Viajeros al t¨¦
En tres vuelcos como los beduinos o tras una ceremonia en Jap¨®n, nueve destinos para tomarse una infusi¨®n
Si viaj¨¢semos alrededor del mundo con el atractivo aroma de una taza de t¨¦ reci¨¦n hecho como ¨²nico gu¨ªa, visitar¨ªamos elegantes salones londinenses, recorrer¨ªamos verdes plantaciones en las monta?as de Sri Lanka o a cruzar¨ªamos Asia a bordo del Transiberiano en torno a un samovar y largas horas de conversaci¨®n. Proponemos una humeante ruta con paradas en pa¨ªses y regiones donde esta planta representa mucho m¨¢s que una infusi¨®n, y bien merecen una visita.
01 El secreto est¨¢ en los dulces
LONDRES
No hay que llamarse a enga?o: la clave del famoso t¨¦ de la tarde ingl¨¦s no est¨¢ en la taza sino en los dulces. Nadie puede irse de Londres sin haberlo probado, con toda su ceremonia incluida, pero antes de pedir hay que tener claro que hay dos variedades: el cream tea, que incluye scones (bollitos) con crema batida y mermelada, y el afternoon tea, que consiste, b¨¢sicamente, en una comida: minibocadillos, pastas y scones y una presentaci¨®n art¨ªstica en bandejas de varios pisos.
Se toma entre las 15 y las 17 horas, y a la hora de elegir el lugar, lo tendremos dif¨ªcil. Lo m¨¢s cl¨¢sico sin duda es el hotel Ritz o el Claridge (hay que reservar hasta con seis semanas de antelaci¨®n para tener sitio). En el Ritz, adem¨¢s, tendremos que lucir nuestras mejores galas para no desentonar. Las teteras de plata y la vajilla de porcelana tintinean a las 16.00 bajo el techo de cristal y las ara?as de luces del sal¨®n Palm Court. No es barato, pero se est¨¢ bien acompa?ado; no en vano, este hotel ha servido infusiones ex¨®ticas a personalidades como Eduardo VII o Charles Chaplin. Si el presupuesto no alcanza, se puede probar en las cafeter¨ªas de la organizaci¨®n Clasic Cafes, que aboga por los locales cutres de la d¨¦cada de 1950 con barra de formica; las pocas que quedan sirven infusiones en un ambiente de otra ¨¦poca.
Otras alternativas en Londres para seguir la tradici¨®n son Dean Street Townhouse, en Tottenham Cour, donde se sirve en un sal¨®n con chimenea, sabor antiguo y muy acogedor; Bea¡¯s of Bloomsbury, cerca del Museo Brit¨¢nico, un caf¨¦ diminuto, casi una boutique, que se hizo muy famoso gracias a los cupcakes caseros; Wolseley, en Green Park, en lo que fue un sal¨®n de exposici¨®n y venta de coches Bentley que se ha transformado en un bar-restaurante estilo vien¨¦s donde ver famoseo y disfrutar de un t¨¦ espl¨¦ndido; 5th View, en la parte alta del Waterstone¡¯s, en Picadilly, donde sirven scones y mermelada caseros con vistas a Westminster y un afternoon tea sofisticado; o Portrait, el fabuloso restaurante de la National Portrait Gallery, con un cream tea maravilloso (y nada barato) servido en bandeja con una copa de champ¨¢n y vistas al horizonte londinense.
02 T¨¦ transiberiano
DE RUSIA A CHINA
Sin paradas, el trayecto de Mosc¨² a Pek¨ªn en ferrocarril dura m¨¢s de seis d¨ªas. El mejor modo de pasarlos consiste en entablar amistad con los compa?eros de vag¨®n, ya sean hombres de negocios rusos, comerciantes mongoles o monjes budistas. Cada coche cuenta con un samovar, utensilio muy arraigado en la sociedad rusa y que, tradicionalmente, supone sentarse a charlar con calma mientras se toma t¨¦ sin parar.
Las tarifas del Transiberiano var¨ªan seg¨²n la estaci¨®n del a?o: en verano, un 40% m¨¢s caras, se pagan unos 260 euros por un pasaje (solo ida). Se necesitan visados para Rusia, Mongolia y China.
03 Colgados del mate
PARAGUAY, URUGUAY Y ARGENTINA
Bebida y obsesi¨®n nacional de algunos pa¨ªses de Sudam¨¦rica, todo el mundo en ellos bebe mate; en la ciudad y en la pampa. Se prepara con las hojas secas de la yerba mate y, seg¨²n los guaran¨ªes, la diosa Luna se lo proporcionaba a los humanos en agradecimiento por salvarla del ataque de un jaguar. Para disfrutar de la infusi¨®n se necesita una bombilla de plata (ca?a para sorber) y un mate (recipiente de calabaza). El viajero puede cargar estos utensilios en sus alforjas y cabalgar con los gauchos: el vegetal l¨ªquido lo mantendr¨¢ despierto y guiando el ganado toda la noche.
