Calma en la ca¨®tica Nueva Delhi

Nueva Delhi es una ciudad ca¨®tica, estresante y con tendencia a las masificaciones. Zonas tur¨ªsticas como Pahar Ganj, Old Delhi o Sarojini Market son aut¨¦nticos hervideros de gente que ponen a flor de piel los nervios de cualquier visitante. Sin embargo, hay una alternativa muy interesante para encontrar paz y silencio en la ciudad, la llamada zona ministerial.

En el extremo opuesto de la ic¨®nica India Gate, siguiendo la l¨ªnea recta que traza la avenida Rajpath desde dicho monumento se halla la Plaza de la Victoria (Vijay Chowk), que concentra un gran n¨²mero de construcciones gubernamentales incluyendo la residencia oficial del presidente del pa¨ªs. Ah¨ª, en la parada de metro Central Secretariat, podemos contemplar los sobrios? edificios ministeriales, que resaltan majestuosos en la inmensa llanura de jardines y fuentes.

Hay dos bloques de edificios, el norte y el sur, y ambos destacan por su caracter¨ªstico estilo arquitect¨®nico, denominado 'orden Delhi', una corriente desarrollada por el arquitecto brit¨¢nico Edwin Lanseer Lutyens. Este estilo conjuga neoclasicismo de Occidente con decoraciones indias. Por ejemplo, es posible encontrar elefantes en muchas partes de dichos edificios. La construcci¨®n de esta sede gubernamental se llev¨® a cabo durante la primera mitad del siglo XX, sufriendo retrasos por culpa de la I Guerra Mundial por las desavenencias entre los dos arquitectos al mando, el propio Lutyens y Herbert Baker, y porque los fondos destinados a la construcci¨®n fueron menguando con el paso de los a?os.

Tras subir una pendiente tendida entre los bloques de los ministerios llegamos a una plaza que se parece m¨¢s a un escenario de Naboo (planeta que aparece en el primer episodio de la Guerra de las Galaxias) que al centro de la densa y ca¨®tica capital de la India. Este lugar amplio, grandilocuente, incluso pulcro, no puede contrastar m¨¢s con resto de Delhi. Los edificios est¨¢n construidos con sillares de color rojizo y amarillento, lo cual aumenta su monumentalidad.

Al fondo de esta plaza flanqueada por los edificios ministeriales vemos una verja ornamentada, aunque nuestra vista se va m¨¢s all¨¢, hacia la inmensa c¨²pula de Rashtrapati Bhavan, que es la residencia del presidente. El edificio est¨¢ separado de la verja por unos 300 metros de arena, c¨¦sped y una numerosa poblaci¨®n de monos, que campan a sus anchas ante la desinteresada mirada de los guardas. Un enorme obelisco preside la escena.

La c¨²pula del Rashtrapati Bhavan est¨¢ hecha de cobre y decorada con luceros en festividades nacionales; debajo de ella se llevan a cabo ceremonias oficiales de alta importancia como, por ejemplo, las recepciones de estado. Detr¨¢s del palacio presidencial, se hallan los jardines Moghules, que destacan por su belleza y que tan solo tienen permitido el acceso al p¨²blico durante algunas semanas de la estaci¨®n primaveral. Una visita imprescindible.

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