Quien lo vive es quien lo goza
La ciudad colombiana se prepara para su fabuloso carnaval convertida en Capital Americana de la Cultura. Aqu¨ª naci¨® el compositor de ¡®Se va el caim¨¢n¡¯, y en el club La Troja, la noche es para bailar
Barranquilla no tiene historia, aqu¨ª no vinieron los espa?oles¡±, dice Parag¨¹ita, una de las figuras del carnaval de esta ciudad colombiana. Enmarcada entre el r¨ªo Magdalena y el mar Caribe, famosa por el porro Se va el caim¨¢n que compuso en 1941 Jos¨¦ Mar¨ªa Pe?aranda, en Barranquilla reluce especialmente el colorido del carnaval, uno de los m¨¢s importantes de Am¨¦rica Latina, declarado patrimonio inmaterial por la Unesco en 2003, parte esencial de los barranquilleros, casi tanto como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, que vivi¨® en la ciudad en su juventud.
Del 9 al 12 de febrero se produce la batalla (desfile) de Flores y da comienzo la fiesta para la que muchos de los habitantes de Barranquilla (m¨¢s de un mill¨®n) est¨¢n un a?o prepar¨¢ndose. Hasta que Joselito no se va con las cenizas, la ciudad bulle, y m¨¢s ahora por el hecho de haber sido declarada capital americana de la cultura.
9.00 Precarnaval
Antes de llegar a la Casa del Carnaval en el barrio Abajo y comprender por qu¨¦ la ciudad est¨¢ salpicada de m¨¢scaras de toros, extra?os animales con dejes f¨¢licos y flores, el centro hist¨®rico de Barranquilla da algunas pistas de su historia. Desde 2008, la zona donde naci¨® la ciudad se encuentra en pleno proceso de reconstrucci¨®n debido al caos urban¨ªstico y a la invasi¨®n del espacio p¨²blico por el comercio ambulante.
La plaza de San Nicol¨¢s (1), las iglesias de San Jos¨¦ (2) y San Roque (3), el paseo de las Palmas (4) y las construcciones neocl¨¢sicas y art d¨¦co se entreveran con edificios m¨¢s humildes que relatan en sus fachadas el origen de esta poblaci¨®n hasta la que unos ganaderos de la ribera del Magdalena llegaron en busca de agua para sus vacas a finales del siglo XVII.
11.00 El viaje de Le Corbusier
Otro aspecto interesante de la ciudad es su relaci¨®n con el Movimiento Moderno de arquitectura (de hecho, Le Corbusier visit¨® Barranquilla en los a?os cuarenta, en uno de sus viajes a Colombia para poner en marcha su finalmente frustrado plan urban¨ªstico de Bogot¨¢). La energ¨ªa constructiva de aquellos a?os resiste a duras penas en Barranquilla; algunos edificios de la ¨¦poca que va entre 1946 y 1964 han sido demolidos o modificados, pero la poderosa influencia del Movimiento Moderno a¨²n se detecta en lugares como la iglesia Torcoroma (5), de Jos¨¦ Alejandro Garc¨ªa y Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, la sinagoga Bet-El (6), de Roberto Acosta e Israel Schwartz, el centro c¨ªvico (7) o, incluso, en la catedral (8), extra?o encargo de los a?os cincuenta a uno de los arquitectos de Mussolini, Angelo Mazzoni, que firm¨® un proyecto luego retocado durante la construcci¨®n. Antes de la llegada de las vanguardias, el llamado estilo republicano se desarroll¨® en 1900 con edificios como el hotel El Prado.
12.00 Instrucciones carnavalescas
La Casa del Carnaval (9) (Carrera 54, 49b-39) es una gran mansi¨®n colonial, construida en 1929, que la familia Caridi Mitrani remodel¨® y cedi¨® en 2000 a la asociaci¨®n Carnaval SA para sede log¨ªstica y muse¨ªstica. En su patio interior de columnas retumba el sonido de la gran celebraci¨®n en su versi¨®n cumbiera, salsera y de vallenato. En una sala, el visitante puede probarse virtualmente los disfraces de las comparsas y descubrir la artesan¨ªa que se exhibe en la gran batalla de flores el d¨ªa grande de la fiesta de febrero.
