Una gu¨ªa por los grafitis de Lisboa
'Tours' por el sorprendente arte urbano de la capital portuguesa
Para descubrir Lisboa no hace falta mucha planificaci¨®n, basta gandulear por sus callejuelas y pasadizos para dejar que la ciudad nos vaya atrapando. Las paredes del Bairro Alto lisboeta esconden muchos a?os de historia, esconden memoria, y tambi¨¦n esconden arte, mucho arte.
Para entender el mundo del grafiti lisboeta lo mejor es hacerlo a conciencia, dedicar horas a contemplar las paredes con la sa?a del perito, apuntar nombres, descifrar firmas, interpretar mensajes, atar cabos, ver m¨¢s all¨¢ de la pintura, m¨¢s all¨¢ del ladrillo. Hay una hermosa escena art¨ªstica en las calles de toda esta ciudad, y no s¨®lo en Bairro Alto: se extiende hasta los adoquines dislocados de Alfama, incluso pasadas las estilosas tiendas de Avenida da Liberdade y los espacios vac¨ªos de Marqu¨¦s do Pombal.
Para aprender a leer entre l¨ªneas en este panorama art¨ªstico podemos, tambi¨¦n, acudir a alguno de los itinerarios que realiza la conductora cultural, terapeuta art¨ªstica y gu¨ªa urbana Helma Geerlings. Esta joven holandesa ofrece un m¨¢gico recorrido por los numerosos murales que aparecen y desaparecen (al rebufo de los constantes blanqueos que autoridades y propietarios realizan para luchar contra este tipo de arte urbano) en las calles, callejones y traves¨ªas m¨¢s insospechados. Durante el verano de 2012, Helma comenz¨® a llevar de paseo a sus amigos para mostrarles los grafitis que m¨¢s le llamaban la atenci¨®n. Pronto se dio cuenta de que pod¨ªa organizar algo m¨¢s serio y elaborado para turistas y locales, lo que acab¨® convirti¨¦ndose en el recorrido de poco m¨¢s de dos horas con que muestra el estado actual de un arte que lleg¨® a Lisboa a finales de los 90.
Ya bastante sumergida en el c¨ªrculo art¨ªstico lisboeta, Helma conoce a muchos de los artistas habituales de la escena grafitera, lo que le permite explicarnos ciertos aspectos ocultos a nuestro ojo profano. Cada artista, adem¨¢s de una firma propia, tiene tambi¨¦n un estilo, una obsesi¨®n, cada uno busca hacerse con una marca caracter¨ªstica y privativa que, con un poco de suerte, podremos comenzar a reconocer dentro incluso del mismo tour de Helma. Tambi¨¦n nos guiar¨¢ por los murales y paredes que la C¨¢mara Municipal ha habilitado para uso exclusivo de los grafiteros, pocos en comparaci¨®n con el resto de pinturas clandestinas, pero tambi¨¦n mucho m¨¢s cambiantes y tornadizas. Esta gu¨ªa urbana nos propone descubrir la cara oculta de la arquitectura lisboeta, nos plantea el entusiasmo de una firma, la uni¨®n art¨ªstica entre los rostros de un edificio de R¨²a do S¨¦culo y el oc¨¦ano embravecido en los muros de Cal?ada da Gloria.
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