Donde Polanski aprendi¨® cine
Lodz, una ciudad cuya escuela marc¨® la sensibilidad de los cineastas polacos
En Varsovia tomamos un tren a Lodz. Para primero en la estaci¨®n de Zyrard¨®w. Luego se dirige hacia la de Skierniewice. De nuevo se detiene en Rog¨®w y Koluszki. Y finalmente alcanzamos nuestro destino. El viaje ha sido muy agradable, pues me ha ayudado a reconocer el pa¨ªs al cual se refiere Herbert en esta breve prosa po¨¦tica: ¡°Justo en un rinc¨®n de este viejo mapa hay un pa¨ªs que a?oro. Es la patria de las manzanas, las colinas, los r¨ªos perezosos, el vino agrio y el amor. Por desgracia, una gran ara?a teji¨® sobre ¨¦l su tela y con su viscosa saliva cerr¨® las aduanas del sue?o. Y es siempre as¨ª: el ¨¢ngel con la espada de fuego, la ara?a y la conciencia¡±.
Afortunadamente la ara?a se muri¨®. Lodz, que en polaco significa algo as¨ª como ciudad-barco, fue el epicentro de la industria textil de mediados y finales del siglo XIX, as¨ª como de comienzos del XX. Todo este bullir de vida, entre el lujo y el proletariado, lo reflej¨® fielmente Wladislaw Reymont, premio Nobel de Literatura, en la novela La tierra prometida (1899), llevada luego al cine por Wajda. A pesar de las destrucciones de la Segunda Guerra Mundial, a¨²n se conservan los edificios de las grandes f¨¢bricas construidas con ladrillos, las modestas casas de los obreros mejor tratados y las espectaculares mansiones de los ricos empresarios. Pero el motivo de la escapada a Lodz no es este, sino visitar la Escuela de Cine y el Museo de Cinematograf¨ªa.
Cuando finaliz¨® la guerra, como Varsovia estaba pr¨¢cticamente destruida, en el a?o 1948 se decidi¨® instalar en Lodz la Panstwowa Wyzsza Szkola Filmowa Telewizyjna i Teatralna Leona Schillera. Esta escuela la domiciliaron en el palacio de un antiguo e industrioso rico jud¨ªo. Durante la ¨²ltima guerra mundial sirvi¨® de centro de operaciones del Ej¨¦rcito alem¨¢n de ocupaci¨®n. Es un palacio precioso rodeado de un gran jard¨ªn por donde se extienden otros nuevos edificios complementarios: aularios, estudios, biblioteca y videoteca. Lodz era la ciudad m¨¢s grande y cercana a Varsovia y la Escuela de Cine ¡ªahora ampliada tambi¨¦n al teatro y la televisi¨®n¡ª se estableci¨® all¨ª de manera provisional. Pensaban que con el tiempo retornar¨ªan a Varsovia. Pero con el transcurrir de los a?os ya nadie quiso salir de este peque?o para¨ªso. Desde entonces por aqu¨ª han pasado los m¨¢s grandes directores de cine polacos, operadores, productores, actores, escen¨®grafos, fot¨®grafos, guionistas, es decir, todos los diferentes estamentos de esta profesi¨®n.
Quienes no han sido alumnos han sido profesores, e incluso aquellos alumnos que luego destacaron han regresado al centro para impartir cursos especiales, como, por ejemplo, hicieron Kieslowski o Polanski. De ambos se tiene un gran recuerdo. Este ¨²ltimo, adem¨¢s de ser un alumno aventajado y de una inteligencia innata para el s¨¦ptimo arte, era un gran promotor de actividades culturales y l¨²dicas. En su ¨¦poca hab¨ªa all¨ª mismo, en el viejo palacio, una residencia de estudiantes donde eran frecuentes los maratones nocturnos de proyecciones de pel¨ªculas. Los alumnos, sin dormir, se quedaban a ver, comentar y discutir sobre aquellas obras maestras del cine mundial exhibidas sin censura.
Polanski, hace unos pocos a?os, fue nombrado algo as¨ª como doctor honoris causa por esta escuela, lo que le daba derecho a una gran foto oficial en un lugar preferente en el espacio de la direcci¨®n del centro. Al principio no quer¨ªa, luego acept¨® con la condici¨®n de que su retrato se correspondiera con el rostro de aquellos a?os en los que era estudiante. Y as¨ª est¨¢ all¨ª, inmortalizado como si se le hubiera detenido el tiempo. Wojciech Has, el director de El manuscrito encontrado en Zaragoza, basado en la novela de Potocki, fue uno de los directores de la escuela, as¨ª como fueron alumnos Skolimovski o Wajda.
Recorremos el antiguo palacio y para ascender hasta el sal¨®n de proyecciones tenemos que subir por una amplia y palaciega escalinata. Al llegar a su inicio, el director nos comenta que, por aquellos heroicos a?os en que comenz¨® la andadura de la instituci¨®n, este espacio era el lugar m¨¢s importante de la misma. Sentados sobre fr¨ªas losas, los j¨®venes aprendices pasaban horas charlando y discutiendo sobre cine y a veces tambi¨¦n de pol¨ªtica. El director nos comenta que Polanski afirm¨® que aquellos pelda?os, despu¨¦s de la escalera de Odessa de Eisenstein o los treinta y nueve escalones de Hitchcock, eran los m¨¢s importantes de la historia del cine. El director de Cuchillo en el agua se sentaba siempre en el pelda?o n¨²mero siete. En uno de sus regresos a este lugar solo quiso posar sentado de nuevo en ¨¦l.
