Ocho secretos de Camboya
Bosques de color verde esmeralda, minor¨ªas ¨¦tnicas, lagos volc¨¢nicos y hasta delfines de agua dulce en una ruta por este del pa¨ªs
Camboya es todav¨ªa un destino casi virgen para el viajero que busca el Sudeste Asi¨¢tico tal y como era antes de la llegada del turismo de masas. Si las hordas de mochileros de Angkor y?Phonm Penh te resultan molestas, viajar al este del pa¨ªs permite encontrar esa autenticidad ya perdida en la tur¨ªstica Tailandia y que va desapareciendo r¨¢pidamente en Vietnam.
El para¨ªso del ecoturismo est¨¢ en el noreste, escenario perfecto para los que sienten la llamada de la selva: en la zona habitan los raros elefantes de bosque y delfines de agua dulce, y hay cascadas, lagos volc¨¢nicos y r¨ªos intrincados. Para los m¨¢s intr¨¦pidos, existen ya algunas ofertas de alojamiento responsable en comunidades locales, senderismo, aventuras en bicicleta, kayak o elefante. Adem¨¢s, en los densos bosques de las monta?as habitan numerosas minor¨ªas ¨¦tnicas, lo que sumado al paisaje convierten el viaje en una experiencia incre¨ªble: es el sudeste asi¨¢tico tal y como era.
01 La herencia francesa
KOMPONG CHAM
Esta apacible ciudad del Mekong situada a 120 kil¨®metros de Phom Penh fue un importante puesto comercial durante la ¨¦poca francesa. Actualmente es la puerta de entrada al noreste de Camboya. La vida se concentra en las orillas del gran r¨ªo, donde podremos disfrutar de placeres sencillos. Por ejemplo, un tranquilo paseo en bicicleta por Koh Paen, una isla sin veh¨ªculos a motor que durante la temporada h¨²meda est¨¢ comunicada con tierra firme mediante un ferry (unos 600 metros al sur del puente sobre Mekong), mientras que en la estaci¨®n seca se levanta un elaborado puente de bamb¨² (de peaje) que surge cada mes de diciembre como de la nada.
De los franceses queda tambi¨¦n un faro, recientemente restaurado. Quien desaf¨ªa el v¨¦rtigo para subir por ¨¦l disfrutar¨¢ de unas espectaculares vistas sobre el Mekong, sobre todo al atardecer.
02 Avistamiento de delfines
KRATIE
Adem¨¢s de ser el lugar m¨¢s popular de Camboya para observar los pocos delfines de Irawadi que quedan en el sureste asi¨¢tico (apenas 85 ejemplares en el Mekong), esta animada poblaci¨®n a orillas del Mekong conserva un rico legado arquitect¨®nico de la ¨¦poca colonial francesa, as¨ª como uno de los mejores atardeceres sobre el gran r¨ªo de todo el pa¨ªs. Floreciente eje de transporte, Kratie es adem¨¢s una escala natural cuando se viaja por tierra desde Phnom Penh o Siem Reap hasta Champasak, en el sur de Laos.
Justo enfrente de Kratie, en medio del r¨ªo, est¨¢ la isla Koh Trong, un impresionante (y habitado) banco de arena, al que se puede llegar en un peque?o ferry desde el puerto o con un barco de alquiler. En la isla, cerca del muelle, alquilan bicicletas o motos para dar una vuelta. Los principales atractivos son una antigua estupa y un peque?o pueblo flotante.
En serio peligro de extinci¨®n, los delfines de Irawadi (trey pisaut, en jemer) habitan entre Kratie y la frontera laosiana y se pueden avistar en Kampi, a unos 15 kil¨®metros al norte de Kratie por la carretera de Sambor. Las lanchas motoras llevan y traen visitantes al centro del r¨ªo para ver los delfines de cerca, especialmente por la ma?ana y a ¨²ltima hora de la tarde, cuando hay m¨¢s probabilidades.
