De viernes a domingo, al campo
52 planes para cada fin de semana del a?o sin salir de Espa?a Paseos para las cuatro estaciones al alcance de todos los bolsillos
Ya no hay excusa para quedarse en casa en 2014. Aqu¨ª van 52 planes para cada fin de semana del a?o sin salir de Espa?a: en primavera, una excursi¨®n al leon¨¦s valle del Silencio; en oto?o, una escapada a las dunas murcianas de Calblanque. Paseos para las cuatro estaciones al alcance de todos los bolsillos.
Primavera
Sierra de Cazorla (Ja¨¦n). Es el mayor espacio protegido de Espa?a. Una gran isla verde y monta?osa en medio del mar de olivos de Ja¨¦n. Hay que ir a tapear al pueblo de Cazorla, recorrer las riberas del embalse del Tranco e internarse a pie por el interior de la sierra remontando el r¨ªo Borosa.
Laguna de Fuente de Piedra (M¨¢laga). Situada a unos 20 kil¨®metros de la ciudad monumental de Antequera, es uno de los mayores complejos lagunares endorreicos (que no desaguan en el mar) de Espa?a. Desde el mirador del centro de visitantes se pueden ver en primavera m¨¢s de 170 especies de aves.
Sos del Rey Cat¨®lico (Zaragoza). Ocupa un promontorio en el extremo norte de la provincia de Zaragoza, casi en la misma raya que separaba los reinos de Arag¨®n y de Navarra. El apellido le viene porque Fernando el Cat¨®lico naci¨® aqu¨ª. Sos es uno de los pueblos monumentales mejor conservados de Arag¨®n.
Valle del Silencio (Le¨®n). Muy pocos viajeros saben de este valle lateral del r¨ªo Sil, una de las zonas m¨¢s desconocidas del Bierzo. Desde San Esteban de Valdueza, al sur de Ponferrada, parte una estrecha carretera que serpentea por la ribera del r¨ªo Oza sumergida entre bosques caducifolios de casta?os, chopos, serbales, nogales, fresnos y alisos de incre¨ªble frondosidad. Termina en Pe?alba de Santiago, un bell¨ªsimo pueblo, casi un museo de arquitectura popular berciana, sin una sola construcci¨®n moderna que afee el conjunto.
Chorros del r¨ªo Mundo (Albacete). El mito de La Mancha de horizontes planos y llanuras cerealistas se rompe en este paraje natural formado por el r¨ªo Mundo, un afluente del Segura. A los frondosos bosques de pino y las elevaciones monta?osas hay que a?adir la espectacularidad de su nacimiento: una cascada que sale de una enorme caverna colgada en un circo de piedra y que se precipita en un salto al vac¨ªo de m¨¢s de 80 metros. La zona fue declarada recientemente parque natural de los Calares.
Sendero del Archiduque (Mallorca). Se trata de un camino de herradura abierto en la sierra de la Tramuntana por encargo del archiduque Luis Salvador, en 1867. Nace en Valldemossa y sube hasta el pico Teix por un paraje de aromas mediterr¨¢neos a romero y tomillo.
El Hierro (Canarias). Es la m¨¢s peque?a, la m¨¢s alejada y la menos poblada de las islas Canarias. Quiz¨¢ por eso este trozo de tierra volc¨¢nica conserva mejor que ninguna otra la esencia de la vida y las tradiciones canarias. Un oc¨¦ano infinito de lavas y escorias.
La Pedriza (Madrid)
Vista a lo lejos parece como si alguien se hubiera dedicado a romper la monta?a. Vista ya m¨¢s de cerca, desde el aparcamiento de Canto Cochino, el escenario se revela como un capricho de la naturaleza, uno de los parajes m¨¢s singulares de la sierra madrile?a.
La Pedriza de la cuenca alta del r¨ªo Manzanares es un gigantesco caos de bloques de granito redondeados, que se amontonan uno encima de otro hasta culminar en el pico del Yelmo (1.714 metros), la cima de La Pedriza. Un laberinto de piedra en el que nada es lo que parece y donde es f¨¢cil perderse.
