Terrazas con vistas en Lisboa
Ocho locales de la capital portuguesa con un mirador privilegiado
Los tejados de Lisboa hablan de la ciudad. Sus trazados, desde las alturas, narran ciertas historias que nadie cuenta al pie de las aceras, ciertas historias con el color de la arcilla de las tejas. Perder la vista sobre los tejados y azoteas de Alfama y Santa Engr¨¢cia, mirar hacia el r¨ªo Tajo y descubrir en la otra orilla -sobre el cerro de Almada- el monumento del Cristo Rei, trazar con los ojos m¨¢s all¨¢ las l¨ªneas del Puente 25 de Abril, o distinguir sobre las tejas de Baixa y frente al Convento do Carmo el elevador de Santa Justa: proponemos ocho terrazas privilegiadas donde poder tomar un refrigerio con unas vistas espl¨¦ndidas de Lisboa.
S¨¦timo, esplanada e caf¨¦
Con vistas a la rotonda de Marqu¨¦s do Pombal y al parque Eduardo VII, probablemente el m¨¢s acicalado y elegante de la ciudad. En el S¨¦timo (Avenida Sidonio Pais, 1) cuidan bastante la cocina, compuesta sobre todo por petiscos (lo que en Espa?a se conoce como tapas) y otros piscolabis. Cuenta con conexi¨®n wi-fi y, en invierno, con abrigadas mantas que reparten entre la clientela.
Park
El anodino parking privado del n¨²mero 58 de la calle Cal?ada do Combro, uno de los sitios de moda de Lisboa, no hace honor a la gracia de lo que cuelga de su azotea. Y decimos que cuelga porque recuerda, con su abundante vegetaci¨®n, a los jardines colgantes del Rockefeller Center. S¨ª, hay que salvar las distancias, pero las vistas sobre Cais do Sodr¨¦, sobre el r¨ªo Tajo discurriendo bajo el Puente 25 de Abril y sobre las techumbres enmohecidas del Bairro Alto son inolvidables.
Zambeze
En la azotea del ya difunto Mercado do Ch?o do Loureiro (hoy un enorme aparcamiento privado), el olor a mar y a tierra de Mozambique se cuela entre las mesas del Restaurante Zambeze (Cal?ada Marqu¨ºs de Tancos, Edif¨ªcio EMEL). La cocina es fabulosa, bien cuidada, una clara mezcla de estilos e ingredientes con un conseguido apetito por la innovaci¨®n. El elevador de Santa Justa y las piedras del Convento do Carmo, a¨²n calcinadas desde aquel nefasto terremoto de 1755, casi pueden tocarse con la mano. La vista alcanza hasta las altas torres de la Catedral y, m¨¢s all¨¢ del Tajo, hasta la colina donde se levanta el Cristo Rei.
Portas do Sol
Subiendo por la cuesta que comienza a las puertas de la Catedral y pasado el mirador de Santa Luzia, llegamos al Largo das Portas do Sol. En el largo, a los pies del barrio de Gra?a, se encuentra una de las atalayas m¨¢s conocidas y tur¨ªsticas de la ciudad, que alberga otro t¨ªpico templete portugu¨¦s. Estos peque?os quioscos con mesas son estupendos para tomar un vinho verde o un caf¨¦, quiz¨¢ alg¨²n petisco a la carrera. Desde la propia atalaya, asomando tras las barandillas, puede verse la terraza del Portas do Sol: restaurante, cocktail-bar y terraza, un lounge acodado sobre los tejados de Alfama y el Tajo, junto a la bella C¨²pula de Santa Engr¨¢cia y coronado por el Most¨¦rio de S?o Vicente de Fora y las callejuelas laber¨ªnticas de Gra?a. Aqu¨ª los precios son un poco m¨¢s altos que la media, con Djs los fines de semana y espor¨¢dicos eventos culturales. Para llegar, podemos aprovechar y coger el m¨ªtico tranv¨ªa 28.
Noobai Caf¨¦ y Quiosco de Santa Catarina
En el Miradouro de la rua Santa Catarina, m¨¢s conocido como el de Adamastor por acoger la estatua del m¨ªtico personaje mencionado por el escritor Lu¨ªs de Cam?es en Os Lus¨ªadas, tenemos dos opciones. La m¨¢s econ¨®mica, aunque tambi¨¦n la m¨¢s limitada, es el quiosco que se levanta en la explanada recientemente restaurada del mirador. Este t¨ªpico templete portugu¨¦s extiende sus mesas frente al jard¨ªn y a la estatua de Adamastor. Por su parte, al Noobai Caf¨¦ se accede bajando las escaleras a mano derecha del mirador. Tiene una cocina muy detallista, e incluso ofrecen los crecientemente populares brunch. Las vistas de ambos caf¨¦s se levantan sobre las v¨ªas del tren a su llegada a Cais do Sodr¨¦ hasta la costa de Almada.
Pollux
T¨ªpico de Lisboa es encontrarte las mejores vistas, los mejores rincones y a la mejor gente en los lugares m¨¢s insospechados. La terraza del Pollux (Rua da Madalena, 263) est¨¢ situada en el ¨²ltimo piso, el noveno, de un centro comercial especializado en hosteler¨ªa. Para llegar a la azotea hay que pasar por una antolog¨ªa de electrodom¨¦sticos, vajillas, toallas apiladas, decoraci¨®n indiscriminada y dem¨¢s utensilios que llenan los ocho pisos precedentes. Pero, al llegar al noveno, sobre el balc¨®n se abre el horizonte hacia la Baixa, por encima del Cuartel do Carmo y, hacia el sur, del estuario del Tajo. La terraza pertenece a una cafeter¨ªa sencilla y barata, m¨¢s que suficiente para pasar horas admirando la panor¨¢mica.
Lost In
Queda claro que aqu¨ª uno viene a perderse, a abandonarse al shanti hinduista al que somos expuestos con la decoraci¨®n, la m¨²sica y el buen ambiente que arde con el incienso. Lo encontraremos en el tranquilo barrio de Pr¨ªncipe Real (Rua D. Pedro V, 56D). Paz y serenidad new age en una terraza que conduce las miradas hasta Gra?a y el Castelo de S?o Jorge. Tambi¨¦n cuenta con una tienda con productos t¨ªpicos de la India.
Quiosco de S?o Pedro de Alc?ntara
En el Bairro Alto, hist¨®rico y popular, elev¨¢ndose sobre la Baixa y toda la zona de Restauradores, se encuentra otro de los miradouros famosos de la ciudad: el de S?o Pedro de Anc?ntara. En la acera opuesta al Solar do Vinho do Porto (quiz¨¢, por su extenso surtido y lo distinguido de trato y decoraci¨®n, uno de los mejores lugares donde degustar vino de Oporto en Lisboa), el mirador alberga un quiosco con mesas exteriores. Desde aqu¨ª tenemos una vista realmente panor¨¢mica sobre toda la Baixa, por encima de la Avenida da Liberdade e Intendente y, enfrente, Gra?a, Alfama y la colina donde se levanta el Castelo de S?o Jorge.
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