El bosque vien¨¦s por el que caminaba Beethoven

Al llegar la primavera Viena se cubre de verde. Los espacios verdes componen en torno al 40% de la capital austriaca, situ¨¢ndose los m¨¢s extensos en las zonas lim¨ªtrofes de la ciudad. Al este est¨¢ Lobau, una amplia zona forestal a ambas orillas del Danubio, apodada el 'bosque de agua', y dentro de los l¨ªmites del Parque Nacional Donau-Auen. Al oeste, el Wienerwald, el Bosque de Viena, frondosas y boscosas colinas que marcan los l¨ªmites de los Alpes orientales.

El Bosque de Viena cubre unos 1.350 kil¨®metros cuadrados, compartidos entre Nieder?sterreich, la Baja Austria, y Viena. Esta zona protegida es Reserva de la Biosfera de la Unesco desde 2005, y da cobijo a una multitud de especies vegetales y animales, algunas de ellas en peligro de extinci¨®n, o reintroducidas con ¨¦xito en la vida salvaje, como el c¨¢rabo uralense. En el Lainzer Tiergarten pueden verse de cerca algunas de estas especies, aunque hay que tener cuidado con los animales, ya que ¨¦stos campan totalmente libres.

Este bosque es tambi¨¦n una zona de escape y relax para los vieneses, los cuales comienzan a hollar las diferentes rutas de senderismo desde los primeros d¨ªas de la primavera hasta que vuelven las nieves. Con unos 500 kil¨®metros de senderos circunvalando o incluso cruzando la ciudad, de diferentes longitudes y dificultades y preparados para bicicletas o para ir a pie, el Bosque de Viena hace las delicias de aficionados y expertos al senderismo, aire libre y naturaleza. Este bosque ha sido frecuentado por domingueros, figuras y nobleza vieneses desde hace siglos, cont¨¢ndose entre sus fans la emperatriz Sissi o el compositor Beethoven. Con todo, no todos los personajes ni hechos hist¨®ricos relacionados con el bosque han disfrutado de una relaci¨®n buc¨®lica, y si no, que se lo pregunten al rey Juan III Sobieski de Polonia, que lider¨® entre los ¨¢rboles parte de la lucha contra los turcos en la Batalla de Viena de 1683, o al escritor Franz Kafka, que muri¨® en un manicomio en este bosque en 1924.

La ciudad cuida de nueve senderos tem¨¢ticos que salen o pasan por Viena. Los m¨¢s emblem¨¢ticos, por las vistas que ofrecen sobre la ciudad, son los de Kahlenberg y Leopoldsberg, ambos de unos 10 kil¨®metros de extensi¨®n. A todos estos nueve recorridos se puede acceder mediante transporte p¨²blico.

Entre kil¨®metro y kil¨®metro, los que se animen a recorrer el Bosque de Viena encontrar¨¢n no s¨®lo naturaleza, aire puro, riachuelos, grutas, plantas y animales, am¨¦n de otros senderistas, sino tambi¨¦n vi?edos o Heuriger y Buschensch?nken (tabernas y tascas centradas en la venta de vinos, embutidos y quesos locales). Estos lugares son perfectos para un alto en el camino o para reponer fuerzas tras una larga jornada caminando en el bosque. Entre los ¨¢rboles tambi¨¦n le esperan a uno sorpresas arquitect¨®nicas, tales como iglesias vanguardistas y tradicionales (es muy recomendable la visita a la iglesia de Kahlenberg y al monasterio de Klosterneuburg, este ¨²ltimo ya en la Baja Austria), o diferentes torres de vig¨ªa desde las que controlar los alrededores.

Y para comenzar a planear la pr¨®xima excursi¨®n, nada mejor que escuchar Los Cuentos desde el Bosque de Viena, el vals del genial compositor austriaco Johann Strauss II inspirado en este pulm¨®n verde dentro de los l¨ªmites de la capital austriaca.

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