Arte al cubo

Multitud de pel¨ªculas, canciones, obras de arte o novelas han tomado el Lower East Side (LES) de Nueva York como leitmotiv, escenario o enemigo de sus tramas. No es de extra?ar, viendo su densa historia social y creativa, su potencial como campo de luchas y confrontaciones. Y es que, en el ¨²ltimo siglo, ha sido sucesiva o simult¨¢neamente barrio de acogida de inmigrantes, zona depauperada con frecuentes incendios, escenario punk, zona de resistencia o lugar privilegiado para restaurantes de comida org¨¢nica y condos (apartamentos de lujo). Desde hace algunos a?os es, tambi¨¦n, una zona poblada por galer¨ªas de arte, museos, instituciones alternativas y espacios de exposici¨®n. Un lugar donde los procesos de gentrificaci¨®n conviven con las infraviviendas, donde los centros autogestionados comparten acera con las instituciones m¨¢s asentadas, en una zona delimitada por Houston Street, Bowery y el East River.

Situado al sur de Nueva York, justo encima del centro financiero y el puerto de la ciudad, el LES se convirti¨® desde finales del siglo XIX y comienzos del XX en el barrio de los inmigrantes jud¨ªos provenientes del este de Europa. De este pasado a¨²n quedan ejemplos, como el diner Katz¡¯s (205 East Houston) y su famoso pastrami; espacios residenciales como el Knickerbocker Village (entre los puentes de Brooklyn y Manhattan), hogar de los Rosenberg o de John Cage; la ¨®ptica Moscot (108 Orchard) y sus c¨¦lebres gafas de pasta, o la sinagoga Anshe Chesed (la cuarta m¨¢s antigua de Estados Unidos), reconvertida en la fundaci¨®n del escultor ?ngel Orensanz (172 Norfolk).

ABC No Rio

156 Rivington Street

Uno de los aspectos m¨¢s llamativos de este espacio (un hist¨®rico en el barrio) es su propia concepci¨®n como lugar enfocado a la comunidad. Rehabilitado por Paul Castrucci en el a?o 2008, su reforma se llev¨® a cabo con elementos reutilizados a partir de edificios demolidos. Contiene huertos, jardines comunitarios y un plan de energ¨ªas renovables. En una ciudad acostumbrada a destruir cualquier vestigio previo para construir un edificio nuevo, sea cual sea su historia (el famoso caso de Penn Station), la reforma de ABC No Rio supuso un modelo distinto en el desarrollo urban¨ªstico de Nueva York. Sus c¨¦lebres matin¨¦s de los s¨¢bados, emitidas por la radio en el programa Hole in the Wall (un agujero en la pared), ofrecen conciertos de hardcore y punken convocatorias abiertas, convirti¨¦ndose en fiestas intergeneracionales del barrio. Eso s¨ª, un subrayado deja muy clara su postura ideol¨®gica: no se permitir¨¢n bandas o m¨²sicas racistas, sexistas u hom¨®fobas. Toda una declaraci¨®n de principios.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el barrio empez¨® a ser abandonado, tanto residencial como municipalmente, convirti¨¦ndose en un espacio desolado durante los a?os setenta, siendo corrientes los incendios accidentales para cobrar el seguro, tal y como relataba Luc Sante en sus cr¨®nicas o los Talking Heads en su canci¨®n Burning Down The House (fuego en el edificio). Un lugar extremadamente barato que recib¨ªa los apelativos de Skid Row (barrios bajos) o Blank City (ciudad en blanco), hogar de toda la escena punk y no wave, compuesta por fot¨®grafos como Clayton Patterson, artistas como Mike Kelley, cineastas como Jim Jarmusch y m¨²sicos como Blondie o, con posterioridad, los componentes de Sonic Youth. En este ¨¢mbito proliferaron espacios independientes. Es el caso de ABC No Rio (156 Rivington), a¨²n activo. Su nombre proviene de las letras que quedaban del cartel ¡°abogado con notario¡±, un detalle que testifica la historia transnacional de la zona. Fundado como un espacio con programaci¨®n m¨²ltiple (exposiciones, talleres, performances, conciertos), su posicionamiento trataba de alejarse del machismo y la homofobia tan habituales en los cercanos, c¨¦lebres y ya desaparecidos Max¡¯s Kansas City (213 Park Avenue South) o CBGB (315 Bowery, ahora tienda de John Varvatos).

