T¨¦ y ¡®zarusoba¡¯ para el verano

Los japoneses son, probablemente, uno de los pueblos que m¨¢s disfruta de la comida. Su turismo interno tiene un car¨¢cter, entre otras cosas, eminentemente gastron¨®mico. A pesar de que no acostumbran a deleitarse con una buena sobremesa, como se conoce en Espa?a, los nipones disfrutan como nadie de la comida de temporada pero de manera discreta y ordenada.

El verano en Jap¨®n es especialmente caluroso y, sobre todo, muy h¨²medo, as¨ª que hay que combatirlo con todos los medios de los uno disponga. El mejor para la salud es una buena alimentaci¨®n y mantenerse hidratado todo el d¨ªa. Los japoneses beben t¨¦ constantemente y, como es verano, lo que toca es matcha, t¨¦ verde fr¨ªo, o mugicha, t¨¦ de trigo fr¨ªo. Debo decir que te acostumbras y, con el paso del tiempo, incluso te haces adicto. Lo bebes a todas horas: es refrescante, antioxidante y est¨¢ muy rico.

Con la comida no es diferente. Son asi¨¢ticos, as¨ª que el arroz o las sopas bien calientes a cualquier hora del d¨ªa no suelen faltar. Pero tienen platos espec¨ªficos para el verano que, aunque tambi¨¦n se pueden consumir el resto del a?o, no son tan populares. Uno de los m¨¢s comunes, y mi favorito, si se me permite, es el zarusoba, fideos de trigo sarraceno (soba) servidos en un plato de bamb¨² (zaru) que se toman fr¨ªos y acompa?ados de una salsa para mojarlos compuesta de mentsuyu, salsa t¨ªpica para fideos, nori (algas), cebollino y un poquito de wasabi. No s¨®lo es una comida sabrosa, ligera y fresca, tambi¨¦n es sana.

La soba es, dentro del vasto mundo de los fideos japoneses, la elegida por los tokiotas desde la ¨¦poca Edo pues, en torno al a?o 1800, se empezaron a detectar, entre la poblaci¨®n de la ciudad, muchos casos de beriberi, enfermedad causada por la falta de vitamina B1 (tiamina) debido al exceso de arroz en la dieta. Para contrarrestarlo se hizo muy popular el consumo de soba por su alto contenido, precisamente, en tiamina. Desde entonces, los restaurantes de soba se multiplicaron e, incluso hoy en d¨ªa, la ciudad est¨¢ repleta de bares que preparan soba y udon (fideos m¨¢s gruesos). Por esta raz¨®n, la soba es un plato que puede ser muy barato, pues hay muchos restaurantes de comida r¨¢pida que lo sirven, pero tambi¨¦n han proliferado dentro de la alta cocina y hay lugares que han adquirido una notable categor¨ªa como 'casas de soba', como es el caso, por ejemplo, del restaurante Kurosawa en Nagatacho. Un local m¨¢gico que pertenece a la familia del director de cine Akira Kurosawa y est¨¢ ubicado en una casa tradicional japonesa llena de recuerdos del cineasta y sus pel¨ªculas.

Otros de los muchos platos espec¨ªficos del verano japon¨¦s es uno que se prepara sobre un donburi, bol de arroz, y al que se le a?ade natto, soja fermentada con una textura pegajosa y un sabor dif¨ªcil, yamaimo, un tipo de yuka que potencia la eliminaci¨®n de grasa, y verduras, todo ello acompa?ado de un onsen tamago, huevo a medio camino entre crudo y cocido.

Dicen los japoneses que para mantener el nivel de energ¨ªa a pesar del calor y proteger el est¨®mago de las bebidas fr¨ªas durante el verano hay que consumir alimentos pegajosos (incluso tiene un nombre: natsu no nebaneba shokuzai). El viajero tambi¨¦n deber¨ªa atreverse con ellos, a pesar de su, cuanto menos, cuestionable textura.

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