De Nueva Delhi al Himalaya en bicicleta

En la India la bicicleta es un medio de transporte muy habitual. En Delhi, por ejemplo, millones de personas se mueven a diario en este veh¨ªculo. Es un medio de transporte ecol¨®gico y saludable, a la par que peligroso aqu¨ª. En uno de los pa¨ªses con un tr¨¢fico m¨¢s ca¨®tico del globo, los ciclistas est¨¢n siempre a merced de los coches y camiones pesados. Por ello, la seguridad era una de las principales preocupaciones a la hora de planificar la ruta de 500 kil¨®metros entre Nueva Delhi y Joshimath, remota localidad del Himalaya al lado de la frontera con China y desde la que se ve el Nanda Devi (7.814 metros), una de las monta?as m¨¢s altas de la India.

El recorrido escogido para cubrir esta distancia en 10 d¨ªas evitaba la N58, la atestada carretera nacional que une Nueva Delhi con Rishikesh. En lugar de ello, durante los primeros 200 kil¨®metros se opt¨® por las carreteras secundarias y caminos asfaltados por las llanuras de Uttar Pradesh, donde es muy com¨²n encontrarse con manadas de monos que te reciben en actitud violenta. Son unos monos muy chillones, aunque rara vez atacan al viajero. La citada Rishikesh es una ciudad muy famosa por sus ashrams de yoga y porque fue uno de los lugares de meditaci¨®n de los Beatles.

En el estado de Uttarakhand el paisaje cambia dr¨¢sticamente, dando paso a bosques y a repechos en la calzada. Ya en el Valle del Ganges la carretera serpentea a la orilla del r¨ªo sagrado y las pendientes se vuelven todav¨ªa m¨¢s acusadas. Entre Kaudlaya y Bachedikhal hay un puerto de 11 kil¨®metros y 600 metros de desnivel. Merece la pena, pues se llega a Devaprayag, una aldea preciosa enclavada en un desfiladero y con las casas pintadas en vivos colores.

Conforme uno se va adentrando hacia el coraz¨®n de la cordillera hay que tener en cuenta los desprendimientos. Es com¨²n toparse con pedruscos que han ca¨ªdo durante la noche e incluso grandes rocas que tienen que ser apartadas con excavadora. Durante los monzones es una de las rutas m¨¢s peligrosas del mundo ya que el agua provoca enormes deslizamientos de tierra. Hay que rese?ar que, si bien hasta Haridwar es muy habitual compartir ruta con otros ciclistas, a partir de esta ciudad ya casi nadie circula en bici, quiz¨¢s debido a que se trata de una carretera de monta?a.

Como contraste a este paisaje m¨¢s accidentado, las gentes se van tornando m¨¢s y m¨¢s tranquilas, ajenas al estr¨¦s que provocan las grandes ciudades. Los habitantes de estas monta?as se caracterizan por su paciencia y amabilidad.

En Srhinagar el valle se abre. Desde Nandaprayag no quedan m¨¢s de 60 kil¨®metros hasta Joshimath, aunque son muy exigentes. El ¨²ltimo puerto es de unos 12 kil¨®metros y 700 metros de desnivel, pero no es nada comparado con las imponentes vistas del Nanda Devi.

Durante todo el trayecto es muy sencillo conseguir agua embotellada y comida barata. Como recomendaci¨®n, a?adir que los platos sencillos, sin salsas y bien cocinados son la elecci¨®n m¨¢s segura. Los alojamientos son muy f¨¢ciles de conseguir hasta Shrinagar, pero se complica un poco a partir de all¨ª (por ejemplo, en Nandaprayag no hay hostal). Por ¨²ltimo, para el regreso hay autobuses tur¨ªsticos cada d¨ªa desde Joshimath a Nueva Delhi que van parando en muchas localidades por las que pasamos durante el viaje. Para m¨ª, el viaje en autob¨²s, de unas 10 horas de duraci¨®n, se hace m¨¢s largo que la ruta en bici.

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