13.00 Tras los pasos de Obreg¨®n
El artista pl¨¢stico Alejandro Obreg¨®n, hijo de padre barranquillero y madre catalana, regres¨® a la ciudad en 1944, donde residir¨ªa coloreando la ciudad hasta su muerte. Su participaci¨®n cultural en el Grupo de Barranquilla la complet¨® con la direcci¨®n de la Escuela de Bellas Artes en los sesenta. Su obra sorprende en el teatro Amira de la Rosa (10), al aparecer y desaparecer en cada funci¨®n cuando cae el tel¨®n por ¨¦l pintado. Tal vez sea en el Museo de Arte Moderno de Barranquilla (11) donde se encuentre su trabajo m¨¢s representativo, que se nutre de las leyendas y los mitos del colorido folclore caribe?o en una sala que lleva su nombre. Y los paseantes admirar¨¢n un espl¨¦ndido mural suyo de los cincuenta en el edificio Mezhari, en la carrera 53 con la calle 76.
14.00 Un grupo muy animado
A mediados de los cincuenta, el Grupo de Barranquilla, la tertulia que compart¨ªan los intelectuales Jos¨¦ F¨¦lix Fuenmayor, Germ¨¢n Vargas y Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, se muda al restaurante La Cueva (12) (Carrera 43), lugar id¨®neo para combinar borrachera y literatura. Este es el ¨²ltimo reducto del circuito de bares y librer¨ªas que el grupo frecuentaba en la ciudad. La decoraci¨®n se ha renovado, pero se mantiene la escotilla en la pared que tantos relatos inspir¨® al Grupo de Barranquilla, entre otros, Cien a?os de soledad. Hoy, este espacio, adem¨¢s de un lugar perfecto para probar la gastronom¨ªa de la regi¨®n, se ha convertido en fundaci¨®n y propone numerosas actividades culturales. El sancocho de La Tiendecita (13) y los platos sirio-libaneses del restaurante ?rabe Gourmet (14), que dan cuenta gastron¨®mica de la inmigraci¨®n de estas dos comunidades en el siglo XIX, son dos interesantes propuestas.
17.00 Museo del Caribe
El Museo del Caribe (15), primer museo regional de Colombia, obra del arquitecto Gian Carlo Mazzanti, confronta las relaciones hist¨®ricas, ambientales y socioculturales en seis salas, y permite oler, probar, escuchar y ver los sonidos, la gastronom¨ªa y el paisaje de esta esquina del Caribe. El edificio se alza en el Parque Cultural del Caribe, una zona de jardines donde los habitantes de Barranquilla se re¨²nen para pasar la tarde a la sombra de los ¨¢rboles.
19.30 Lectura del bando
La lectura del bando marca el inicio del Carnaval. En un gran acto en el estadio de Romelio Mart¨ªnez (16), en el que se mezcla el folclore africano, espa?ol e ind¨ªgena, la reina, mediante decreto, ordena y manda el inicio de la fiesta, y entonces s¨ª se empieza a comprender el lema de la celebraci¨®n: ¡°?Quien lo vive es quien lo goza!¡±.
22.00 La salsa brava
Entrada la noche, la cumbia, el vallenato y la salsa toman la ciudad. Hace 47 a?os, ¡°la salsa brava¡± encontr¨® su casa en el club La Troja (17), en la Carrera 44, Calle 74. ¡°Esta es la casa de la ciudad¡±, dice uno de los camareros mientras sirve una botella de aguardiente en un cubo con mucho hielo. El bar se despliega en una gran terraza exterior donde los barranquilleros de todas las clases sociales y diferentes edades, curiosos y turistas se mezclan en un baile vertiginoso regado por alcohol y alegr¨ªa caribe?os, que siempre se acaba expandiendo m¨¢s all¨¢ del recinto hasta cortar la calle aleda?a.
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