La memoria de Sefarad en C¨®rdoba
La Casa de Sefarad recupera el legado de los jud¨ªos expulsados en el siglo XV
En C¨®rdoba, como en Toledo, la huella material de los jud¨ªos queda reflejada en sus juder¨ªas y sinagogas. A pesar de su expulsi¨®n, di¨¢spora y persecuci¨®n, los sefard¨ªes supieron mantener su memoria, cuya lengua y tradiciones se mantienen en enclaves mediterr¨¢neos e iberoamericanos.
Despu¨¦s de que revueltas antisemitas despoblaran la juder¨ªa cordobesa y que un edicto obligara al destierro de sus moradores en 1483, su memoria parece restituirse. Tras seis siglos de dichos sucesos, la Casa de Sefarad, enclavada en el mismo coraz¨®n de la Juder¨ªa, frente a la sinagoga de C¨®rdoba, hace justicia hist¨®rica recuperando un legado todav¨ªa vivo. Puente entre el pasado y el presente de la cultura jud¨ªa, pretende rescatar costumbres, tradiciones, actitudes y gestos que emergen en lo festivo, lo alimentario, lo coloquial. Nos quedar¨ªamos cortos al definirlo como museo, ya que por su trayectoria y pretensiones, este centro privado, instalado en lo que fue una casa mud¨¦jar, se ha convertido en un referente de difusi¨®n y dinamizaci¨®n cultural de la ciudad.
Una exposici¨®n permanente ocupa dos plantas con salas dedicadas a la vida dom¨¦stica, las mujeres de Al-Andalus, la Juder¨ªa de C¨®rdoba, ciclos festivos, m¨²sica sefard¨ª, Maim¨®nides, la sinagoga y la inquisici¨®n. Para ello, vitrinas con piezas e instrumentos musicales acercan al visitante a los principales momentos y sonidos de fiestas judeo-sefard¨ªes, as¨ª como la indumentaria, trajes de boda, menaje de cocina, ajuares y joyas. En la segunda planta, el libro hebraico por excelencia, el Sefer Tor¨¢, preside la sala de la sinagoga. Si Maim¨®nides, figura cumbre del pensamiento jud¨ªo, fue homenajeado por su ciudad hace 46 a?os con una efigie y una peque?a plaza cercana a la Casa de Sefarad, esta instituci¨®n le dedica un interesante espacio. A trav¨¦s de una biograf¨ªa gr¨¢fica, una cartograf¨ªa de su di¨¢spora y un audiovisual se recorre su obra, vida y legado. Asimismo, la inquisici¨®n y la persecuci¨®n de los conversos (jud¨ªos convertidos al cristianismo que manten¨ªan sus creencias) son testimoniados a trav¨¦s de manuscritos de inquisidores. Los autos de fe nos recuerdan los procesos por los que miles de v¨ªctimas durante 400 a?os fueron condenadas a c¨¢rceles, hoguera y otras penas.
Pero no todo queda en lo expositivo, ya que el director del centro, Sebasti¨¢n de la Obra, bibli¨®filo y bibliotecario empedernido, fund¨® aqu¨ª una biblioteca-centro de documentaci¨®n con una importante colecci¨®n bibliogr¨¢fica, hemerogr¨¢fica, archiv¨ªstica y audiovisual. Investigadores y eruditos obsesionados con Sefarad, Al-Andalus, y las di¨¢sporas hallar¨¢n aqu¨ª 15.000 t¨ªtulos; fondos que la convierten en un espacio de pensamiento privilegiado.
El patio, la biblioteca y el entorno de la Casa de Sefarad siguen manteniendo una estudiada programaci¨®n cultural que acoge a las figuras m¨¢s relevantes del pensamiento y del panorama art¨ªstico judeo-sefard¨ª en coloquios internacionales, tertulias, conferencias especializadas, presentaciones de libros, ciclos musicales, talleres, jornadas, recitales y obras teatrales. Por el compromiso en pro de la diversidad y el encuentro intercultural, la Casa de Sefarad de C¨®rdoba recibi¨® no hace mucho la medalla de Andaluc¨ªa.
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