Es una de las zonas m¨¢s atractivas de toda la sierra de Guadarrama para los escaladores, los senderistas y, en general, para los amantes de la naturaleza. Hay muchas posibilidades de excursi¨®n, aunque la senda m¨¢s transitada y f¨¢cil es la que parte del aparcamiento de Canto Cochino y sube hasta el refugio Giner de los R¨ªos por la margen derecha del arroyo de la Majadilla. La llaman "la autopista de La Pedriza".
Lagunas de Ruidera (Albacete-Ciudad Real). Pese a su imagen t¨®pica de secano y cereal, las provincias de Albacete y Ciudad Real comparten uno de los mejores humedales espa?oles. Un conjunto lagunar de 25 kil¨®metros de largo, compuesto por 15 embalses naturales donde nace el r¨ªo Guadiana.
Serran¨ªa de Cuenca. Una vasta extensi¨®n de sierras y bosques que cubre el norte de la provincia de Cuenca. Entre los lugares de inter¨¦s: las hoces del Beteta, el nacimiento del r¨ªo Cuervo, la laguna del Tobar y el valle del r¨ªo Escabas.
Delta del Ebro (Tarragona). El Ebro llega a su cita con el Mediterr¨¢neo cargado de lodos y tierras para formar su famoso delta. Un paseo por sus canales revela la intimidad de sus rincones: arrozales, canales de aguas poco profundas y huertas cuadriculadas por azarbes y acequias.
Valle del Jerte (C¨¢ceres). Que sus miles de cerezos luzcan o no el color blanco de la floraci¨®n primaveral no impide disfrutar otras muchas delicias naturales, como Plasencia, Piornal, Valdastillas, Rebollar, Navaconcejo, Cabezuela del Valle o la Garganta de los Infiernos.
R¨ªa de Urdaibai (Bizkaia). Declarada reserva de la biosfera en 1984, la r¨ªa de Urdaibai representa uno de los ¨²ltimos para¨ªsos mar¨ªtimo-terrestres de la cornisa cant¨¢brica. Un lugar donde se conjugan muchos ecosistemas: carrizales y marismas, playas de marea, vegas fluviales y dunas de arena.
Monfrag¨¹e (C¨¢ceres). El parque natural de Monfrag¨¹e es una de las reliquias del bosque mediterr¨¢neo primigenio. Se salv¨® de la motosierra por poco, ya que los planes forestales del franquismo inclu¨ªan cambiar esta cubierta aut¨®ctona por eucaliptos y otras especies m¨¢s comerciales. El ¨¢rea protegida se extiende durante 30 kil¨®metros en paralelo al r¨ªo Tajo, entre el Salto del Gitano y las localidades de Casas de Miravete, Villarreal de San Carlos (la localidad con servicios) y el castillo de Monfrag¨¹e, uno de los puntos de mayor inter¨¦s.
Verano
Li¨¦bana (Cantabria). La componen cuatro valles ¨CEspinama, Cabez¨®n de Li¨¦bana, Vega de Li¨¦bana y el desfiladero de la Hermida¨C enquistados con calzador entre las cumbres imponentes de los macizos central y oriental de los Picos de Europa.
Canal de Castilla (Valladolid-Palencia). Fue un proyecto megal¨®mano: unir las capitales del reino con el puerto de Santander mediante una red de canales navegables. De aquella obra visionaria nos han quedado 207 kil¨®metros de cauce por las provincias de Palencia y Valladolid.
Arribes del Duero (Salamanca-Zamora). El r¨ªo Duero se encaja en un sorprendente desfiladero de paredes negras y encrespadas a su paso por Zamora y Salamanca, delimitando la frontera con Portugal. Es el espectacular ca?¨®n de los Arribes del Duero.
Monta?a palentina (Palencia). Una comarca de altos valores medioambientales y paisaj¨ªsticos, en el extremo norte de la Castilla hist¨®rica, donde se alzan los picos m¨¢s altos de la cordillera Cant¨¢brica ¨Ccomo Pe?a Prieta, 2.538 metros¨C y donde nacen los r¨ªos Pisuerga y Carri¨®n.
Valle de N¨²ria (Girona). Un circo glaciar rodeado de monta?as que superan los 2.500 metros de altitud y una de las zonas m¨¢s intocadas de los Pirineos, lugar al que solo se puede llegar a pie o a bordo del ¨²nico ferrocarril de cremallera que funciona actualmente en Espa?a.
