El perfecto ¡°s¨ª quiero¡±
Vidago Palace es un hotel portugu¨¦s, situado en el valle de Ribeira de Oura. Acaba de ser elegido como el mejor del mundo para dar banquetes de boda
"S¨ª, quiero", pero si es en el Vidago Palace, mejor. Un hotel portugu¨¦s, situado en el valle de Ribeira de Oura, ha sido elegido por el gremio como el mejor del mundo para banquetes de bodas. Ni Goodwood, la muy british primera residencia de los duques de Richmond; ni Necker Island, la isla-hotel caribe?a del multimillonario Richard Branson, pudieron con Vidago Palace, situado al norte de Portugal, en las solitarias monta?as de Tr¨¢s-os-Montes.
La directora del Vidago, Paula Marques, cree que su hotel es ¨²nico porque combina ¡°el lujo, la historia y la naturaleza¡±. El lujo se da por supuesto en estos alojamientos, donde una suite supera los mil euros por noche.
La historia cuesta tiempo conseguirla, y la de Vidago es convulsa. Se construy¨® por encargo del rey Carlos II para dar placer y descanso a las monarqu¨ªas y aristocracias europeas. Para entonces ya se hab¨ªan descubierto en la vecindad unas aguas terap¨¦uticas que aliviaban dolencias estomacales y de la gota. Sin embargo, ning¨²n rey lleg¨® a hospedarse. Carlos II fue asesinado y tambi¨¦n su hijo mayor Luis Felipe, as¨ª que la corona cay¨® sobre Manuel II, El Desventurado. Con 19 a?os lleg¨® a rey y con 21, en lugar de estrenar el Vidago Palace, se fue al destierro. Por fin, el hotel abr¨ªa sus puertas el 6 de octubre de 1910, un d¨ªa despu¨¦s de la implantaci¨®n de la I Rep¨²blica de Portugal. El Vidago tuvo gran predicamento durante la II Guerra Mundial, un lugar discreto para el retiro de millonarios europeos; pero a partir de ah¨ª empez¨® la decadencia. En 2006 cerr¨® para una rehabilitaci¨®n de 48 millones de euros. Y hace cuatro a?os, con ocasi¨®n del centenario, reabri¨®.
Respecto a la naturaleza, Vidago Palace tiene un bosque y un campo de golf pegados. El bosque de un centenar de hect¨¢reas re¨²ne decenas de especies, algunas aut¨®ctonas, otras tra¨ªdas desde Brasil, entre ellas secuoyas centenarias. El campo de golf es de cuando el recorrido se hac¨ªa a pie. Dise?ado en 1933 para 9 hoyos, con la reapertura se ampli¨® a 18, todos ellos envueltos en la naturaleza semisalvaje del valle.
Tres fuentes de aguas carb¨®nicas circundan el hotel para ir bebiendo ¡ªcon moderaci¨®n¡ª, entre paseo y paseo, en un entorno de belle ¨¦poque. El mayor cambio de la reapertura, el spay sus piscinas, fue obra del arquitecto premio Pritzker ?lvaro Siza Vieira, vecino de la cercana Oporto.
Si al Vidago Palace le han premiado por sus bodas, este a?o dio la mayor de su historia. Adem¨¢s de cerrar las 70 habitaciones para el acontecimiento, el banquete reuni¨® a 400 invitados. Para la ocasi¨®n, el bosque se ilumin¨® con antorchas y los m¨²sicos tocaban sus instrumentos desde los balcones del hotel entre una decoraci¨®n rom¨¢ntica de toda la instalaci¨®n, encargada a un dise?ador por expreso deseo de los novios. Marques no informa de esos novios, de famosos ni arist¨®cratas que han dormido en sus camas. Tampoco de sus excentricidades. ¡°Procuramos satisfacer todas las peticiones¡±.
? Hotel Vidago Palace (www.vidagopalace.com; +351 276 99 09 20). Habitaci¨®n doble, entre 600 y 1.200 euros.
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