La aventura canaria de Mart¨ªn Berasategui

La ocre silueta del Hotel The Ritz-Carlton Abama, en la localidad tinerfe?a de Gu¨ªa de Isora (Tenerife), evoca una ciudadela ¨¢rabe que mira hacia el mar y a la isla de La Gomera. El hotel, que el pasado 5 de junio pas¨® a llamarse The Ritz-Carlton Abama (antes era Abama Golf & Spa Hotel), despliega su estampa parecida a una casba sobre un acantilado, y se perfila como un calmado refugio donde desconectar, disfrutar de la benevolente climatolog¨ªa de la isla y, sobre todo, comer a cuerpo de rey.

Entre sus restaurantes se encuentran MB de Mart¨ªn Berasategui y Kabuki. El primero a¨²n saca lustre a su segunda estrella Michelin, reci¨¦n estrenada y que se basa en el trabajo de Erlantz Gorostiza, chef ejecutivo en constante conexi¨®n con el maestro de Donosti. Carpaccio de gamba roja, merluza de pincho regada con vichyssoise o esencia fr¨ªa de albahaca con sorbete de lim¨®n adulan al paladar con tanto ingenio como su cuidada bodega con vinos de la tierra, grandes desconocidos que bien vale la pena descubrir. Su otro gran tesoro es la carta de t¨¦s; servidos primorosamente en la mesa acompa?ados de un reloj de arena para medir el tiempo de infusi¨®n. Un empe?o especial de Gorostiza, que removi¨® cielo y tierra para encontrar esos artilugios con arena para distintos minutajes. En la era de los smartphones,ver una mesa con varios relojes de arena dejando deslizar sus granos provoca una percepci¨®n diferente del valor del tiempo.

Sabor local

Capitaneado por el chef canario Daniel Franco, Abama Kabuki blande con orgullo su ¨²nica estrella Michelin, que reconoce su cocina de fusi¨®n. Entre recetas japonesas y la sabidur¨ªa mediterr¨¢nea hay una concesi¨®n a sabores e ingredientes canarios. Ambos templos gastron¨®micos son tentaciones abiertas a los hu¨¦spedes, pero tambi¨¦n a todo el que quiera disfrutar de la buena mesa, se aloje o no en el hotel. Lo suyo es rubricar la noche en el Cubanika, el bar de inspiraci¨®n cubana con una extensa carta de rones y mojitos. Se puede acompa?ar el combinado con un puro kil¨®metro cero,ya que en el club de fumadores ofrecen el Abama Luxury, un habano elaborado con hojas de tabaco procedentes de la factor¨ªa m¨¢s antigua de Canarias, recolectadas en 2012 y enrolladas por el sommelier del club en la propia cava.

Sin ser un hotel solo para adultos ¡ªde hecho, cuenta con el consabido club infantil para regocijo de los ni?os y descanso de sus progenitores¡ª, s¨ª ofrece espacios vetados a los m¨¢s peque?os. Para disfrute de toda la familia est¨¢n el restaurante argentino Pampa, el italiano Verona y varios bares de tapas y picoteo r¨¢pido junto a la piscina. A los peques siempre les fascina montar en el funicular gratuito que comunica la parte baja del hotel con la playa, una tranquila cala.Quien no se aloja en el hotel puede acudir al recinto a comer en alguno de sus 11 restaurantes o, por ejemplo, tomar un c¨®ctel en la id¨ªlica terraza del restaurante El Mirador, frente al oc¨¦ano, contemplando la puesta de sol. El circuito de aguas termales del spa (25 euros; gratuito si se reserva un tratamiento de belleza en sus instalaciones) es otro de los placeres de los que se puede disfrutar en un hotel que, adem¨¢s, cuenta con un campo de golf de 18 hoyos, 7 pistas de tenis y 9 piscinas climatizadas exteriores.

El complejo se inaugur¨® en 2005 seg¨²n un proyecto de Melvin Villarroel, arquitecto fallecido en 2010 autor del hotel Puente Romano de Marbella (M¨¢laga) y del Jard¨ªn Tropical de Costa Adeje (Tenerife). El campo de golf fue dise?ado por el excampe¨®n Dave Thomas.

? Abama (922 12 60 00; www.ritzcarlton.com). Carretera general, TF-47, kil¨®metro 9. Playa San Juan. Gu¨ªa de Isora, Tenerife. La doble, a partir de 230 euros.

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