Cabo de Creus (Girona). Es el punto m¨¢s oriental de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y uno de los paisajes m¨¢s fascinantes del Mediterr¨¢neo. A Creus se llega por una estrecha carretera desde Cadaqu¨¦s, atravesando un paisaje negro y seductor lleno de referencias cinematogr¨¢ficas.
Calblanque (Murcia). A solo un paso de los bloques de apartamentos de La Manga, las playas y acantilados de Calblanque constituyen el mejor ejemplo de ecosistema litoral de Murcia sin degradar. Declarado parque regional en 1987, Calblanque es un trozo de costa con sierras ¨¢ridas, dunas f¨®siles, playas largas y doradas y un mar intensamente azul. Se puede llegar en coche por la autov¨ªa de La Manga; hay un desv¨ªo se?alizado a la salida de Los Belones. Tambi¨¦n a pie desde el cabo de Palos.
Senda del monte Jaizkibel (Gipuzkoa). El monte Jaizkibel es la elevaci¨®n monta?osa que bordea la costa guipuzcoana entre Hondarribia y Pasaia. Un conjunto de sendas y caminos que empiezan en el santuario de Guadalupe, muy ligado a la tradici¨®n marinera hondarribitarra, permite recorrerlo a media ladera. Arriba, sobre la cresta de la sierra, se ven a¨²n restos de antiguos torreones de vigilancia, desde donde los pescadores vascos oteaban el paso de ballenas, y del fuerte carlista de San Enrique.
Parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas (Pontevedra). Las riqueza pisc¨ªcola de las tres principales R¨ªas Bajas gallegas tiene mucho que ver con las islas que les brindan protecci¨®n frente a oleajes y tempestades. Las C¨ªes, frente a la r¨ªa de Vigo; las Ons, en la bocana de la de Pontevedra, y el peque?o archipi¨¦lago de las S¨¢lvora, que protege la entrada de la r¨ªa de Arosa. En 2002 fueron declaradas parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas. En sus playas, dunas y acantilados crece el matorral aut¨®ctono de toxos, xestas y torviscos, y anidan gaviotas y cormoranes. Hay barcos a diario desde diversos puntos de la costa de Pontevedra hacia las C¨ªes y las Ons. El ¨²nico alojamiento es el c¨¢mping que abre en verano en las C¨ªes.
Aig¨¹estortes y lago de Sant Maurici (Lleida). El ¨²nico parque nacional de Catalu?a (Dels Ports, en Tarragona, est¨¢ pendiente de ser aprobado para convertirse en el segundo) fue creado en 1955 para proteger un espacio pirenaico singular entre las comarcas de la Alta Ribagor?a y el Pallars Sobir¨¢, en el que las glaciaciones modelaron el negro granito. Sus 40.852 hect¨¢reas de ecosistema alpino de alta monta?a albergan la mayor concentraci¨®n lacustre espa?ola, casi 200 dep¨®sitos de agua de origen glaciar.
Playas del C¨¢diz atl¨¢ntico. El litoral gaditano es una pura delicia visual. Playazos infinitos (Bolonia, Conil, Valdevaqueros, Ca?os de Meca) que se salvaron de la especulaci¨®n inmobiliaria, una luz cegadora y un cielo azul de esos que solo se ven en lugares remotos.
Cabo de Gata (Almer¨ªa)
El cabo de Gata es la esquina m¨¢s reseca y at¨ªpica del continente europeo. Un lugar donde los cielos ego¨ªstas apenas derraman 240 mil¨ªmetros de agua al a?o y donde la vegetaci¨®n esteparia est¨¢ m¨¢s pr¨®xima a la de la orilla africana del Mediterr¨¢neo que a la del resto de la Pen¨ªnsula. Des¨¦rtico, fascinante y singular, el parque natural del Cabo de Gata es uno de los parajes costeros m¨¢s famosos de Andaluc¨ªa. Desde N¨ªjar, capital de la comarca, hasta San Jos¨¦, pasando por playas misteriosas, como las Negras, o viejos pueblos mineros deshabitados, como Rodalquilar, la ruta muestra, entre otros, los escenarios que inspiraron a Garc¨ªa Lorca para escribir sus ¡®Bodas de sangre¡¯. Otros puntos de inter¨¦s son la Isleta del Moro, pueblo pesquero que a¨²n conserva el encanto de aldea perdida; Los Escullos, poblado surgido al amparo de la fortificaci¨®n de San Felipe, y, por supuesto, las celeb¨¦rrimas playas de los Genoveses y el M¨®nsul.
