Sexo y esp¨ªas en la campi?a inglesa

El 8 de julio de 1961, John Profumo, el poderoso ministro de Defensa de Reino Unido, fue invitado a la Cliveden House. El hotel, enclavado en un imponente edificio a pocos kil¨®metros de Londres, era el lugar habitual de reuni¨®n para lo m¨¢s granado de la alta sociedad brit¨¢nica, all¨¢ donde pol¨ªtica y cultura se daban la mano. Aquella noche, en la piscina, Profumo conoci¨® a una joven aspirante a modelo llamada Christine Keeler y los dos iniciaron un apasionado affaire que transcurrir¨ªa a lo largo de unos meses en un cottage a orillas del T¨¢mesis, a pocos metros de Cliveden. La historia, apasionada como cualquier romance que se precie, acab¨® como el rosario de la aurora: la prensa destap¨® el l¨ªo (Profumo estaba casado) y para acabar de rematarlo se descubri¨® que Keeler manten¨ªa relaciones con un oficial ruso, al que el servicio secreto consideraba un esp¨ªa, y empezaron a lloverle acusaciones de estar socavando la seguridad nacional.

¡°Obviamente, es una de las grandes atracciones del hotel, muchos visitantes quieren conocer los lugares donde tuvo lugar el romance, y nosotros tratamos de facilitar el acceso a esos lugares. Al final es algo que tiene que ver m¨¢s con la Historia que con el morbo¡±, cuenta Sue Williams, la gerente del hotel, que concluye una importante reforma. Cliveden, donde se llega en un trayecto de pocos minutos desde la estaci¨®n de Taplow (a 30 minutos en tren desde Londres), es ahora patrimonio nacional y el caso Profumo es solo uno m¨¢s de los motivos que atrae a miles de visitantes hasta sus bosques.

¡°El cottage de invierno es lo m¨¢s solicitado, all¨ª hemos tenido a Hugh Jackman, hace pocas semanas. ?Culpa de Profumo? La verdad es que es una casa muy acogedora y en primavera un lugar precioso¡±, explica Claire Lesley, la responsable de ventas y marketing del hotel, que nos ofrece un tour por todos los lugares que Keeler y Profumo convirtieron en parte de la leyenda (negra) hace m¨¢s de medio siglo. La piscina, conservada con mimo, las habitaciones del hotel o el vest¨ªbulo (donde cuelgan algunos dibujos firmados por el mismo Profumo). ¡°El hotel es conocido por sus jardines, por su oferta gastron¨®mica ¡ªincorporando ahora al chef Andre Garret¡ª y porque el edificio es uno de los m¨¢s famosos de Inglaterra. Ahora bien, el hecho de que fue escenario de uno de los romances m¨¢s sonados de la historia del pa¨ªs es algo que no se puede obviar. Seguramente muchos hu¨¦spedes llegan aqu¨ª atra¨ªdos por ello, pero intentamos que cuando est¨¢n aqu¨ª no sea ese su ¨²nico foco de atenci¨®n¡±, dice Lesley.

Cliveden es uno de los hoteles mejor valorados de Reino Unido, y a su fama contribuye el habitual respeto anglosaj¨®n por los elementos hist¨®ricos: ¡°Cliveden forma parte del National Trust [la fundaci¨®n que regula el patrimonio hist¨®rico en Gran Breta?a] y eso implica que no podemos tocar el edificio original y que cualquier reforma o extensi¨®n de los anexos debe ser consultado con un organismo regulador. Esto asegura la integridad del patrimonio, independientemente de quienes sean los due?os¡±, explica Williams.

Winston Churchill

La casa Cliveden, como se la conoce, fue construida en 1666 por el segundo duque de Buckingham, y por all¨ª han pasado reyes, presidentes y altos mandatarios de todo el mundo. El hotel ha sido tambi¨¦n refugio de celebridades y pol¨ªticos de alto copete: ¡°George Bernard Shaw o Winston Churchill ven¨ªan constantemente, escapando del barullo de Londres; Charles Chaplin tambi¨¦n fue un hu¨¦sped habitual de Cliveden, pero, sobre todo, esta fue la casa de Lady Astor [la primera mujer elegida para la C¨¢mara de los Comunes, en 1918] que la convirti¨® en el centro de la pol¨ªtica inglesa durante dos d¨¦cadas. Gracias a ella, Cliveden se convirti¨® en lo que es ahora¡±, reconoce Andrew Stembridge, director del hotel.

John Profumo acab¨® renunciando en 1963, presionado por sus compa?eros de partido, la prensa y la ciudadan¨ªa. De nada sirvi¨® que poco despu¨¦s se descubriera que en realidad no hubo ning¨²n tipo de filtraci¨®n, ni espionaje, ni nada que pudiera perjudicar al aparato militar del pa¨ªs. Durante mucho tiempo, y siguiendo el impacto que provoc¨® el esc¨¢ndalo (que acab¨® por hacer caer al primer ministro, Harold McMillan), Cliveden vivi¨® una suerte de decadencia que pronto se convirti¨® en peregrinaje cuando miles de curiosos empezaron a viajar hasta el hotel para estar en el mismo lugar donde hab¨ªa ocurrido todo. El estreno de la obra de Andrew Lloyd Webber sobre el caso Profumo y el 50? aniversario del incidente han apuntalado la fama del hotel, que en 2013 bati¨® todos los r¨¦cords de ocupaci¨®n de la historia del establecimiento.

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