Desde Europa puede parecer que el mate es siempre el mismo. Pero no es as¨ª: en cada pa¨ªs, y casi en cada regi¨®n, se prepara de una forma diferente y cuidado con confundir unos con otros. En Uruguay forma parte incluso casi del atuendo diario, pues la gente lleva su termo y su bombilla vaya donde vaya. Los uruguayos consumen casi m¨¢s mate que los argentinos y los paraguayos. Si se tiene oportunidad, vale la pena acostumbrarse a su sabor. No hay nada como pasar un rato sorbiendo mate entre un grupo de nuevos amigos. En Paraguay se consume tambi¨¦n en cantidades ingentes, normalmente en forma de refrescante terer¨¦ (yerba mate helada), generosamente condimentado con yuyos (hierbas medicinales).
La web del Instituto Nacional de la Yerba Mate informa sobre esta tradici¨®n en Argentina.
04 Una vida pasada por t¨¦
YUENYANG (CHINA)
Desde que una hoja de t¨¦ con agua caliente fue a parar a la taza del emperador Shennong hacia el 2700 antes de Cristo, los chinos han exaltado las virtudes de esta infusi¨®n. El t¨¦ impregna la vida en China: es lo primero que, reci¨¦n hecho, se bebe por la ma?ana para despertar los sentidos; lo que se sigue bebiendo durante todo el d¨ªa en lugar de agua ¨Cse meten hojas de t¨¦ verde en un gran vaso que se rellena sin cesar de agua caliente-, y lo que se toma despu¨¦s de cenar, un t¨¦ negro fermentado, supuestamente digestivo.
El pa¨ªs es tan grande que cada regi¨®n tiene su propia tradici¨®n y cultura respecto a la infusi¨®n. En Hangzohu, por ejemplo, se cultiva el valorado Longjing Cha (t¨¦ del pozo del drag¨®n), uno de los t¨¦s verdes m¨¢s arom¨¢ticos de China. En Yunnan el m¨¢s buscado es el Pu¡¯er, un oscuro t¨¦ fermentado de delicado sabor con propiedades digestivo y que ayuda a perder peso.
Dos recomendaciones: visitar la isla de Junshan, un atol¨®n de bamb¨²es y bosques situado en el lago Dongting (45 minutos en barco desde el puerto de pasajeros de Changsha) donde se produce el exclusivo t¨¦ de aguja de plata, adorado por sus poderes para alargar la vida; y entrar en la casa de t¨¦ Hu Xin Ting, con casi 150 a?os de historia, y situada en mitad de un lago en el tur¨ªstico y abarrotado jard¨ªn Yu Yuan de Shangh¨¢i, por lo que la serenidad en su interior resulta a¨²n m¨¢s asombrosa.
05 Infusi¨®n refrescante en el desierto
DESIERTO DEL S?HARA Y MARRUECOS
Para los n¨®madas del gran desierto norteafricano, el t¨¦ requiere paciencia y dedicaci¨®n; en cada sesi¨®n se toman tres vasos de distintos sabores: ¡°el primero es fuerte como el amor, el segundo amargo como la vida y el tercero dulce como la muerte¡±. En realidad, no se trata de calmar la sed sino de entablar amistades en alfombradas tiendas de campa?a con refinada cristaler¨ªa. Se puede holgazanear bajo las palmeras del oasis de Terjit, en la regi¨®n mauritana de Adrar (preferiblemente en julio o agosto, durante la getna, la cosecha anual de d¨¢tiles), o adentrarse en el mar de arena desde Ghat, en Libia, para probar un t¨¦ tradicional sin prisas.
Sin ir tan al sur, o sin adentrarnos en territorios tan des¨¦rticos, siempre podremos probar un magn¨ªfico t¨¦ con menta en Marruecos, pa¨ªs donde cualquier hora es la hora de un refrescante t¨¦ dulce. Hay carros de menta fresca en todas las esquinas de cualquier zoco, y se sirve tanto para acompa?ar una comida como para suavizar el obligado tiempo de regateo al comprar una alfombra.
Si resulta demasiado dulce, hay que decir ¡°shwiya sukkar¡± (con poco az¨²car).
