La loca del caf¨¦ ol¨¦

Eva Isanta, cuando no ten¨ªa un duro y estudiaba teatro, tuvo la necesidad de hacer un viaje. ¡°Para curar una pena muy grande de amor¡±, dice la actriz, que estrena hoy Atrapados en el madrile?o teatro Alfil. Y se fue a Par¨ªs.

?A una ciudad tan rom¨¢ntica?

Bueno¡­ Iba con medio plan: a visitar a un chico que conoc¨ª en verano. As¨ª que no lo pens¨¦ mucho y con una amiga nos compramos el billete de autob¨²s; s¨ª, ¨ªbamos en bus.

Seguro que pudieron hablar durante el camino.

La verdad es que nos acab¨¢bamos de conocer ensayando unas funciones. Como ten¨ªamos el coraz¨®n partido, decidimos salir de la ciudad. Pasamos 16 horas de viaje sentadas la una junto a la otra, cont¨¢ndonos la vida. Cuando llegamos ya ¨¦ramos amigas. Y lo seguimos siendo.

?Qu¨¦ compartieron?

Nada m¨¢s llegar, un cruas¨¢n. Yo ten¨ªa muchas ganas de ir a los bistr¨®s, sentarme y ver a la gente pasar mientras me tomaba algo. Encontramos uno maravilloso. Todo era perfecto hasta que lleg¨® la cuenta: 18 euros. ¡°Ya hemos?comido, Rose¡±, le dije a mi amiga.

?Ligaron para redimir su tristeza?

No quer¨ªamos ligar, sino reconciliarnos con la humanidad. Pero s¨ª, ligamos. Un d¨ªa nos fuimos cada una por nuestro lado. Yo no hablo franc¨¦s y hab¨ªa quedado con el chico este que conoc¨ªa. La cita de mi amiga era antes, por lo que ten¨ªa que pasar un rato de espera. Me fui a tomar un caf¨¦. Cruzo la puerta de una cafeter¨ªa, digo ¡°bonsoir¡± lo mejor que puedo, pido el caf¨¦ y el camarero me pregunta: ¡°?Au lait?¡± [?CON LECHE?], que significa ¡°con leche¡± y se pronuncia ol¨¦. En ese momento, yo monto en c¨®lera.

?C¨®mo?

Pensaba que se hab¨ªa dado cuenta de que era espa?ola y, ri¨¦ndose de m¨ª, me dec¨ªa ¡°?ol¨¦!¡±. El hombre me miraba un poco impactado. ¡°?Y esta loca?¡±, debi¨® de pensar. Al final me tom¨¦ el caf¨¦ solo.?Lleg¨® a su cita? S¨ª, y me entretuve bastante. Tuve a mi pobre amiga esperando un buen rato. Nuestro hotel estaba en las afueras, as¨ª que ten¨ªamos que quedar para ir juntas a dormir porque era una pesadilla llegar.

?Se curaron de su enfermedad?

Era nuestra primera vez en la ciudad; de los cuatro d¨ªas, uno y medio fue el viaje. Yo acud¨ªa con la intuici¨®n de que encontrar¨ªamos el amor en Par¨ªs y al mismo tiempo las dos ten¨ªamos la seguridad de que no ¨ªbamos a poder enamorarnos nunca m¨¢s. Nos re¨ªmos tanto que nos curamos. Y s¨ª, nos volvimos a enamorar.

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