En busca de Livingstone por Malaui
Este pa¨ªs venera al explorador escoc¨¦s, del que se celebran los 200 a?os de su nacimiento
Cuando se cumple los 200 a?os del nacimiento de David Livingstone, las cataratas Victoria se llevan el protagonismo del acontecimiento. Miles de personas aprovechar¨¢n la ocasi¨®n para visitar ¡°la humareda que ruge¡± descubierta por el explorador y misionero en 1855. En la frontera entre Zambia y Zimbabue todo est¨¢ preparado para la celebraci¨®n y organizaciones como David Livingstone 200 o Livingstone2013 tienen en marcha diversos programas de actividades para festejarlo tanto en este punto de ?frica como en otros lugares del Reino Unido.
Sin embargo, hay un pa¨ªs que lleva a Livingstone en la sangre. Aqu¨ª en Malaui el explorador es venerado. Su idilio con el pa¨ªs surafricano, lo que antes se conoc¨ªa como Nyasaland, comenz¨® el 16 de septiembre de 1859, cuando descubri¨® el Lago Nyasa, hoy lago Malaui. A pesar de que en esa ma?ana la bruma de los pastos quemados le imped¨ªa ver la inmensidad de lo que ten¨ªa delante, pronto lo denominar¨ªa como ¡°El lago de las Estrellas¡±.
En Malaui, Livingstone consolid¨® una de las empresas en la que m¨¢s empe?o puso: la abolici¨®n de la esclavitud. Horrorizado por estas pr¨¢cticas, en Nkhotakota acord¨® una reuni¨®n con el responsable de la trata de esclavos, Jumbe, y los jefes Chewa para poner fin a las atrocidades. Hoy una placa recuerda el encuentro en el que intent¨® desmantelar la ruta de esclavos desde la poblaci¨®n malau¨ª hasta la tanzana Kilwa, al norte del lago. A pesar de los esfuerzos, el tr¨¢fico permaneci¨® dirigido por los ¨¢rabes hasta que Malaui se convirti¨® en protectorado ingl¨¦s en 1891.
En otro intento por acabar con la ruta de esclavos, Livingstone alent¨® a distintos empresarios de la ¨¦poca a desarrollar actividades comerciales en el lago. Dos hombres de negocios de Glasgow fundaron la compa?¨ªa de Lagos Africanos (ALC), con la que empez¨® el comercio.
En la actualidad, el nav¨ªo MV Ilala es un ejemplo de la idea pionera de combinar comercio y transporte. Esta embarcaci¨®n contin¨²a recorriendo el lago de sur a norte cada semana, siendo el mejor medio para mercanc¨ªas y pasajeros. El Ilala, actualmente bajo reparaciones, toma el nombre de la localidad en la que Livingstone fue enterrado por primera vez antes de ser trasladado a la abad¨ªa de Westminster en Londres.
El desarrollo econ¨®mico de Nyasaland era otro de los objetivos que Livingstone persegu¨ªa. Quer¨ªa proporcionar a los habitantes de estas tierras las herramientas necesarias para que fuesen autosuficientes. En su ascenso del r¨ªo Shire, tras haber dejado atr¨¢s el Zimbezi, Livingstone qued¨® impresionado por las plantaciones de algod¨®n que adornan los campos en la regi¨®n de Thyolo. El explorador, que en su ni?ez hab¨ªa trabajado en una f¨¢brica de este material, resalt¨® en su cuaderno de viajes c¨®mo la comercializaci¨®n del producto ser¨ªa un impulso econ¨®mico para el pa¨ªs.
Al igual que se conmemora su muerte, Malaui le otorg¨® otra conmemoraci¨®n al designar la capital econ¨®mica del pa¨ªs, Blantyre, con el mismo nombre que su pueblo natal al sur de Glasgow.
Adem¨¢s de explorar y cartografiar el lago Nyasa, Livingstone inici¨® la colonizaci¨®n cristiana de Malaui. La consigna religiosa se extendi¨® r¨¢pido por el pa¨ªs, que a d¨ªa de hoy presenta un 80% de poblaci¨®n cristiana. La primera misi¨®n se asent¨® en Chembe, lugar renombrado por Livingstone como Cape Maclear en referencia a su amigo y astr¨®nomo Thomas Maclear. En este peque?o pueblo de pescadores, punto de referencia de la ruta hippie que en los 70 cruzaba de Nairobi hasta las cataratas Victoria, se puede disfrutar de una de las mejores puesta de sol en todo el pa¨ªs y practicar todo tipo de deportes acu¨¢ticos junto al Parque Nacional del Lago Malaui.
Fue la malaria la que en 1881 hizo que varios misioneros perdieran la vida provocando el traslado de la misi¨®n a Bandawe. Posteriormente la misi¨®n se traslad¨® al norte del pa¨ªs, a Livingstonia, donde permanece actualmente.
Livingstonia es otro recuerdo al explorador. Aunque nunca lleg¨® a visitar esta regi¨®n, la misi¨®n lleva establecida all¨ª desde 1894. Escondida entre las altas tierras septentrionales de Malaui y muy cerca del Parque Nacional de Nyika, los misioneros escoceses crearon un centro educativo, convertido en universidad en 2003, y un hospital que todav¨ªa se mantiene en pie. Un peque?o museo recuerda al misionero en un entorno formidable para la pr¨¢ctica de actividades de monta?a con una espectaculares vistas sobre el lago.
La importancia de las iglesias de Escocia dar¨ªa un impulso a la educaci¨®n del pa¨ªs. Las misiones se multiplicaron y la expansi¨®n de los misioneros alcanz¨® su mayor nivel a principios del siglo XX. Este apoyo pedag¨®gico ha hecho que numerosos estudiantes se convirtieran en figuras relevantes en la historia del Malaui contempor¨¢neo, como John Chilembwe. Aqu¨ª tambi¨¦n estudi¨® el que fue dictador del pa¨ªs durante 30 a?os, Hastings Kamuzu Banda.
Los lazos creados entre el pueblo malau¨ª y Livingstone son la base de las distintas relaciones que Escocia y Malaui mantienen en la actualidad. Este legado vivo se materializa en una organizaci¨®n malau¨ª-escocesa que acoge y administra todo tipo de ayuda para el pa¨ªs sudafricano. Miles de escoceses mantienen viva la llama de Livingstone desde casa o acudiendo a visitar un pa¨ªs orgulloso del explorador. Una historia que comenz¨® en las tierras bajas de lo que era Nyasaland y que se convirti¨® en un camino conjunto que dura ya m¨¢s de 150 a?os.
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