Un camale¨®n llamado Dallas
Espl¨¦ndidas esculturas en el museo Nasher y una hamburguesa en alguno de los camiones de comida del parque Klyde Warren. M¨¢s una visita al edificio desde el que dispararon a Kennedy
Dallas ya no es lo que sol¨ªa ser. Aquella ciudad marcada por el magnicidio m¨¢s famoso de la historia experimenta desde hace una d¨¦cada uno de los cambios urban¨ªsticos m¨¢s profundos del continente americano. Impulsada por un vibrante distrito de las artes y la (gigantesca) inversi¨®n de algunos de los popes de la ciudad, esta urbe texana ha dejado atr¨¢s la crisis apostando por la cultura, el negocio del suelo y el turismo.
Arquitect¨®nicamente atrevida y conceptualmente audaz, Dallas lucha ahora por adelantar a Austin como n¨²cleo art¨ªstico de Texas y colocarse a la vanguardia de Estados Unidos, tras los pasos de San Francisco o Nueva York. Por si fuera poco, la gastronom¨ªa vive una ¨¦poca de gloria con chefs como Matt McAllister, Michael Sindoni, Tim Love o Ken Rathbun. Naturalmente, la ciudad no olvida su historia, y Dallas est¨¢ plagada de recuerdos de una ¨¦poca convulsa, que contrastan con la nueva alma de un rinc¨®n de Am¨¦rica que destaca por una hospitalidad a prueba de bombas.
9.00 Desayuno en el CBD
Uno de los mejores sitios para darse un banquete de buena ma?ana es el CBD Provisions (1) (1530 Main Street). Como de costumbre, el domingo es obligatorio catar el brunch. Las tortillas son especialmente recomendables, todos los productos son locales y el servicio es excelente. Adem¨¢s, puerta con puerta est¨¢n los famosos almacenes Neiman Marcus, por si le apetece empezar el shopping a horas tempranas. Tambi¨¦n en la misma acera: Traffic LA (2) y Comme des Gar?ons (3).
11.00 Un hotel en el centro
En la misma zona, visita obligada al que muchos consideran el mejor hotel de Dallas: The Joule (4) (1530 Main Street; www.thejouledallas.com). Completamente renovado (con un presupuesto que se situ¨® por encima de los 70 millones de euros) y con aspecto de museo y un servicio a la altura de los muy exigentes, el establecimiento es la primera piedra de un proyecto que pretende renovar todo el centro (downtown) de la ciudad. Dentro del mismo, una librer¨ªa y varias tiendas (entre ellas, la muy de moda Tenoverxis), y una visita obligada: ESPA, el excelente spadel hotel. Si le apetece un masaje, recuerde reservar con antelaci¨®n. Entre sus especialidades: el tratamiento relajante para embarazadas o el de caballeros estresados. Ya se sabe, tiempos modernos.
13.00 Nasher Sculpture Center
El magn¨ªfico Centro de Escultura Nasher (5) (www.nashersculpturecenter.org), proyectado por Renzo Piano para albergar la ¡ªno menos magn¨ªfica¡ª colecci¨®n de Raymond y Patsy Nasher (una de las m¨¢s relevantes en escultura contempor¨¢nea), es otra visita obligada. Luz natural y una distribuci¨®n espacial que permite al visitante disfrutar de lo expuesto sin miedo a las horas punta hacen de este edificio una aut¨¦ntica gozada. Su colecci¨®n, que incluye obras de Picasso, Frank Stella, Richard Serra o Joel Shapiro, se complementa en primavera y verano con actividades de todo tipo en sus preciosos jardines.
14.00 S¨¢ndwich de helado en Coolhaus
A cincuenta metros del museo, en Klyde Warren Park, el visitante tiene dos opciones para llenarse el buche. La cl¨¢sica es acudir a Savor F, un magn¨ªfico gastropub de ambiente relajado; la singular (y m¨¢s recomendable) es comprarse la comida en cualquiera de la docena de camiones (los food trucks estadounidenses) y disfrutarla en alguna de las muchas mesas que ofrece el propio parque: hamburguesas, hot dogs, sopas, sushi o comida vegana¡ Para los novatos en las lides de la comida callejera, no dejen de tomarse un s¨¢ndwich de helado en Coolhaus (6): no se arrepentir¨¢n.
16.00 Cacao para todos
Para los amantes del chocolate con un toque ex¨®tico (ll¨¢mese brandi o queso azul) y los que disfrutan con los dulces, la parada obligatoria es Dude, Sweet Chocolate (7) (408 W Eighth St.; dudesweetchocolate.com): una tienda dedicada al cacao que ofrece algunos de los inventos m¨¢s singulares que uno puede imaginar. Los salamis de chocolate con frutos secos, el t¨¦ al cacao o las trufas de mate son los productos estrella, pero lo cierto es que es imposible que ¡ªsi es usted chocolatero¡ª se vaya con las manos vac¨ªas.
17.00 The Warehouse
Un museo privado con modos de almac¨¦n que uno puede visitar siempre que lo solicite con antelaci¨®n y donde se esconde una de las mejores colecciones de arte contempor¨¢neo de la ciudad. Las piezas expuestas en The Warehouse (8) (14105 Inwood Rd., Farmers Branch) cambian cada seis meses. Adem¨¢s, el que lo desea puede recorrer la exposici¨®n con uno de los comisarios (muy recomendable), que repasa las piezas y las disecciona. Basta con contactarles aqu¨ª: www.thewarehousedallas.org
18.00 Un d¨ªa fat¨ªdico
Ning¨²n viajero puede dejar de visitar el Sixth Floor Museum (9) (411 Elm Street; www.jfk.org), dedicado a JFK en las plantas sexta y s¨¦ptima del antiguo deposito de libros de Dallas. El lugar, que estuvo a punto de ser demolido en 1970 y desde donde Lee Harvey Oswald dispar¨® y mat¨® a John Fitzgerald Kennedy, ofrece muchas posibilidades al visitante para repasar la historia de Estados Unidos a trav¨¦s de aquel hecho. Recomendamos las audiogu¨ªas, la manera m¨¢s r¨¢pida y efectiva de viajar en el tiempo hasta el 22 de noviembre de 1963.
20.00 Un chef de moda
El horario anglosaj¨®n hace razonable la cena a partir de las siete de la tarde, as¨ª que nada mejor que planear con antelaci¨®n. La gran novedad de Dallas es el FT33 (10) (1617 Hi Line Drive, suite 250; www.ft33dallas.com), del antes mencionado Matt McAllister. McAllister afronta con este restaurante su primera aventura en solitario despu¨¦s de haber pasado por algunas de las cocinas m¨¢s importantes de Estados Unidos (entre ellas, las del espa?ol Jos¨¦ Andr¨¦s), y su estilo, ligado a la cocina de mercado y a un sello personal que fusiona de forma sorprendente el verde con las carnes y los pescados, est¨¢ arrasando en Dallas.
23.00 Cl¨¢sicos del ¡®soul¡¯
Despu¨¦s de la cena, nada mejor que acercarse al Plush (11) (1400 Main St.). Este local de tres plantas es uno de los m¨¢s conocidos y concurridos de Dallas y pincha desde cl¨¢sicos del soul y el blues hasta dance (en la pista m¨¢s grande) o hip-hop. Adem¨¢s, atrae a una gran clientela en oto?o, primavera y verano gracias a una espectacular terraza que ofrece vistas del downtown de Dallas. Recuerde que cierran a las dos de la madrugada, de jueves a s¨¢bado.
{ "active": true, "code": "55711", "elementType": "offerExtension", "id": 26, "name": "DALLAS", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.