Tour a la norcoreana

A pesar de la alarma generada internacionalmente en pasados meses por las amenazas de Corea del Norte, este conflicto resulta tan cotidiano para los ciudadanos del Sur que apenas le prestan atenci¨®n. Los turistas no han dejado de visitar ese punto hist¨®rico donde comenz¨® la guerra en 1950: la frontera. Aunque el n¨²mero de autobuses tur¨ªsticos ha sido menor estos meses, se han seguido amontonando a la espera de cruzar la l¨ªnea que separa Se¨²l de esa extensi¨®n de tierra compartida.

Varias empresas, como Dmztours, Koridoor o Tourdmz, organizan visitas guiadas de la frontera, ofreciendo varias opciones seg¨²n lo que se quiera ver. El recorrido tiene lugar en varios puntos de la DMZ (Zona Desmilitarizada, en ingl¨¦s), la frontera entre los dos pa¨ªses, con una extensi¨®n de cuatro kil¨®metros de ancho en los que los cuerpos militares de ambos pa¨ªses se reparten la vigilancia, dos kil¨®metros para cada uno.

Uno de los lugares que se visitan es la estaci¨®n de Dorasan, parada previa a Pyongyang, la capital del Norte. All¨ª, una se?al de 'Stop' marca el ¨²ltimo paso que se puede dar sin invadir territorio vecino, siempre bajo vigilancia militar. Cerca se encuentra el mirador de Dora, desde donde ver Corea del Norte. Las fotos est¨¢n permitidas, pero sin cruzar la l¨ªnea amarilla que as¨ª lo indica, tal y como un militar surcoreano al cargo no se cansa de repetir en varios idiomas.

Hace a?os, Corea del Sur descubri¨® varios t¨²neles construidos para acceder de forma secreta desde el Norte. Uno de estos pasadizos, encontrado en el a?o 1978, puede ser visitado durante estos tours, aunque se trata de un lugar angosto no apto para personas claustrof¨®bicas.

En el caso de solicitar el tour completo, la visita acaba en JSA (?rea de Seguridad Conjunta, en ingl¨¦s). Se encuentra dentro de Panmunjeom, zona dentro de la frontera en la que las fuerzas militares de los dos pa¨ªses est¨¢n enfrentadas, cara a cara, literalmente. All¨ª se pueden reconocer los caracter¨ªsticos edificios azules donde hace sesenta a?os se firm¨® el armisticio y donde se espera un nuevo reencuentro entre los representantes de las dos Coreas.

Durante estos tours en todo momento se debe estar identificado llevando el pasaporte. Las c¨¢maras est¨¢n permitidas, pero su uso estar¨¢ restringido en muchos puntos. Tambi¨¦n hay algunas reglas que respetar si la visita incluye la JSA, ya que no est¨¢n permitidos los vaqueros deste?idos o muy ajustados, camisetas de tirantes, ropa con estilo militar, o faldas y otras prendas que no lleguen a los talones.

Se trata de un sitio clave en el que la mayor¨ªa de los coreanos no han puesto un pie, m¨¢s all¨¢ de excursiones de estudiantes, pero con una enorme atracci¨®n para los turistas extranjeros.

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