Juegos de luz

En el ensortijado trazado de Tarazona, entre las callejuelas de la ciudad mud¨¦jar, aquel palacio mandado construir por el jud¨ªo converso Santaf¨¦ en el a?o 1501 cumple hoy una raz¨®n hospitalaria. Es uno de los alojamientos m¨¢s genuinos de la provincia, quiz¨¢ por representar ese esp¨ªritu de concordia que la tradici¨®n otorga a la convivencia amistosa entre jud¨ªos, ¨¢rabes y cristianos, lo cual se insin¨²a ya desde la calle, a trav¨¦s del balconcito de forja y dintel a?il dise?ado por su arquitecto, el musulm¨¢n Mohamed.

El terrazo y parte del esqueleto al aire que distingue el edificio por dentro hablan del ejercicio decorativo proyectado en tiempos m¨¢s contempor¨¢neos, enf¨¢tico con la historia y c¨®modo para los viajeros. La reforma apenas ha dejado huella de la tahona que durante muchas d¨¦cadas abasteci¨® de pan caliente a la ciudad. Hoy subrayan las escasas zonas comunes un conjunto de sof¨¢s y butaquitas blancas, otras butaquitas azules a juego con las paredes, una escalera blanca acristalada, unos cuadros blancos... Todo ello enfatizado por una iluminaci¨®n indirecta y contrapicada, algo efectista, capaz de crear atm¨®sferas de conversaci¨®n, ensimismamiento o contemplaci¨®n personal.

Un trato cercano

En la carta del restaurante apenas se observan referencias a la ¨¦poca de conciliaci¨®n entre las tres confesiones, aunque ciertos platos respetan la tradici¨®n local. El trato es cordial y cercano, comprometido con el brillo cultural del lugar.

En las siete habitaciones no quedan vestigios palaciegos, salvo unas dimensiones de lujo y una ambientaci¨®n facilonas que no desagrada a nadie: techos artesonados, maderas claras, puertas correderas para separar el dormitorio de la salita, espejos ovalados, monitores planos adheridos a las paredes, as¨ª como unos colchones m¨¢s bien blandengues. Todas son distintas, tres de ellas suites con una zona de estar separada del dormitorio. Y silenciosas, que es lo que m¨¢s importa.

A 30 metros se encuentran el Ayuntamiento y los monumentos m¨¢s notorios de Tarazona. Ante la imposibilidad de dejar el coche en la puerta del hotel se recomienda ir a la plaza del consistorio o buscar plaza en los aparcamientos p¨²blicos habilitados en la zona. As¨ª lo hicieron Milos Forman, Javier Bardem, Natalie Portman y otros ilustres hu¨¦spedes de esta merced.

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