Castillo de Loarre (Huesca). Escenario natural para muchas pel¨ªculas de ¨¦poca, el castillo de Loarre impresiona por su estampa tan altanera y por su excelente estado de conservaci¨®n. Es uno de los castillos m¨¢s fotog¨¦nicos de Espa?a.
Son Saura y Macarrella (Menorca). Cuando el viajero llega al arenal de Son Saura (en la foto), cerca de Ciutadella, al norte de la isla, piensa que est¨¢ frente a un espejismo verdeazulado. Son Saura son en realidad dos calas, una a poniente y otra a levante, de f¨¢cil acceso. Macarella se ubica muy cerca de Cala Galdana, 22 kil¨®metros al sur de Ciutadella, y es la imagen cl¨¢sica de la peque?a cala rocosa y ce?ida por pinares que llegan casi hasta el mar. Una lengua estrecha de aguas azulturquesas tan perfecta que suele ser la imagen con la que los folletos tur¨ªsticos venden Menorca.
Alto J¨²car (Valencia). El r¨ªo Cabriel desemboca en el J¨²car en el municipio valenciano de Cofrentes. A partir de all¨ª forma un gran caudal que se cuela por uno de los parajes m¨¢s agrestes y desconocidos de la Comunidad Valenciana.
Picos de Europa (Asturias). Picos es una monta?a diferente a todas. Un relieve ¨²nico, un paisaje atormentado, la mayor muralla de roca caliza de la Europa atl¨¢ntica, que rompe los patrones que todos tenemos asociados a un macizo monta?oso.
Pen¨ªnsula de Jand¨ªa (Fuerteventura). Jand¨ªa es un universo de litoral virgen que ocupa toda la porci¨®n sur de la isla canaria de Fuerteventura. Un mundo de arenas solitarias y piedra desnuda, si exceptuamos algunas tropel¨ªas urban¨ªsticas como las de Costa Calma.
B¨¢rcena Mayor (Cantabria). Situada al final de una carreterita local que recorre 10 kil¨®metros de paisajes inmaculados en el valle del Saja, B¨¢rcena Mayor es uno de los pueblos emblem¨¢ticos de Cantabria. Una genuina aldea ganadera de calles empedradas que apenas ha modificado su fisonom¨ªa en los ¨²ltimos siglos.
R¨ªas Altas (A Coru?a-Lugo). M¨¢s expuestas a las tormentas y el mal tiempo y con aguas m¨¢s fr¨ªas, las R¨ªas Altas gallegas han sido menos explotadas por el turismo que las Baixas, y por eso su fisonom¨ªa y su paisajes est¨¢n tambi¨¦n menos alterados.
Oto?o
Valle de Somiedo (Asturias). Un territorio fronterizo entre Asturias y Le¨®n, con grandes desniveles, alejado de las principales rutas comerciales, mal comunicado secularmente, en el que han pervivido formas de vida ancestrales desaparecidas ya en otros valles vaqueiros.
Reserva de Muniellos (Asturias)
El bosque de Muniellos es la zona m¨¢s valiosa y de alta protecci¨®n de todo el valle del Narcea. La entrada est¨¢ limitada a 20 personas al d¨ªa (hay que pedir autorizaci¨®n previa), pero del centro de interpretaci¨®n de Oballo parten dos senderos muy sencillos hasta sendos miradores. Uno tiene un observatorio con buenas vistas al gran bosque; no es lo m¨¢s espectacular de la reserva, pero quien no quiera caminar o no haya conseguido cupo para entrar se lleva una idea aproximada. Muniellos es el mayor robledal de Espa?a. En oto?o, una org¨ªa de colores. El rey es el roble albar, pero tambi¨¦n hay hayas, avellanos, fresnos, sauces y arces.
