La ni?a de Banksy en el muro palestino
Florecen en Cisjordania los ¡®tours¡¯ guiados para visitar los murales pacifistas del artista urbano
Hay una estampa cl¨¢sica en Bel¨¦n: la de los gu¨ªas asediando al turista en la puerta de la bas¨ªlica de la Natividad, donde la tradici¨®n fija el nacimiento de Jes¨²s. ¡°?Tour guiado!¡±, ¡°?todos los idiomas!¡±, repiten. De un a?o a esta parte, el trabajo se ha diversificado. ¡°Ven. Hago la ruta de Banksy, 10 euros¡±. Lo dicen ellos y tambi¨¦n sus sat¨¦lites, colegas repartidos a lo largo del principal checkpoint de entrada, el de la tumba de Raquel, que buscan visitantes en los recovecos del muro de separaci¨®n levantado por Israel.
El artista callejero brit¨¢nico Banksy viaj¨® a Cisjordania en dos ocasiones, en 2005 y 2007, pero es reciente el negocio creado alrededor de su trabajo. Entonces nadie sab¨ªa qui¨¦n era. Hoy hay siete tours oficiales que explican su legado, infinitos aficionados y hasta una tienda de recuerdos que vende p¨®steres, camisetas y llaveros.
Abu Yamin es el due?o del negocio. Lo ha abierto frente a una de las im¨¢genes m¨¢s reconocibles de Banksy, la ni?a que vuela cogida a unos globos, que casi salta el muro de hormig¨®n. ¡°Es una plantilla, hay muchos por Palestina¡±, explica. Compr¨® el local hace dos a?os, en un edificio que estuvo ocupado durante una d¨¦cada por tropas israel¨ªes. Lo ha ampliado tres veces. ?Hay negocio? ¡°No va mal. Los peregrinos organizados no se animan, pero cada vez m¨¢s los amigos j¨®venes y las parejas vienen por aqu¨ª y compran. Hasta les presto un espray para que dejen su huella en la pared¡±, dice. Hay m¨¢s calma y eso ayuda. ¡°Si [CISJORDANIA]es lo suficientemente seguro para un grupo de artistas blandengues, lo es para cualquiera¡±, dijo Banksy, seg¨²n su representante, cuando vino la ¨²ltima vez, acompa?ado de otros se?eros del street art como Blu, Sam3 o Swoon. Un eslogan tur¨ªstico inmejorable.
Adem¨¢s de la peque?a del globo, quedan vivas otras cinco obras de Banksy, todas ellas ir¨®nicos gui?os sobre la guerra y la libertad, en su intento por ¡°animar a la gente a pensar¡±, como ha afirmado en alguna ocasi¨®n, siempre v¨ªa intermediario, siempre preservando su identidad. Quedan en pie la ni?a de coletas que cachea al soldado, una paloma con rama de olivo en el pico y chaleco antibalas con la diana del francotirador amenazando, un ¨¢ngel que derrama corazones, el antisistema enmascarado que lanza flores en vez de c¨®cteles incendiarios, y una Estatua de la Libertad con cuerpo de fantasma o de golem cuya autor¨ªa es motivo de disputa entre los expertos de la obra del artista.
Gasolinera con turistas
Estos dos ¨²ltimos est¨¢n en el valle de los guardianes de la noche, Beit Sahour, a pocos metros de donde los pastores recibieron la visita del ¨¢ngel que anunciaba el alumbramiento del Mes¨ªas. Cubren los muros de la gasolinera de Michel Khoury. Est¨¢ encantado con el movimiento de turistas, ¡°muchos japoneses y suecos¡±. ¡°Un d¨ªa mi padre se levant¨® y ah¨ª estaban. Las quiso borrar, pero a m¨ª me gustan. Lo que no s¨¦ es c¨®mo conservarlas¡¡±, dice se?alando el t¨²nel de lavado y la nave para camiones que sirven de base.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
Visitas
??Murad Tours (+?972 522 50 52 59; e-mail: info@muradtours.com). Precio: 43 euros por persona. Incluye visita a Bel¨¦n y a Beit Sahour, y se detiene en un mercado y en un campo de refugiados.
??Abraham Tours(+?972 (0) 25 66 00 45; e-mail: info@abrahamtours.com). Precio: 37 euros por persona. Incluye visita a Bel¨¦n y a Beit Sahour.
Yamen Elabed, gu¨ªa de Murad Tours ¡ªque ofrece incluso servicio con limusina Mercedes para el trayecto¡ª, se duele porque han desaparecido al menos cinco obras m¨¢s. Las razones, explica, son diversas. Un grupo de vecinos taparon un burro al que el soldado le ped¨ªa la documentaci¨®n porque entendieron que se comparaba al pueblo palestino con el animal y era una ofensa. Otros dos burros, uno negro y otro blanco, con los rabos atados, cada cual tirando a un lado, s¨ªmbolo del conflicto de esta tierra, acabaron ocultos por la construcci¨®n de una casa. Los dem¨¢s, cuando Banksy a¨²n no vend¨ªa obras por m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares, quedaron sepultados bajo la mara?a de firmas y dibujos que cubren el muro de separaci¨®n, que es hoy una de las mayores galer¨ªas abiertas de arte urbano en todo el mundo. Los famosos agujeros en la pared a trav¨¦s de los que se ve¨ªa una playa con palmeras o el cielo azul est¨¢n hoy bajo las capas negras y blancas que retratan a Leila Khaled, antigua secuestradora de aviones y hoy miembro del Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina.
Algunos chavales, al descubrir la fama de Banksy, trataron de picar la pared para robar la ni?a y el soldado, en la carretera que lleva a Hebr¨®n. Ahora Moodi Abdala, trabajador del Saint Michele Hotel, explica c¨®mo han integrado la pintura en su negocio, le han puesto luz, van a pintar los alrededores ¡°y posiblemente a poner un metacrilato¡± que evite un mayor desgaste.
¡°Tengo vecinos que no quieren ver pinturas tan bonitas porque mejoran el muro, y el muro no nos gusta. Hay quien casi odia a Banksy. A m¨ª me gusta, pero tambi¨¦n le digo: ¡®Ojal¨¢ su obra desaparezca pronto y yo pueda cerrar mi tienda. Ser¨¢ porque el conflicto con Israel ha acabado¡±, concluye Abu Yamin.
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