Retiro burgal¨¦s

A la salida de Aranda de Duero, camino de Soria, muerde la ribera del Duero un caser¨®n de nueva planta que nos sugiere enseguida el decorado de una pel¨ªcula del Oeste. Fachada de cart¨®n piedra y tramoya de filmaci¨®n por detr¨¢s. Al pie del cart¨®n, una piscina minimalista de azul transparente, luego un aparcamiento en sombra y la crencha asf¨¢ltica, plet¨®rica de tr¨¢fico a cualquier hora del d¨ªa. Tras las bambalinas, inopinadamente, el curso tranquilo del r¨ªo, su alameda, las salas de gimnasio y el spa donde se alcanza ese bienestar del que da referencia el nombre del hotel.

Kin¨¦domus es un emprendimiento hotelero de Samuel Brogeras que juega a mezclar el kine griego (movimiento) y el domus latino (casa), es decir, la casa del movimiento, o c¨®mo descansar activamente. Descubrir la meseta castellana en caminatas, practicar deportes al aire libre y, despu¨¦s, zambullirse a placer en la piscina climatizada del peque?o balneario, entre chorros de agua y cascadas. O disfrutar de un masaje de Marta, fisioterapeuta profesional y mujer de Samuel Brogeras.

Ese ambiente de bienestar ya cautiva al pisar el vest¨ªbulo, fragante a vainilla y fresas. Una peque?a biblioteca y unas mesas con ordenadores concitan el inter¨¦s de los hu¨¦spedes por conectarse al exterior, antes incluso de terminar con el registro. El espacio da para organizar unos desayunos de buf¨¦, modestos pero sabrosos. El ambiente matinal es luminoso, y el comedor ofrece vistas al paso de los camiones.

Arriba se encuentran las habitaciones, con apego victoriano, como si el Duero necesitara parecerse al T¨¢mesis. De esta guisa se presentan el semidosel, los muebles cl¨¢sicos, una escriban¨ªa de volutas y una ba?era a la vista junto a la cama. Con estas dimensiones no se explica por qu¨¦ la ducha se ha incrustado como un esp¨¢rrago en el cub¨ªculo del excusado. La atm¨®sfera puede ser algo agobiante a la hora de las abluciones. En su descargo cabe aclarar que aqu¨ª se descansa por las noches sin necesidad de dobles ventanas. El Duero pone el acento y marca el comp¨¢s del sue?o.

Un pesado llavero aconseja discretamente ser depositado en recepci¨®n antes de salir en busca de un restaurante donde cenar, aunque la amabilidad del propietario permite matar el gusanillo con unos platos de elaboraci¨®n simple que ofrece en la casa. Pero, claro, qui¨¦n podr¨ªa renunciar a alejarse cuatro escasos kil¨®metros para meterse entre pecho y espalda un asado de esos que han dado merecida fama culinaria a Aranda de Duero.

{ "active": true, "code": "1058614", "elementType": "offerExtension", "id": 11, "name": "ARANDA DE DUERO", "service": "tripadvisor" }