Hayedo de la Tejera Negra (Guadalajara). Gracias a las caracter¨ªsticas especiales de los valles de los r¨ªos Lillas y Zarzas ¨Cen la sierra guadalajare?a de Ayll¨®n¨C, un bosque de hayas encontr¨® el cobijo necesario para crecer en una zona demasiado meridional para sus costumbres.
Selva de Oza (Huesca). Selva en el Pirineo aragon¨¦s significa masa forestal muy densa de hayas y con¨ªferas. As¨ª es la mancha verde ¨Cmulticolor en oto?o¨C que cubre la cabecera del r¨ªo Arag¨®n Subord¨¢n. La selva de Oza, encajada entre los macizos de Pe?aforca y Bisaur¨ªn, es una reliquia de hayedos-abetales de los Pirineos, un bosque mixto que solo se da en climas atl¨¢nticos monta?osos y una de las reservas naturales m¨¢s ricas de toda la cordillera, que nos transporta a tiempos pasados.
Rom¨¢nico del valle de Bo¨ª (Lleida). Este valle pirenaico alberga algunos de los mejores ejemplos del rom¨¢nico lombardo. Campanarios altivos y estilizados de hasta seis alturas que permitieron la inclusi¨®n del valle de Bo¨ª, en la Alta Ribagor?a, en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
Las M¨¦dulas (Le¨®n). Unas antiguas minas de oro romanas donde la acci¨®n combinada del hombre y de la naturaleza ha creado un paisaje irreal de pin¨¢culos y monta?as rojizas tapizadas por un extenso bosque de casta?os.
El Saja-Nansa (Cantabria). Los r¨ªos Saja y Nansa bajan casi en paralelo desde la cordillera Cant¨¢brica. Entre ambos se extiende un gran tapiz verde de hayas y robles que antecede al parque nacional de los Picos de Europa y que, a diferencia de este, ofrece una orograf¨ªa mucho m¨¢s suave y dulce. La reserva del Saja-Nansa atesora aldeas y pueblos con encanto y grandes bosques aut¨®ctonos de hayas, robles y abedules. Un sendero de gran recorrido, el GR-97, atraviesa toda la reserva y permite descubrirla a pie.
Selva de Irati (Navarra). Desde la muga con Francia, si el d¨ªa est¨¢ claro, se vislumbra el pico de Ori, el primer dosmil de los Pirineos, y a sus pies, esa reliquia de la naturaleza m¨¢s salvaje que es la selva de Irati, en el valle navarro de Salazar. Irati es uno de los m¨¢s extensos bosques espa?oles de hayas, abetos y especies frondosas, una de esas sorpresas que el viajero supone ya extinguidas en el tiempo. Solo su condici¨®n de zona fronteriza y poco accesible explica la espesura de la selva de Irati, un lugar privilegiado para los paseos a pie o en bicicleta. Los colores dorados del oto?o en Irati contrastan con el blanco impoluto de los caser¨ªos salacencos, con sus fachadas encaladas y sus empinados tejados rojizos de teja plana. En Salazar, los Pirineos empiezan a dulcificarse y las crester¨ªas de roca de Belagua y Larra dan paso a prados suaves y alomados por los que se desparraman vacas y caser¨ªos.
Ribeira Sacra (Orense). Se conoce as¨ª al tramo enca?onado del r¨ªo Sil a su paso por Ourense y hasta la confluencia con el Mi?o. Toma el nombre de los muchos cenobios que hubo en sus riberas. El m¨¢s famoso de ellos, el de Santo Estevo de Ribas do Sil, se ha reconvertido en un parador. La Ribeira Sacra es la Galicia rural de paisajes grandiosos y escarpados, en las ant¨ªpodas del bullicio veraniego de las R¨ªas Baixas.
Alca?iz (Teruel). Es uno de los grandes pueblos monumentales. Su castillo es la memoria en piedra de la Orden de Calatrava, que tuvo gran implantaci¨®n en la comarca. Abajo, diseminadas por el casco urbano, hay numerosas joyas arquitect¨®nicas del Renacimiento aragon¨¦s.