Poco a poco, el LES se fue construyendo como un lugar donde todo parec¨ªa suceder, cuyo pistoletazo de salida podr¨ªa situarse en 1980, momento en que se inaugur¨® The Real State Show, en el escaparate del 125 de Delancey. Fue una exposici¨®n que dur¨® 24 horas y que incluy¨® a todo tipo de artistas. En este momento, asociaciones como Abrons Arts Center (463 Grand) o La MaMa (6E 1st) poblaron el barrio con un aire dom¨¦stico y reducido frente a los grandes espacios de Chelsea, Meatpacking District o SoHo, alejadas tambi¨¦n del exclusivismo de las galer¨ªas del Upper East Side. Porque esos espacios del LES, como los situados en Ludlow Street ¡ªya fuera el hogar/estudio donde Jack Smith rodaba su cinema grotesque, en las tiendas de discos o los clubes S&M donde tocaba The Velvet Underground¡ª, configuraron tambi¨¦n otro tipo de dise?o expositivo con su est¨¦tica cotidiana, reutilizada, precaria y ef¨ªmera. De su cach¨¦ creativo se beneficiaron otros lugares situados en las cercan¨ªas de Ludlow, como la actual sede del Goethe Institut (72 Spring), donde se programan exposiciones, mesas redondas o conferencias de autores como Liam Gillick, cerca del lugar donde Banksy grafite¨® un mural en su acci¨®n neoyorquina del oto?o de 2013.

Y Gallery

165 Orchard Street

Despu¨¦s de casi cuarenta a?os en activo, la valenciana galer¨ªa Valle Ort¨ª cerr¨® sus puertas en el a?o 2013. Su director, Nacho Valle, decidi¨® entonces marcharse a Nueva York y empezar otro proyecto al frente de Y Gallery, en pleno Lower East Side. Su programaci¨®n, como el propio Valle destaca, se focaliza en una escena emergente (tanto europea como estadounidense y latinoamericana) que intenta aunar diferentes disciplinas y soportes. En este sentido, destaca la propuesta del artista Ryan Brown, autor norteamericano que busca en su trabajo una revisi¨®n de la historia del arte moderno. Al ser preguntado por el barrio como escena galer¨ªstica, Nacho Valle recoge la idea que ha marcado al Lower East Side como espacio de creaci¨®n durante d¨¦cadas. "Es una zona de un tipo de galer¨ªas m¨¢s alternativas", dice, "y con un vibe totalmente diferente de otras zonas, como Chelsea, y sin tanta presi¨®n del mercado. Las exposiciones aqu¨ª son m¨¢s atrevidas y con un corte m¨¢s underground".

Durante a?os, el barrio permaneci¨® inalterable en su cambio continuo, asequible y mutante a partes iguales, hasta el verano de 1988, en que los residentes del LES y el East Village tuvieron un encontronazo con la polic¨ªa en Tompkins Square. Para los organismos municipales, se trataba de alejar de la zona a los drogadictos y camellos en plena era del crack. Para los vecinos, se trataba de echar a los vagabundos y cerrar los centros de acogida que all¨ª se encontraban para iniciar una pol¨ªtica de disneyficaci¨®n de Manhattan, bajo el mandato de Rudolph W. Giuliani (tal y como estaba sucediendo con el cierre de los sex shops de Times Square). Aun as¨ª, muchos refugios y centros de acogida han seguido funcionando hasta la actualidad, como The Bowery Mission (227 Bowery), abierto desde 1879. Lo cierto es que a partir de ese momento, finales de los ochenta, y hasta la actualidad, la zona empez¨® a cambiar, los alquileres a subir y los espacios alternativos fueron dando paso a sucursales de galer¨ªas poderosas, como Lehmann Maupin (201 Chrystie). Con exposiciones de Gilbert & George, Jennifer Steinkamp, Mickalene Thomas o Juergen Teller, su programaci¨®n se configura casi como la de un centro de arte vinculado a un mercado global.

Otro cambio fundamental fue la construcci¨®n del New Museum en pleno Bowery (235 Bowery). Fundado en 1977 por Marcia Tucker, estuvo primero en el 65 de la Quinta Avenida, despu¨¦s en el vecino SoHo, luego en Chelsea, hasta que en el a?o 2007 se mud¨® a su actual localizaci¨®n. Para muchos, fue un intento de recuperaci¨®n de la zona sur de Manhattan tras el 11 de septiembre de 2001 (se barajaba, en un principio, ubicarlo en Queens, como el PS1MOMA), paralizada desde los sucesos del World Trade Center. Para otros, una manera de certificar la potencia creativa de la zona. Y, para las voces cr¨ªticas, una calculada operaci¨®n urban¨ªstica que increment¨® los precios del suelo. El caso es que el LES se ha posicionado como una de las zonas m¨¢s potentes a nivel art¨ªstico, donde conviven espacios asentados, como Sperone Westwater (257 Bowery) y su edificio proyectado por Norman Foster, con asociaciones alternativas, como Participant Inc (253 East Houston), un espacio nonprofit (sin ¨¢nimo de lucro) fundado por Lia Gangitano en 2002. En este sentido cabe tambi¨¦n destacar The Artist¡¯s Institute (163 Eldridge), tambi¨¦n nonprofit, un s¨®tano que alberg¨® hace poco una instalaci¨®n de Pierre Huyghe donde dos ara?as vivas cohabitaban con otras obras de arte y sus visitantes. La ubicaci¨®n en la zona de las oficinas de e-flux (311 East Broadway), plataforma de pensamiento art¨ªstico, certifican su posicionamiento creativo en el panorama art¨ªstico de Nueva York, as¨ª como las pop-ups (espacios de venta ef¨ªmeros) que ha venido inaugurando el todopoderoso Larry Gagosian en distintas localizaciones del barrio.

