los que trabaja.

Sonnenschein/Kr¨¹tzkamp (Auf den H?fen, 90) es otro tipo de taller totalmente distinto, mezcla de cajas fuertes, joyas expuestas a modo de galer¨ªa de arte y herramientas propias de un herrero medieval. Tres artesanos crean aqu¨ª piezas exclusivas bajo petici¨®n del cliente. Ofrecen tambi¨¦n una peque?a colecci¨®n en su escaparate pero su principal mercado son personas que buscan una joya ¨²nica y a medida. Con excelentes materias primas consiguen infundir un estilo individual a cada pieza y asesoran a sus clientes durante todo el proceso creativo. Los precios de estas singulares joyas dependen de los materiales, pudiendo oscilar entre los 60 y los 6.000 euros. En este estudio el dise?o y la funcionalidad adquieren la misma importancia. El tiempo es lo de menos, se trabaja sin prisas.

El taller de Christina Mihalic (Weberstrasse, 37) es simplemente precioso. Un fabuloso sof¨¢ de terciopelo rojo da la bienvenida al cliente, el dorado de los espejos y las l¨¢mparas ilumina las paredes r¨²sticas y el conjunto de contrastes crea un ambiente casi teatral. Al fondo, puede verse su mesa de trabajo. Suele dise?ar piezas individuales a las que otorga de gran personalidad mezclando oro y plata en formas geom¨¦tricas. Su inspiraci¨®n surge siempre de las gemas con las que trabaja. En su estudio no solo se venden joyas, hay mucha m¨¢s actividad: Christina ofrece clases de orfebrer¨ªa cada semana, una suerte de cursos exclusivos en los que ense?a a trabajar metales y piedras preciosas. Tambi¨¦n tiene un servicio de reciclaje de joyas antiguas. Aprovecha piezas ya estropeadas para crear otras nuevas, sin que ¨¦stas pierdan ning¨²n valor, incluido el sentimental. El taller m¨¢s solicitado tiene lugar los s¨¢bados por la ma?ana: matrimonios que dise?an, tallan y gravan sus propias alianzas. Adem¨¢s, la orfebre fotograf¨ªa el proceso para que los novios puedan tener un recuerdo especial. Bonito, ?no?

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