La Movileta de Barranquilla

Barranquilla es salsa, es carnaval, es cultura y es, sobre todo y ante todo, Caribe. En este a?o en que la ciudad celebra su bicentenario y se presenta como Capital Americana de la Cultura 2013, acaba de celebrar su primer festival internacional de cine, el Ficbaq. Ha sido todo un acontecimiento. Sin embargo, lo que ha hecho especial este festival ha sido una peque?a furgoneta. Giuliano Cavalli, director del certamen, y Jorge Mario Su¨¢rez, su socio en la productora Murillo Films y en la Fundaci¨®n C¨¢mara Oculta, quisieron desbordar los elegantes l¨ªmites del hist¨®rico barrio de El Prado donde se celebr¨® el Ficbaq para abarcar la ciudad entera, y as¨ª llevar el cine a barrios perif¨¦ricos y menos privilegiados como La Chinita, Las Malvinas, San Francisco o Las Candelarias, cuya dura cotidianeidad no les permite asomarse con frecuencia a las ventanas de la cultura. Ah¨ª fue donde apareci¨® la Movileta, una peque?a furgoneta verde con la figura de la Gioconda y equipada con solo una peque?a pantalla, un proyector y unos altavoces. R¨¢pidamente se convirti¨® en la estrella de las actividades previas al festival.

¡°Esa gente no tiene acceso a las redes sociales, ni cuenta con medios para comprar el peri¨®dico o pagar los 8.000 pesos (3,30 euros) que cuesta una entrada de cine, y esto les sirve de v¨¢lvula de escape ante sus problemas, la violencia que sufren por la droga o los enfrentamientos entre pandillas¡±, explica Su¨¢rez. Pero llevar cine a los barrios m¨¢s pobres no es algo que se pudiera plantear a la ligera, ya que la conflictividad social es elevada; con recursos muy reducidos, los padres de los ni?os buscan sobrevivir dedic¨¢ndose muchas veces al reciclaje de latas o cartones. Jaime Teher¨¢n, que coordin¨® todos los viajes, explica c¨®mo fue el proceso: ¡°Hablamos con los l¨ªderes comunitarios en cada barrio, les coment¨¢bamos lo que quer¨ªamos hacer y ellos informaban a todos los dem¨¢s. No solo a la gente normal, sino tambi¨¦n a los cabecillas pandilleros¡±, para asegurarse de que no iba a haber riesgo alguno. La respuesta de estos fue siempre la misma: ¡°Si vienen a traer cine gratis a los ni?os, no hay ning¨²n problema¡±. Sin embargo, una de las proyecciones tuvo que ser cancelada ya que el d¨ªa anterior se hab¨ªa producido un enfrentamiento violento entre dos pandillas en el mismo sitio planeado para el evento, y resultaba peligroso.

Si algo no le sobraba al Ficbaq en esta primera edici¨®n era, precisamente, financiaci¨®n. Para conseguir fondos realizaron una campa?a en la web de crowdfunding Indiegogo, donde recaudaron un mill¨®n de pesos (unos 425 euros) con los que pagar la gasolina o comprar unas pocas sillas para los ni?os. Las funciones, en las que se proyectaron tres cortometrajes ¨Cdos de ficci¨®n, Ana tiene mala suerte, de Giuliano Cavalli, y Mi primer amor, de Ra¨²l Guti¨¦rrez, y uno de animaci¨®n, Leo Creciente, de Beniwood Animation¨C, ten¨ªan una duraci¨®n aproximada de hora y media, incluyendo la presentaci¨®n del festival y de las obras a concurso, ¡°para que tambi¨¦n supieran lo que estamos haciendo, que hay un festival de cine, etc¨¦tera.¡±.

Muchos de esos peque?os espectadores, comenta Teher¨¢n, nunca han ido al cine. ¡°Recuerdo a un ni?o de cinco o seis a?os que se acerc¨® a preguntarme si esto era el cine, una m¨¢quina ¨Cel proyector¨C y una lona. Miraba detr¨¢s y, claro, no ve¨ªa nada¡±. La Movileta fue siempre bien recibida, y cada vez que llegaban a un barrio se formaba un remolino de ni?os alrededor de la furgoneta, que con su original dise?o atra¨ªa todas las miradas. ¡°?D¨¦janos subir, ll¨¦vanos!¡±, les gritaban cuando, una hora antes de la funci¨®n, paseaban por las calles anunciando pel¨ªculas gratis por los altavoces.

¡°El cine era siempre al aire libre, y nosotros llev¨¢bamos unas 20 sillas para ni?os y adultos. El resto de la gente buscaba c¨®mo acomodarse, sacaba asientos de las casas, se sentaban o tumbaban en el suelo, los que paseaban en bici la parqueaban y se quedaban a mirar¡­¡±. La Movileta, no obstante, tambi¨¦n acudi¨® a barrios m¨¢s acomodados como la plaza de la Paz, frente a la Catedral. Y es que el cine, inevitablemente, busca historias en todas partes.

Barranquilla tiene programados distintos eventos a lo largo del a?o para su capitalidad cultural americana 2013. Algunos de los pr¨®ximos son un concierto de Juan Luis Guerra en abril y un festival de cortometrajes en mayo.

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