Un lugar libre
Lodz, en los a?os cuarenta y cincuenta, era una ciudad bastante triste. La Escuela de Cine era, sin embargo, un lugar libre, divertido, culto, donde se escuchaba con mucha frecuencia la m¨²sica de jazz. Krzysztof Kieslowski pas¨® las ¨²ltimas semanas de su vida dirigiendo un curso en su antigua escuela. Hab¨ªa confesado que abandonaba el cine para poder seguir viviendo. Se sinti¨® mal, estaba ya en tratamiento. Se fue a consultar a Varsovia y ya no pudo regresar para continuar su magisterio. Era un fumador empedernido. Una persona amable, pero reservada, t¨ªmido; el tabaco le ayudaba a calmar la ansiedad, pero tambi¨¦n lo llev¨® a la tumba. Nunca acat¨® las prescripciones m¨¦dicas. El director se entristece al recordarlo, pues adem¨¢s de su maestr¨ªa destacaba su generosa disponibilidad para colaborar con el centro.
En Lodz, adem¨¢s de sus varios museos (Hist¨®rico, de Arte Moderno reci¨¦n inaugurado y con mucha vida, etc¨¦tera), hay otro muy interesante dedicado al s¨¦ptimo arte. Est¨¢ vecino a la Escuela de Cine y se aloja igualmente en un antiguo palacio, si cabe m¨¢s lujoso, conocido por el nombre de su rico primer propietario, Karol Scheibler. Contiene una gran colecci¨®n de pel¨ªculas, carteles, decorados y c¨¢maras de rodaje o proyecci¨®n de todas las ¨¦pocas. Tambi¨¦n est¨¢n archivados, a disposici¨®n de quien quiera contemplarlos, los trabajos llevados a cabo en la escuela por sus estudiantes. Scheibler era el due?o de una de las m¨¢s pr¨®speras f¨¢bricas textiles. Los problemas econ¨®micos de los descendientes hicieron que este edificio revirtiera en el Estado. A lo largo de su historia tuvo varios fines. Despu¨¦s de la II Guerra Mundial fue sede de la Polit¨¦cnica. Durante los a?os setenta y ochenta estuvo cerrado. En 1986 fue cedido para ser convertido en Museo del Cine. Es una instituci¨®n municipal y no estatal. El principal soporte econ¨®mico proviene del Ayuntamiento y luego cuenta con apoyos del Ministerio de Cultura polaco y otras instituciones p¨²blicas y privadas. Es muy importante su mediateca dedicada al cine polaco.
Lodz es la tierra de los pianistas Wlaydislaw Kedra y Arthur Rubinstein. Este ¨²ltimo tiene levantada una gran estatua en la amplia avenida principal, donde tambi¨¦n est¨¢n inscritos en las baldosas los nombres de la gente m¨¢s famosa y relevante del cine polaco, a semejanza de Hollywood. A pesar de sus destrucciones, Lodz es una ciudad que conserva su antigua belleza en los palacios y en las f¨¢bricas hoy reconvertidas para otros fines culturales. Lodz es, sobre todo, la ciudad del cine, la ciudad de la imaginaci¨®n, la ciudad de la esperanza.
- C¨¦sar Antonio Molina, exministro de Cultura, es director de la Casa del Lector.
Gu¨ªa
C¨®mo ir
Visitas
Informaci¨®n
- Lodz se encuentra a 133 kil¨®metros al oeste de Varsovia.
- LOT (www.lot.com) vuela a Varsovia desde Madrid y Barcelona. Ida y vuelta desde Madrid a partir de unos 250 euros.
- Iberia (www.iberia.com), Lufthansa (www.lufthansa.es) o? Swiss? (swiss.com) son algunas opciones para vuelos con escala.
- Museo del Cine de Lodz (www.kinomuzeum.pl; 0048 42 674 09 57). Plaza Zwyciestwa, 1. Lunes cerrado. Entrada adulto, 1,90 euros.
- Manufaktura (www.manufaktura.com) 58 Drewnowska Street. Un gran centro de ocio con cines, teatro, tiendas, restaurantes y m¨¢s instalado en la vieja f¨¢brica textil Poznanski. Hay tambi¨¦n un museo (www.muzeumfabryki.com.pl; entrada, 1,20 euros) en el recinto que relata la historia de este emporio industrial fundado por Izrael Poznanski a mediados del siglo XIX.
- Turismo de Polonia (www.polonia.travel/es).
- en.uml.lodz.pl.
- Turismo de Lodz (lodzkie.travel y 0048 42 638 59 55).
- www.turystyczna.lodz.pl.
{ "active": true, "code": "274837", "elementType": "offerExtension", "id": 17, "name": "LODZ", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.