La buena vida porte?a
Ruta por cinco vinotecas del barrio de Palermo, en Buenos Aires, que ofrecen catas, compras y experiencias para sentirse un 'bon vivant'
A veces no es necesario conocer adjetivos y conceptos como generoso, con cuerpo, mucho tanino, pimentoso o cualquier otra descripci¨®n art¨ªstica para definir un buen vino. Adquirir el gusto por el sabor de las uvas l¨ªquidas puede llevar un tiempo, pero una vez que se adquiere el don, se disfruta toda la vida. El barrio de Palermo, en Buenos Aires, ofrece un circuito de vinotecas para darle calor al cuerpo en las fr¨ªas y siempre h¨²medas tardes y noches del invierno porte?o.
Es importante saber que en la mayor¨ªa de estos locales hay que inscribirse antes de participar en una cata. Si uno est¨¢ de visita en la ciudad lo mejor es preguntar al respecto en el hotel d¨®nde se hospede, consultar a los amigos o salir a recorrer Buenos Aires en clave en¨®loga. Y cuando uno se encuentre con una vinoteca, simplemente hay que entrar, preguntar por las catas y disfrutar bebiendo y charlando; los amantes del vino suelen ser tambi¨¦n buenos conversadores. Por si acaso, proponemos una selecci¨®n de cinco establecimientos encantadores en Palermo para beber buen vino.
Libros con taninos
Un nuevo mundo de sabores, as¨ª puede definirse la experiencia de?Autre Monde, una bodega que cuenta con la particularidad de compartir espacio con una librer¨ªa. No hay manera de que los libros no se lleven bien con el sabor del vino. V¨ªctor, su due?o, est¨¢ siempre dispuesto a asesorarte para elegir el acompa?ante ideal siguiendo su lema: ¡°no porque un vino sea caro va a ser mejor¡±. Las catas de esta vinoteca suelen realizarse para 25 personas y hay algunas especiales, como por ejemplo la de adivinar a ciegas cu¨¢l vino es syrah y cu¨¢l no. Parece f¨¢cil; no lo es.
Pan y vino
El pan y el vino son las estrellas de Pain et Vin. Parece obvio, pero no hay que confundir sencillez con simpleza en esta peque?a vinoteca vidriada, que organiza catas semanales con innovadoras propuestas, como por ejemplo, de La Pampa (una regi¨®n que no es vitivin¨ªcola por excelencia). Eleonora, una de sus due?as, est¨¢ siempre atenta a que las copas no queden vac¨ªas y a que haya charla e integraci¨®n entre las mesas, de nacionalidades heterog¨¦neas. El pan que ofrecen en la degustaci¨®n est¨¢ elaborado en la casa con masa madre, adem¨¢s se comparten quesos. Otro dato a destacar es la atm¨®sfera interesante y poco pretenciosa.
La Cava Jufr¨¦
Entre los barrios de Palermo y Villa Crespo aparece este refugio ideal para una noche rom¨¢ntica o para un grupo reducido de amigos. Perderse entre los cientos de botellas es como participar de una cata personal. Lito tiene el talento de ofrecer vinos sorprendertes. No juega con tu presupuesto, sino que investiga sobre tus gustos; con unas cuantas preguntas le bastan para ofrecerte uvas nuevas o vinos que no conoc¨ªas (A tener en cuenta que Lito tiene su personalidad y hay que estar dispuesto a escuchar sus sugerencias).
La cava,?una fortaleza de madera, piedra y botellas, ofrece un ambiente relajado, con m¨²sica en vivo, aperitivos y cursos de introducci¨®n al vino (cuatro sesiones).
La llamada de la tierra
Alma Terra es una peque?a vinoteca atendida por Juan Jorge y su hija. El ir¨®nico lema de su due?o: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil venderle una heladera a un esquimal que un vino a un franc¨¦s¡±. Esta bodega, que ?trabaja mucho con el sector tur¨ªstico que visita el barrio, est¨¢ especializada en peque?os productores (imposibles de encontrar en un supermercado o almac¨¦n). Cuenta con el malbec como protagonista a pesar de que Juan Jorge avisa de que cuando se visita Mendoza, Salta u otras provincias vitivin¨ªcolas argentinas el paladar se abre al torront¨¦s, al syrah o al merlot. Siempre innovando, durante sus catas, acompa?adas de quesos, pueden aparecer una cantante de ¨®pera, empanadas o frutas.?
Uvas divertidas
¡°El vino argentino se divierte por el mundo¡±. Con esta inspiraci¨®n se presenta?Lo de Joaqu¨ªn Alberdi, una vinoteca en una casona encantadora en pleno Palermo. Te reciben con sorprendentes botellas abiertas, como un malbec espumante, y ofrecen degustaciones a precios imbatibles (150 pesos; 13,5 euros). En el piso superior tiene un quincho?(asador) ?con parrilla! para catas con chorip¨¢n. Una verdadera maravilla.
Algunos consejos
El mejor dato: Autre Monde y Pain et Vin tienen la pol¨ªtica de cobrar las catas pero te devuelven el valor de lo pagado para que compres mercader¨ªa (obviamente uno se va a llevar vinos) en sus locales. Una excelente manera de fidelizar clientes.
Es importante recordar que para participar de una cata, propiamente dicha , siempre hay que reservar con antelaci¨®n, ya que suelen hacerse para grupos reducidos. El promedio de las catas suele variar entre 100 y 150 pesos argentinos (9 y 13 euros), aunque pueden ser m¨¢s caras si se degustan vinos especiales. Entre copa y copa se ofrecen quesos, pan o alguna tapa para que el vino y los catadores ¡°no se sientan solos¡±.
Y finalmente una yapa (propina): no hay que dejar de visitar Bodega Amparo, ya que, aunque no organiza degustaciones, cuenta con una cantidad de vinos m¨¢s que interesantes de distintas provincias como Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, bodegas m¨¢s conocidas y otras no tanto. Adem¨¢s venden productos gourmet, y al fondo del local hay una fiambrer¨ªa con calidad excelente, ideal para aquellos que quieren armar su ¡°picada o tapeo¡± y descorchar un vino por cuenta propia.
M¨¢s planes en Buenos Aires pinchando aqu¨ª
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