Cameros (La Rioja). Comarca riojana lim¨ªtrofe con Soria y encabalgada en torno a dos r¨ªos, el Leza y el Iregua. Cameros es un gran bosque de caducifolias (hayas, robles, abedules, casta?os, avellanos), que regala cada oto?o un espect¨¢culo visual. Hay muchos senderos aptos para todo tipo de p¨²blicos que recorren las zonas m¨¢s frondosas. Cameros es tierra de pastores trashumantes, de pueblos de piedra y rica gastronom¨ªa.
Laguna Negra (Soria)
El color de sus aguas y lo t¨¦trico de los bosques y roquedos que rodean la laguna Negra dieron rienda suelta a la imaginaci¨®n popular para fabular todo tipo de historias de este lago de origen glaciar que atrae a multitud de senderistas y curiosos hasta los Picos de Urbi¨®n, en el extremo norte de la provincia de Soria, ya lindando con La Rioja. La misma cordillera que sirve de cuna al r¨ªo Duero.
Invierno
Zuheros (C¨®rdoba). Un pueblo blanco, colgado desde el siglo IX de forma casi imposible en un pe?¨®n vertical de las sierras subb¨¦ticas cordobesas. Entrar a Zuheros, la antigua Sujaira hispano-musulmana, es como atravesar el t¨²nel del tiempo.
Vereda de la Estrella (Granada). Es un antiguo camino carretero por el que se bajaban la galena y la pirita de las minas del alto Genil, en la vertiente norte de Sierra Nevada. Hoy es una de las sendas panor¨¢micas m¨¢s espectaculares de Andaluc¨ªa, con vistas incre¨ªbles a toda la cuerda de tresmiles.
Valle del Somport (Huesca). Desde el viejo Summus Portus (Somport) romano, linde entre Francia y Espa?a, el r¨ªo Arag¨®n baja regando uno de los valles hist¨®ricos, donde naci¨® el reino de Arag¨®n. Bosques, cascadas y ciudades monumentales, como Jaca, esperan al visitante.
Lanzarote. Nada como perderse unos d¨ªas en buena compa?¨ªa en esta isla de fuego y lava, representante de esa otra Canarias, la de las islas menudas, las menos conocidas y tambi¨¦n las m¨¢s aut¨¦nticas y genuinas. Lanzarote es un destino de acantilados y r¨ªos de lava petrificada, de isas y fol¨ªas, de gofio y tea, en el que una gota de agua es un tesoro. Una isla que esconde entre roques y malpa¨ªses, entre piedras bas¨¢lticas y campos de tuneras, el secreto de C¨¦sar Manrique, el artista que luch¨® por conservar la identidad canaria e integrar el paisaje, sin mancillarlo, en el desarrollo urban¨ªstico.
El icono de la isla es el parque nacional de Timanfaya, uno de los mejores muestrarios de vulcanismo de todo el Estado. Un trozo de tierra reciente (es producto de erupciones datadas entre 1730 y 1736) donde se concentran conos, chimeneas, cr¨¢teres, lajiales, jameos y mares de lava petrificada en una sensacional escenificaci¨®n de la magia del fuego creador.
Parque nacional de Garajonay (La Gomera). La isla de La Gomera alberga uno de los bosques m¨¢s peculiares de Espa?a: la selva h¨²meda de laurisilva, vestigio relicto de los bosques que en el terciario poblaron toda la cuenca mediterr¨¢nea. Fue protegido como parque nacional en 1981.
Sierra de Gredos (?vila). La cadena monta?osa m¨¢s elevada del Sistema Central acoge una variada gama de vegetaci¨®n, desde el bosque mediterr¨¢neo en los valles hasta los prados alpinos en las cumbres. Por encima de 1.700 metros, Gredos es un reino de piedra donde solo crecen piornales y enebros chaparros.
Laguna de Gallocanta (Teruel-Zaragoza). Es una de las mayores manchas de agua salada del interior de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y un refugio perfecto para miles de aves migratorias en su camino entre Europa y ?frica. En sus l¨¢mina de agua viven ¨¢nades, grullas, avutardas, fochas, correlimos y hasta 200 especies diferentes de aves que pueden ser observadas con facilidad desde alguno de los siete observatorios dispuestos en sus riberas.
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