03 Hacia la frontera con Laos
STUNG TRENG
Stung Treng no es m¨¢s que una ciudad polvorienta en la orilla del r¨ªo Tonl¨¦ San, cerca de su confluencia con el Mekong. No ten¨ªa demasiados alicientes para el viajero hasta ahora: un nuevo puente sobre el Mekong comunica con una nueva carretera general que reducir¨¢ 4 horas el viaje entre el noreste de Camboya y Siem Reap. Las atracciones locales est¨¢n cerca de la frontera con Laos, como traves¨ªas en kayak para ver delfines de Irawadi y, despu¨¦s, recorrer un maravilloso tramo del Mekong conocido como el Bosque Anegado.
Tambi¨¦n hay un creciente inter¨¦s por algunos pueblecitos cercanos, como O¡¯Svai y Aniong Selma, donde est¨¢n surgiendo proyectos de turismo sostenible muy interesantes.
04 La aventura de la selva
RATANAKIRI
El turismo est¨¢ a punto de despegar en Ratanakiri, una apartada provincia de gran belleza natural que sirve de hogar a todo un mosaico de minor¨ªas ¨¦tnicas (jarai, tompuon, brau y kreung), cada una con su propia lengua, tradiciones y costumbres. La zona es perfecta para volver a sentir la llamada de la selva: nadar en cristalinos lagos volc¨¢nicos, ducharse en cascadas o caminar por el extenso parque nacional de Virachey.
Una buena base de operaciones puede ser Ban Lung, poblaci¨®n que recibe, por su color herrumbre, el cari?oso apelativo de dey krahorm (tierra roja). En pocos lugares de Camboya resulta tan f¨¢cil organizar una caminata por la selva. Uno de los puntos de mayor inter¨¦s es el lago volc¨¢nico de Boeng Yeak Laom, de cristalinas aguas azules , situado en medio de la jungla. Laguna sagrada para los ind¨ªgenas tompuon, es uno de los lugares m¨¢s serenos y bellos del pa¨ªs y genial para darse un ba?o, algo que los camboyanos hacen totalmente vestidos.
Al oeste de Ban Lung, escondidas entre extensas plantaciones de caucho y anacardos, est¨¢n las cascadas de Chaa Ong, Ka Tieng, y Kinchaan, ensordecedoras durante la ¨¦pocas de lluvia y reducidas a un hilillo de agua en la estaci¨®n seca. Se pueden realizar paseos en elefante de una hora cerca de la catarata de Ka Tieng.
05 Senderismo responsable
RATANAKIRI
En el parque nacional Virachey, una de las zonas protegidas m¨¢s grandes y agrestes de Camboya, el ecoturismo tiene un importante papel en la protecci¨®n del bosque frente al urbanismo y la explotaci¨®n comercial de los bosques de caucho. El Eco-Tourism Information Centre, el operador exclusivo de los circuitos por el parque, ofrece excursiones de dos a ocho d¨ªas guiadas por guardabosques que hablan ingl¨¦s. La m¨¢s caracter¨ªstica es la Ruta PhnomVeal Thom, de ocho d¨ªas y siete noches. En la actualidad, el senderismo por los bosques remotos y las aldeas de minor¨ªas ¨¦tnicas de Ratanakiri es muy popular, preferentemente en compa?¨ªa de gu¨ªas ind¨ªgenas, ya que hablan los dialectos locales, conocen sus tab¨²es y consiguen permisos para ver los cementerios que los jemeres no pueden visitar. Adem¨¢s, estos bosques no tienen secretos para ellos.
Hay una especie de asociaci¨®n de gu¨ªas tompuon con sede en la zona del Boeng Yeak Lom, que proponen un circuito exclusivo por varios pueblos de esta etnia en los que contemplar el trabajo artesanal de tejedores y cesteros, conocer sus tradiciones animistas y disfrutar de un t¨ªpico pescado al vapor en caja de bamb¨² con verduras frescas y arroz ¡°minoritario¡±, con su vino de arroz.
