Cosas de familia

Cuando decimos que un hotel es cosa de personas no solo queremos significar su trato familiar y cercano al hu¨¦sped. A veces, por encima de las instalaciones y otras habituales comodidades, el equipo humano es el motivo ¨²nico que justifica un viaje a ese lugar. En Potes, Cantabria, la robusta torre se?orial del marqu¨¦s de Santillana, con sus cuatro garitones rematados por almenas y el arco apuntado de su entrada principal, ha prestado nombre al emprendimiento hotelero que inici¨®, 20 a?os atr¨¢s, el patriarca de los Fombellida en la quieta pedan¨ªa de Ojedo, dos kil¨®metros m¨¢s all¨¢. Su homenaje a la piedra se traduce en un aplacado de impostada siller¨ªa que pretende darle un sesgo palaciego al edificio hotelero, rematado por cuatros galer¨ªas de ladrillo visto y madera entramada. Mucho vuelo para unos interiores que se defienden, sobre todo, por sus revestimientos de madera.

Aqu¨ª rigen otras reglas no necesariamente arquitect¨®nicas ni ornamentales. Es verdad que los espacios son amplios, y la terraza, soleada la mayor parte del verano. Es un recreo para quienes se alojan y tambi¨¦n para los numerosos excursionistas que bajan de los prados de ?liva y de otros reconocidos senderos de los Picos de Europa. El comedor es luminoso, oxigenado en su distribuci¨®n, con una cocina apreciable. Los domingos y fiestas se sigue la tradici¨®n de la abuela Milagros: cocido con garbanzos peque?os de Potes.

El orden de las habitaciones no altera el producto. Desde las m¨¢s estrechas y oscuras (buhardillas) a las denominadas suites, con algo m¨¢s de abrigo y confort. Unas con m¨¢s acento campestre que otras, pero todas necesitadas de una buena actualizaci¨®n. Aquellas que dan a la carretera est¨¢n m¨¢s expuestas a los ruidos, aunque el tr¨¢fico nocturno sea m¨¢s bien escaso. Las ¨²nicas molestias se producen en d¨ªas de bodas o despedidas de solteros. Hay que estar sobre aviso.

Aqu¨ª el lujo viene dado por la plena disposici¨®n de la familia Fombellida a encari?arse con la clientela. Rodolfo, el patriarca, vela d¨ªa y noche por que los hu¨¦spedes se sientan a gusto. Su hija Isabel est¨¢ encargada de los detalles y de la conversaci¨®n sincera antes y despu¨¦s de la reserva, en la recepci¨®n, en la terraza o en las redes sociales. El yerno, Ra¨²l Mart¨ªn, ex futbolista profesional del R¨¢cing de Santander, auxilia en el comedor, en la cocina y hasta en los turnos de madrugada. Su trabajo familiar consiste en hacer felices a los dem¨¢s.