06 Ceremonia 'chanoyu'
UJI (JAP?N)
La capital nipona del t¨¦ es esta ciudad llena de templos. El t¨¦ verde, que aqu¨ª crece en abundancia, est¨¢ siempre presente: desde las cajas tradicionales de madera hasta los fideos de soba y los helados. Para entender su importancia se debe asistir a una chanoyu, la tradicional ceremonia del t¨¦. En los peque?os salones cubiertos de tatami de la casa Taiho-an, mujeres en quimono sirven la infusi¨®n con formalidad. El ritual, que incluye bonitos utensilios, una delicada forma de verter la infusi¨®n y elogios por parte del cliente, es m¨¢s importante que la bebida en s¨ª.
Uji se encuentra entre Kioto y Nara. La casa de t¨¦ Taiho-an est¨¢ a 10 minutos a pie desde la estaci¨®n de Keihan, y abre de 10.00 a 16.00; la entrada cuesta 500 yenes (3,5 euros). Otro buen sitio para aprender en qu¨¦ consiste este ceremonial, sin excesivos pre¨¢mbulos y en ingl¨¦s, es la casa En (272 Matsubara-cho, Kioto), en el distrito Gion. Hay varias sesiones diarias y en temporada alta se recomienda reservar. Tambi¨¦n podemos acudir al Club Okitsu Kyoto, una casa de campo cerca del Kyoto Gosho.
07 T¨¦ revolucionario
BOSTON (EE UU)
En 1773, un grupo de furiosos colonos americanos asaltaron tres barcos brit¨¢nicos atracados en el puerto de Boston y arrojaron por la borda su valiosa carga: la cantidad de t¨¦ necesaria para preparar 24 millones de tazas. La placa que conmemora ese suceso, considerado el detonante de la guerra de independencia de los Estados Unidos, se halla entre Congress Street y Purchase Street, pero es mejor visitar la espl¨¦ndida Old South Meeting House, una antigua iglesia ubicada en el centro de la ciudad en la que Samuel Adams exalt¨® los ¨¢nimos de los patriotas en aquella ¨¦poca.
Si se busca algo m¨¢s moderno, hay que dirigirse al mercado de Ming: este emporio chino vende cientos de tipos diferentes de t¨¦ que, al parecer, lo curan todo.
08 Una taza de 'chai masala'
DARJEELING (INDIA)
Ya en el tren se oye la llamada nasal de los chai wallah que se pasean vendiendo su t¨¦ masala, pero eso no es nada comparado con lo que ofrece Darjeeling. Al hacer transbordo y subirse al tren de vapor que asciende hasta su peculiar estaci¨®n a 2.000 metros de altitud, el viajero ver¨¢ lo mismo en todas partes: t¨¦ en los caf¨¦s, t¨¦ en los bazares y hojas verdes de t¨¦ que cubren las laderas de la monta?a, con el Himalaya como tel¨®n de fondo. Entre abril y noviembre, ¨¦poca de la cosecha y procesamiento de la planta, se aconseja realizar un circuito por las plantaciones.
Pero no solo en el norte de la India se toma t¨¦ a todas horas: en todo el subcontinente el masala chai es la bebida nacional. Sin esa taza matutina de t¨¦ la vida se detendr¨ªa en seco. Parar preparar esta esencial infusi¨®n se hierven brevemente las hojas de t¨¦ con az¨²car y leche, y el l¨ªquido resultante se vierte en vasos cortos. El ritual de su elaboraci¨®n es casi tan importante como el acto de beb¨¦rselo. Los expertos tonifican la infusi¨®n con cardamomo, dalchini (casia o canela india), clavo, adrak (jengibre) y pimienta, y el sabor del masala chai resultante se agarra al paladar como pan de jengibre l¨ªquido.
Ojo, el t¨¦ de primera calidad se sirve solo: solo un ignorante lo contaminar¨ªa con leche y az¨²car.
09 Golf entre plantaciones
REGI?N DE LAS COLINAS, SRI LANKA
En el sur de este pa¨ªs insular del ?ndico norte todo es verde. Desde finales del siglo XIX, las frescas zonas monta?osas de Sri Lanka est¨¢n cubiertas de plantaciones de t¨¦ en las que se pueden ver recolectoras vestidas con sus coloridos saris. En Nuwara Eliya, que con su campo de golf de 18 hoyos y su trasnochado club campestre parece una ciudad brit¨¢nica, se puede tomar una buena infusi¨®n. Los senderos del valle de Bogawantalawa ofrecen la oportunidad de pasear o montar en bicicleta entre las antiguas casas de los due?os de las plantaciones y arrancar algunas hojas de recuerdo.
Ceylon Tea Trails organiza lujosos circuitos en el valle de Bogawantalawa.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa Lonely Planet 1000 experiencias ¨²nicas, en el libro ilustrado Cocinas del mundo y en www.lonelyplanet.es
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