Si algo molesta a los gallegos es que los de fuera repitan constantemente que en Galicia siempre llueve. Porque en Galicia llueve, por eso es lo que es: una tierra verde y exuberante. Pero cuando hace sol -y eso tambi¨¦n pasa- hay rincones que filmados en plano corto podr¨ªan confundirse con el Caribe. Eso le ocurre a Ons, el archipi¨¦lago que cierra la r¨ªa de Pontevedra y que junto con sus hermanas mayores ¨Clas Islas C¨ªes- y sus hermanas peque?as ¨CS¨¢lvora y Cortegada- conforma el parque nacional de las Islas Atl¨¢nticas.
Ons recibe al visitante por su cara m¨¢s amable, su ribera oriental. Una l¨ªnea de costa de suaves perfiles y vegetaci¨®n baja que encadena playas de arena blanca y aguas de intenso azul turquesa. Bonitas, s¨ª. Pero que nadie olvide que estamos en el norte: la temperatura del l¨ªquido rondan los 18?C en verano. Un paisaje que los vigueses de Siniestro Total bien podr¨ªan haber utilizado para grabar el videoclip de aquella versi¨®n de Sweet home Alabama en la que emigraban ¡°a una isla del Caribe¡± para poder trabajar. La otra cara, la occidental, es menos amable pero quiz¨¢s m¨¢s espectacular; m¨¢s dram¨¢tica. Los escarpados acantilados de la isla, azotados por los fuertes vientos, asoman al oc¨¦ano Atl¨¢ntico, abierto e infinito.
Una de las delicias de Ons es que la isla est¨¢ pr¨¢cticamente deshabitada ya que solo dos familias se atreven a vivir aqu¨ª todo el a?o. Es decir, cuando hace sol y Ons es un para¨ªso y tambi¨¦n durante el escarpado invierno, cuando el mar est¨¢ bravo y la isla se queda completamente incomunicada durante semanas. Al contrario que C¨ªes, que tiene un cupo m¨¢ximo de visitantes (2.200 personas al d¨ªa), Ons no tiene aforo limitado. A¨²n as¨ª, en los d¨ªas de m¨¢s calor, la isla recibe un m¨¢ximo de 1.500 turistas.
Cuatro son las rutas por las que se puede dejar llevar el visitante. La m¨¢s corta, la Ruta do Castelo, se hace a pie en unos 40 minutos y conduce hasta los restos de una antigua fortificaci¨®n defensiva. La m¨¢s larga, la Ruta Norte, recorre en ocho kil¨®metros la isla, pasa por la majestuosa playa nudista de Melide -la que seg¨²n la leyenda elige la Santa Compa?a para entrar en Ons- y desemboca en el Alto do Centoulo, zona de cr¨ªa de las gaviotas y enclave de lujo para disfrutar de la puesta de sol sobre la isla de S¨¢lvora.
Gu¨ªa
C¨®mo llegar
Dormir
Cuatro navieras realizan la ruta a la Isla de Ons desde distintos puertos gallegos en temporada alta. El tiempo estimado de la traves¨ªa es de unos 40 minutos.
- Naviera Navia (http://www.piratasdenabia.com). Desde el puerto de Bueu; del 1 de julio al 28 de septiembre.
- Naviera Mar de Ons?(http://www.mardeons.com/). Desde Bueu, Portonovo y Sanxenxo; del 1 de julio a primeros de septiembre
- Cruceros Islas de Ons (http://www.islasdeons.com/). Desde Bueu; del 14 de julio al 31 de agosto
- Casa Acu?a (http://www.piratasdenabia.com/isla-de-ons/habitaciones-y-apartamentos) cuenta con 20 habitaciones dobles con ba?o y seis apartamentos. Los precios var¨ªan en funci¨®n de la temporada.
- Zona de acampada de Ons (http://www.iatlanticas.es/acampadas/). Hasta 2015 la acampada ser¨¢ gratuita pero los servicios son m¨ªnimos (ducha con agua fr¨ªa y servicios). El visitante s¨®lo deber¨¢ solicitar el permiso de acampada con antelaci¨®n
Quedar¨ªan otros dos itinerarios, los m¨¢s transitados. La Ruta do Faro, muy accesible, asciende hasta el punto m¨¢s alto de Ons (128 metros) por una suave pendiente. Por el camino el visitante cruza el barrio de Cucorno y con un poco de suerte podr¨¢ charlar con Josefa y con su marido Emilio, que nacieron en la isla y en la isla est¨¢n dispuestos a quedarse. El faro, habitado todav¨ªa hoy por tres fareros, ofrece una imponente panor¨¢mica de este archipi¨¦lago agreste. La otra alternativa, la Ruta Sur, se recorre en dos horas y media por caminos de tierra y monte. Solo apta para quienes est¨¦n en forma, la senda recorre los barrios marineros de Ons, pasa por las playas de Area dos Cans (buena para el ba?o) y Canexol (buena para tomar el sol) y culmina en el mirador dos Fedorentos (el mirador de los malolientes, en su traducci¨®n al castellano), as¨ª llamado por el peculiar olor que producen algunas algas al secarse en la playa.
A solo unos pasos de esta atalaya aparece el Buraco do Inferno, una cueva marina o furna de 40 metros de profundidad que alberga la leyenda m¨¢s apetitosa, que no la ¨²nica, de esta isla m¨¢gica; dicen los isle?os que si el visitante se asoma a esta cueva, en la que tantos marineros han perdido la vida, podr¨¢ escuchar los lamentos de las almas en pena que habitan en el averno. Los m¨¢s descre¨ªdos dicen que en realidad el sonido que escupe esta cueva est¨¢ producido por el propio sonido del mar y por los araos, un tipo de ave ¨¢rtica que antes anidaba en la isla para criar pero que ahora es solo ave de paso. Hasta aqu¨ª se acercan los hombres para buscar los que dicen son los mejores percebes del archipi¨¦lago; un manjar que los visitantes deben degustar sin dejar por eso de probar el exquisito pulpo de la isla preparado en caldeira y, a poder ser, por quien ostenta el t¨ªtulo de mejor pulpeira de Galicia: Palmira Acu?a, propietaria del restaurante Casa Acu?a.
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