La entrada del apartamento de Carrie Bradshaw en ¡®Sexo en Nueva York¡¯ se cerrar¨¢ ante el hast¨ªo de su due?a

Por las escaleras de la entrada del n¨²mero 66 de Perry Street en el West Village de Manhattan, Carrie Bradshaw subi¨® con sus tacones Manolo Blahnik en infinidad de ocasiones durante las seis temporadas de la m¨ªtica serie Sexo en Nueva York. Tambi¨¦n lo hizo durante las dos pel¨ªculas que continuaban la historia y en And Just Like That, secuela de la que se est¨¢ grabando la tercera temporada. A pesar de que la casa de cuatro pisos y la fachada de piedra rojiza son muy similares a otras que se alzan en este barrio de Nueva York, legiones de fans de la ficci¨®n y de Sarah Jessica Parker ¡ªquien interpreta a la protagonista de la serie¡ª han sido capaces de distinguir, durante a?os, el edificio y acudir all¨ª para tomarse fotos, admirarlo y recrear las escenas de Carrie Bradshaw, siempre en tacones, en las escaleras de su apartamento. O ese era lo que suced¨ªa hasta ahora. La due?a del edificio, identificada por The New York Times como Barbara Lorber, se ha hartado de que su propiedad sea un ¡°destino tur¨ªstico global¡± desde hace casi 30 a?os ¡ªSexo en Nueva York se estren¨® el 6 de junio de 1998¡ª y, con el permiso de las autoridades neoyorquinas, obstaculizar¨¢ con una verja met¨¢lica la entrada de lo que ella llama ¡°su escalera celebrity¡±.

El 66 de Perry Street, construido en 1866 y propiedad de Lorber desde 1978, es una parada obligatoria en muchos tours de Nueva York y, como tal, suele estar llena de turistas. ¡°A cualquier hora del d¨ªa o la noche, hay grupos de visitantes frente a la casa, tomando fotos con flash, hablando en voz alta, publicando en redes sociales, haciendo v¨ªdeos de TikTok o, simplemente, celebrando el momento¡±, explica la propietaria en una carta presentada el martes 14 de enero a una audiencia p¨²blica de la Comisi¨®n de Conservaci¨®n de Monumentos de Nueva York. En el escrito, obtenido por The New York Times, Lorber reclama una ¡°protecci¨®n¡± pospuesta durante ¡°d¨¦cadas¡±. ¡°Despu¨¦s de m¨¢s de 20 a?os de esperar que la fascinaci¨®n por mi porche se extinguiera y que los fans encontraran algo m¨¢s sustancial, para recuperar una calidad de vida razonable, necesitamos instalar una puerta adecuada¡±, lamenta en el escrito la propietaria del edificio en el que viven tres familias. Como el edificio pertenece a un distrito hist¨®rico, Greenwich Village, cualquier actualizaci¨®n de su fachada debe ser aprobada por las autoridades pertinentes. Las cuales ya le han concedido el permiso a Lorber para colocar una verja, que, seg¨²n se lee en su carta, ¡°se ajustar¨¢ al estilo hist¨®rico existente¡±.

Actualmente, las pruebas de su hast¨ªo son una cadena al pie de las escaleras que restringe el paso, con un letrero en el que se lee ¡°propiedad privada¡± y varios carteles disuasorios que piden no hacer ruido, no subir los escalones y una sugerencia que pide, a los que se toman selfis, que luego donen dinero a refugios de animales. Sin embargo, la cadena no ha sido suficiente. Muchos visitantes ¡°la saltan y posan, bailan o se tumban en las escaleras. Suben hasta arriba para mirar por las ventanas del sal¨®n, intentan abrir la puerta principal o, cuando est¨¢n borrachos de noche, llaman al timbre¡±, denuncia la propietaria en la carta presentada. ¡°E, incluso, vandalizan el lugar con pintadas¡±. ¡°La casa no deber¨ªa estar cerrada¡±, contin¨²a. ¡°Pero lo que era hermoso a finales del siglo XIX, lamentablemente necesita m¨¢s protecci¨®n en nuestro siglo, en nuestra ¨¦poca¡±. Lorber cuenta tambi¨¦n con el apoyo de su vecina de enfrente, quien denunci¨® haber recibido amenazas al llamar la atenci¨®n a los turistas.

¡°Creo que es mejor para las fotos y v¨ªdeos, para ella y su privacidad, y la verja ser¨¢ mejor que la cadena, porque todas las casas por aqu¨ª las tienen¡±, afirma Angela Guerra, seguidora tejana de Sexo en Nueva York, en unas declaraciones recogidas por la agencia EFE. Aun as¨ª, tambi¨¦n dice que ¡°ten¨ªa que ver¡± la casa de Carrie antes de irse de la ciudad. Su amigo, Charlie Talmer, coincide en que es una medida de seguridad ¡°prudente¡± y sin ¡°mala intenci¨®n para los fans¡±. ¡°No dudo que haya gente que intente subir, hacer ruido y puede ser peligroso¡±, apostilla.

En la carta, Lorber entona un mea culpa sobre la popularidad del edificio: ¡°En ese momento, nadie sab¨ªa que la serie se convertir¨ªa en algo duradero y mucho menos en una piedra angular de la magia de Nueva York. Me dio l¨¢stima el joven encargado de localizaciones que me dijo que si no consegu¨ªa esta casa perder¨ªa su primer trabajo de verdad en el sector¡±. ¡°Tomen todas las fotograf¨ªas que quieran desde la calle. Pero, por favor, no se metan en nuestro espacio ni en nuestras ventanas¡±, a?ade la propietaria. Despu¨¦s de que se instale la verja, estar¨¢ por ver si la entrada al apartamento de Carrie Bradshaw seguir¨¢ siendo una atracci¨®n tur¨ªstica para los seguidores de la serie que ven, en esos escalones, el estilo, el glamour y la independencia de la protagonista de Sexo en Nueva York.

El apartamento de Carrie Bradshaw no es el primer lugar que se convierte en destino v¨ªctima del turismo masivo por el cine y las series. Ya pas¨® con el arenal de Maya Bay, en la isla de Ko Phi Phi Lee, en Tailandia. El lugar se hizo famoso en el a?o 2000 tras aparecer en la pel¨ªcula La playa, protagonizada por Leonardo DiCaprio. Y, despu¨¦s de recibir hasta 5.000 habitantes al d¨ªa, las autoridades locales decidieron, por primera vez en 2018, cerrarla por temporadas para proteger su fr¨¢gil ecosistema. El para¨ªso tailand¨¦s volvi¨® a recibir turistas el 1 de octubre de 2024 tras dos meses de clausura. Santorini (Grecia), Bagan (Myanmar), Machu Pichu (Per¨²) y Chich¨¦n Itz¨¢ (Rivera Maya, M¨¦xico) son otros de los destinos que han decidido hacer frente al turismo masivo limitando el acceso de los visitantes.