Sperone Westwater

257 Bowery

En septiembre de 2010 la galer¨ªa Sperone Westwater, fundada en el Soho en 1975 por el marchante italiano Gian Enzo Sperone, por su socia Angela Westwater y por el marchante alem¨¢n Konrad Fischer, se mud¨® al 257 de Bowery. Su exclusividad (s¨®lo pueden visitarse sus exposiciones en grupos de diez personas previa cita) choca con la tradici¨®n aperturista e inclusiva de los centros vecinos. Con su edificio construido ex profesopor Norman Foster, trata de emular y tal vez competir (con su verticalidad y retranqueo) con el New Museum del equipo japon¨¦s SANAA, a solo unos pasos. Con exposiciones de artistas como Tom Sachs, Wim Delvoye o Guillermo Kuitca, supone la confirmaci¨®n del Lower East Side como uno de los barrios favoritos para el mercado galer¨ªstico neoyorquino.

Por otro lado, la oferta galer¨ªstica es diversa: desde Salon 94 Freemans (1 Freeman Alley), especializada en fotograf¨ªa, a Rachel Uffner (170 Suffolk), centrada en pintura; Pocket Utopia (191 Henry), con su m¨ªnimo espacio ocupado por instalaciones; Y Gallery (165 Orchard), dirigida por Nacho Valle (antiguo director de la valenciana Valle i Ort¨ª); Miguel Abreu (36 Orchard), con artistas como Jimmy Raskin o Scott Lyall, o Reena Spaulings (165 East Broadway), que aglutina exposiciones, talleres de escritura o dise?o de moda con propuestas de autores como Seth Price o Klara Lid¨¦n. Y es que la estructura organizativa de estos espacios es tambi¨¦n diversa y, en algunos casos, desafiante. Es el caso de Orchard (37 Orchard), cuya direcci¨®n est¨¢ compuesta por cr¨ªticos, comisarios, historiadores y artistas, y cuyas exposiciones individuales se enfocan a tem¨¢ticas vinculadas a la cr¨ªtica institucional y pol¨ªtica, como las de Andrea Fraser o Luis Camnitzer.

Si bien el LES sigue siendo un lugar donde poder encontrar una oferta art¨ªstica y creativa potente, tambi¨¦n lo es que los propios artistas (excepto los muy asentados o con una carrera exitosa en t¨¦rminos econ¨®micos) han abandonado la zona, como en el caso de Patterson, que hace poco se quejaba de la imposibilidad de hacer frente al alquiler. En la actualidad, muchos se lamentan de la desaparici¨®n de una escena cotidiana, diaria, no ubicable en un espacio sino en muchos, inesperados y ef¨ªmeros, que se ve¨ªan en las fotograf¨ªas de Nan Goldin o en las canciones de Suicide: bares, casas, fiestas y calles que, al mutar, hacen variar tambi¨¦n su atm¨®sfera social. Es cierto, pero tambi¨¦n lo es que los espacios de resistencia se dan de manera simult¨¢nea. As¨ª lo demostraron las diferentes manifestaciones en contra de la construcci¨®n del impoluto, gen¨¦rico y brillante hotel de cinco estrellas Hotel On Rivington (107 Rivington). Un hotel que, para muchos, representa la conversi¨®n de Manhattan en un lugar de compras de fin de semana para los habitantes de los suburbios. Las acciones de protesta implicaron a organizaciones vecinales y asociaciones diversas, y si bien no se logr¨® impedir su construcci¨®n, permitieron la realizaci¨®n conjunta de huertos urbanos, guarder¨ªas colectivas y talleres intergeneracionales. Otras ciudades, otras escenas, que se?alan al barrio como un espacio donde todo parece suceder y donde, al menos, muchas cosas siguen sucediendo.

• Iv¨¢n L¨®pez Munuera es comisario independiente. Organiz¨® la exposici¨®n Pop Politics: Activismos a 33 revoluciones en Madrid, en el CA2M (Centro de Arte 2 de Mayo).

New Museum

235 Bowery

El edificio de SANAA (Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa) que alberga el New Museum, con su disposici¨®n de cajas apiladas en vertical con interiores, medidas y formas variables, se ha convertido en s¨ªmbolo (y punto de mira de las visiones cr¨ªticas) en la renovaci¨®n del Lower East Side. La utilizaci¨®n de los ascensores como punto de conexi¨®n, frente a la escalera imperial t¨ªpica de las ret¨®ricas arquitect¨®nicas, configuran el New Museum como un espacio democr¨¢tico en su acceso. Las trienales del centro (la pr¨®xima, el a?o que viene) se han convertido en propuestas menos encorsetadas que las formuladas por la bienal del Whitney Museum. Un evento que se completa con la programaci¨®n anual del festival Rhizome¡¯s Seven on Seven, que pone en contacto a diferentes artistas con te¨®ricos de nuevas tecnolog¨ªas.

{ "active": true, "code": "60763", "elementType": "offerExtension", "id": 19, "name": "NUEVA YORK", "service": "tripadvisor" }