Belfast, mural a mural
Una ruta por los grafitis pol¨ªticos e hist¨®ricos de la capital de Irlanda del Norte
¡°Es f¨¢cil sortear los murales de Irlanda del Norte¡±, escribe Bill Rolstom en su libro Drawing Support. ¡°Los artistas dicen que no es arte, los pol¨ªticos no los apoyan y los cient¨ªficos y periodistas los eluden¡±. Seg¨²n este autor norirland¨¦s, para la gente que vive fuera de las ¨¢reas trabajadoras, estas pinturas son ¡°ajenas a su realidad¡±. Sin embargo, cada vez es m¨¢s dif¨ªcil esquivarlos ¡°porque, indudablemente, existen¡±. Basta con desviarse de la neutral zona c¨¦ntrica y transitar los barrios perif¨¦ricos de Belfast. Aqu¨ª cada calle est¨¢ marcada por la identidad de sus residentes: Los que apoyan la pertenencia al Reino Unido y los que prefieren la independencia o la inclusi¨®n en la Rep¨²blica de Irlanda. Una disputa que ha costado m¨¢s de 3.500 vidas a lo largo de 50 a?os. Un conflicto que, como si de un c¨®mic se tratara, puede recorrerse a trav¨¦s de las im¨¢genes dibujadas en los muros de estos cinco puntos de la capital.
01 FALLS ROAD
Esta calle ocupa un espacio privilegiado en la cultura de los murales por su constante regeneraci¨®n. A pesar de que los dibujos nacionalistas comenzaron despu¨¦s de los unionistas o probrit¨¢nicos, su trayectoria ha sido mucho m¨¢s en¨¦rgica. En la direcci¨®n donde se encuentra la sede del Sinn F¨¦in (principal partido nacionalista) o la tumba del l¨ªder republicano Bobby Sands, los dibujos han ampliado sus horizontes, mostrando lazos con Palestina, Cuba o el Pa¨ªs Vasco. El barrio conserva un tramo de ¡°l¨ªnea de la paz¡±, eufemismo que se refiere a una tapia que segrega a las dos comunidades y cuyas puertas de entrada y salida a¨²n se cierran por la noche. En Belfast existen 80 muros semejantes repartidos a lo largo de 30 kil¨®metros, ¡°a la manera del de Berl¨ªn y similar a los de Gaza o Cisjordania¡±, como explica el periodista Carlos Fresneda en su blog.
02 SHANKILL ROAD
Paralela a Falls Road, Shankill es su reverso unionista. Esta avenida proletaria con bares y restaurantes de comida r¨¢pida mantiene en el trono los colores de a la bandera brit¨¢nica: azul, blanco y rojo. Desde su inicio hasta el desangelado final, las paredes se llenan de acusaciones a los partidos nacionalistas y de alabanzas a la familia real inglesa. Para saborear las pinturas merece la pena internarse en las urbanizaciones que esconden algunas sorpresas entre aceras tricolores. Aqu¨ª los retratos se combinan con las siglas de grupos paramilitares y abundan las alusiones a los llamados ¡°carniceros de Shankill¡±, una banda unionista que sembr¨® el terror durante la primera mitad de los a?os setenta asesinando a civiles cat¨®licos en redadas nocturnas.
03 NEW LODGE ROAD
En esta escueta calle del noroeste -cercana al parque Waterworks, uno de los pulmones de la ciudad- los edificios todav¨ªa ondean banderas republicanas y sus muros homenajean a los 10 nacionalistas que murieron tras una huelga de hambre en la c¨¢rcel en 1981. El bar Fitzgerald ejerce de bisagra haciendo esquina con Lepper Street, y un poco m¨¢s abajo los murales llevan a? ¨¦pocas a¨²n m¨¢s pasadas. Uno retrata la gran hambruna de mediados de siglo XIX, originada por la escasez de cultivos y la ineficiente mediaci¨®n pol¨ªtica, que provoc¨® el ¨¦xodo de dos millones de irlandeses a lugares como Estados Unidos, Canad¨¢ o Argentina.
04 NEWTONARDS
En el extremo este de la ciudad, al otro lado del r¨ªo Lagan y con una amplia panor¨¢mica de las dos gr¨²as que simbolizan la ciudad, Newtonards rinde homenaje en un mural a los trabajadores de sangre brit¨¢nica que construyeron el Titanic a principios de siglo XX, emblema de Belfast y su puerto. Tambi¨¦n muestra algunos acontecimientos hist¨®ricos unionistas, como la batalla de Boyne. En esta contienda de 1690, el protestante Guillermo de Orange venci¨® al cat¨®lico Jaime II. Este episodio afianz¨® el dominio brit¨¢nico y protestante en Irlanda y se conmemora cada 12 de julio.?Al parecer, el entusiasmo por relatar las haza?as brit¨¢nicas como esta fue lo que llev¨® a la poblaci¨®n protestante a dibujar en los muros de sus edificios all¨¢ por 1908. Una corriente que gan¨® adeptos y se estabiliz¨® en 1920. Seg¨²n expone el profesor Luis Antonio Sierra en su libro Irlanda del Norte. Historia del conflicto, ¡°de este periodo viene la creencia unionista de que su papel en Irlanda no es otro m¨¢s que el de civilizar el pa¨ªs y asegurarlo para la corona brit¨¢nica¡±.
05 ARDOYNE
Seguramente la visita de otras ciudades como Derry anular¨ªa un paseo por Ardoyne. No obstante, con algo de tiempo y ganas de salirse del extrarradio, lo que en su d¨ªa fue una peque?a aldea, con su iglesia cat¨®lica presidiendo, es hoy un suburbio que conviene ojear. Situado al final de Crumlin Road, en el extremo oeste, este conjunto de casas en cuesta que remite a una pel¨ªcula de Ken Loach.? Hace una d¨¦cada estuvo en el punto de mira por uno de los ¨²ltimos cap¨ªtulos de la segregaci¨®n religiosa. En 2001, unas chicas fueron acosadas durante el camino a su escuela, la femenina Holy Cross, situada en medio de un ¨¢rea protestante. Hasta hace poco, el principal mural recordaba este incidente. ¡°Arkansas 1957 - Ardoyne 2001: la misma verg¨¹enza¡±, exhib¨ªa en comparaci¨®n con el trato a la poblaci¨®n negra en Estados Unidos. Ahora esa misma pared muestra un colorido collage que asegura que ¡°Los ni?os son nuestro futuro¡±. En otros murales de la zona hay alusiones a juegos tradicionales, a la m¨²sica o danza de la cultura ga¨¦lica y referencias, de nuevo, al edificio donde retuvieron a los huelguistas de hambre, el H-Block. Porque, como afirma Sierra, ¡°los murales han transmitido tanto en el pasado como en el presente las inquietudes, sentimientos y estados de ¨¢nimo de los ciudadanos con respecto a la situaci¨®n del Ulster¡±.
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