06 Tierra de elefantes
MONDULKIRI
La provincia Mondulkiri (literalmente, ¡°Encuentro de Montes¡±) es el Salvaje Este del pa¨ªs, una regi¨®n sin arrozales ni palmeras que en nada se parece a las tierras bajas. El resistente pueblo bunong y sus elefantes habitan estas tierras altas, una combinaci¨®n de montes cubiertos de vegetaci¨®n, pinares y pluvisilva de color verde jade. Los ecologistas tienen grandes planes para esta regi¨®n escasamente poblada, aunque primero tendr¨¢n que enfrentarse a le?adores, cazadores furtivos, buscadores de minerales y especuladores bien conectados.
Sen Monorom, con su aire de remoto puesto de avanzada, es la mejor base de operaciones para explorar Mondulkiri. Aqu¨ª acuden para comerciar muchos ind¨ªgenas bunong de los pueblos cercanos, f¨¢cilmente reconocibles por los caracter¨ªsticos cestos que cargan a la espalda.
Como pasa en Ratanakiri, el mayor reclamo local son las excursiones de varios d¨ªas por sus bosques, que visitan tambi¨¦n aldeas de minor¨ªas ¨¦tnicas. Para estas salidas conviene contratar a gu¨ªas bunong, que conocen la zona y las costumbres tribales al dedillo.
07 Mimos para elefantes
El Elephant Valley Proyect es una reserva para proboscidios bastante especial. En realidad es una iniciativa que anima a los cuidadores de elefantes de la zona dejen que sus ejemplares sobreexplotados o heridos se tomen un descanso, o disfruten de un merecido retiro. Aqu¨ª no se monta en elefante, sino que se camina junto a ellos y, de paso, se aprende acerca de su comportamiento, la cultura bunong y el bosque circundante.
El proyecto ofrece dos opciones. Una salida de medio d¨ªa o d¨ªa entero en la que la mitad del tiempo se dedica a observar a los elefantes y la otra a limpiarlos y realizar otras tareas en el recinto, o una pernoctaci¨®n en el centro, alojados en exquisitos bungal¨®s escondidos en una loma de la selva, con vistas al valle.
Conviene reservar con tiempo porque es muy popular y solo admiten 12 personas al d¨ªa. Tambi¨¦n se acepta a voluntarios que quieran ayudar en el proyecto a corto y largo plazo, mientras se aprenden las habilidades de un cuidador de elefantes.
08 La Suiza camboyana
SEN MONOROM
Por sus colinas y sus lagos, algunos llaman a esta zona del pa¨ªs la Suiza de Camboya. Es una zona de bonitas cascadas y pueblecitos habitados por diversas minor¨ªas ¨¦tnicas, con temperaturas m¨¢s frescas que el resto del pa¨ªs. Uno de sus mayores atractivos tur¨ªsticos es la catarata de Bou Sraa, a 33 kil¨®metros al este de Sen Monorom, capital de esta provincia. Tiene dos niveles, uno superior de unos 10 metros de ca¨ªda y otro inferior m¨¢s espectacular, con una estruendosa ca¨ªda a 25 metros.
En esta zona se est¨¢n llevando a cabo interesantes iniciativas de ecoturismo, como campamentos ecol¨®gicos y proyectos especiales de conservaci¨®n de la fauna, como los que organiza WWF, que ha ayudado hace poco a dos pueblos de la reserva natural de Phnom Prich en la creaci¨®n de proyectos encaminados a acercar a los turistas al modo de vida de los bunong; mientras abre nuevas formas de ganarse la vida en la zona, protegen el bosque.
Situado a 55 kil¨®metros al norte de Sen Monorom por la carretera de Koh Nhek, el pueblo de Dei Ey ofrece estancias en casas particulares, comidas t¨ªpicas, senderismo y paseos a pie con elefantes propiedad de bunong.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa de Camboya de Lonely Planet y en www.lonelyplanet.es
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