14 pistas y una ¡®pilsen¡¯ en Praga
Arte de vanguardia, jardines inesperados, caf¨¦s casi sin turistas y la mejor cerveza para disfrurar, de verdad, en la capital checa
Desde hace 25 a?os, Praga compite en la primera divisi¨®n de los destinos viajeros europeos, junto con Roma, Par¨ªs, ?msterdam o Londres. Los que llegan aqu¨ª vienen a pasearse por una ciudad que es como un cuento de hadas, a cruzar el famoso (y saturado) puente de Carlos o a asomarse sobre el r¨ªo Moldava desde el castillo. Pero la ciudad tiene mucho m¨¢s: arte de vanguardia, jardines inesperados, caf¨¦s y bares a la antigua (y casi sin turistas), patios escondidos y una cerveza excelente de obligada consumici¨®n. 15 experiencias imprescindibles para decir que hemos estado (de verdad) en Praga.
01 Cruzar el Puente Carlos
Comenzamos por lo cl¨¢sico; lo que ning¨²n turista, viajero o visitante de paso deja de ver en Praga: el Puente de Carlos. Cruzarlo es la experiencia praguense por antonomasia y ni siquiera las masas de turistas le restan magnificencia. Se erigi¨® en 1357 y sus elegantes arcos soportaron tr¨¢fico rodado durante m¨¢s de 500 a?os gracias a que, seg¨²n la leyenda, la mezcla de su mortero llevaba huevo; se hizo peatonal tras la Segunda Guerra Mundial. De d¨ªa, las famosas estatuas barrocas dirigen la mirada con indiferencia p¨¦trea hacia el fascinante desfile de m¨²sicos callejeros, bandas de jazz y vendedores de postales. Al atardecer recuperan parte del misterio y la magia que sus creadores pretend¨ªan capturar. Otra opci¨®n es verlo al amanecer, cuando las siluetas de las estatuas de los santos que lo flanquean parece guiar al caminante hacia la fortaleza de la otra orilla.
Existe incluso un museo del puente cerca de la entrada ¨Cdesde la ciudad vieja¨C que nos recuerda sus 650 a?os de tumultuosa historia.
02 Subir al Castillo
Es el otro gran s¨ªmbolo de la ciudad, al que los checos llaman sencillamente hrad. Est¨¢ en lo alto de la ciudad y, m¨¢s que un edificio, es un complejo de iglesias, torres, casas y palacios, casi una villa que encierra entre sus muros mil a?os de historia. Su tama?o actual equivale al de siete estadios de f¨²tbol, con diferentes dependencias que los turistas pueden visitar.
Hrad es el coraz¨®n hist¨®rico y cultural de la Rep¨²blica Checa; adem¨¢s de conservar colecciones de alhajas, como los relicarios de oro del tesoro de San Vito y las joyas de la Corona bohemia, es tambi¨¦n el escenario de importantes acontecimientos hist¨®ricos del pa¨ªs, como el asesinato de san Wenceslao y la Segunda Defenestraci¨®n de Praga.
Puestos a dar pistas, seleccionamos cuatro rincones o momentos indispensables: el primero es la entrada del castillo, en la plaza Hradcany, donde se produce el cambio de guardia (vestida con los uniformes que el presidente y exdramaturgo Vaclav Havel encarg¨® al dise?ador de vestuario de la pel¨ªcula Amadeus). El segundo es el Callej¨®n del Oro, una callejuela empedrada y flanqueada por peque?as y coloridas casitas. En una de ellas (en el n¨²mero 22) vivi¨® Kafka entre 1916 y 1917. La tercera clave es el antiguo Palacio Real, con una impresionante b¨®veda g¨®tica del Sal¨®n Vladislav, bajo la cual prestan juramento los presidentes de la Rep¨²blica Checa. Y, por ¨²ltimo, el Palacio Rosermberg, renacentista, que la emperatriz Mar¨ªa Teresa transform¨® en una Residencia de Damas Nobles.
03 Disfrutar de la m¨²sica
La ciudad que acogi¨® a Smetana Dvorak y Janecek, y vio conciertos de Wolfgan Amadeus Mozart, cuenta con dos grandes festivales de m¨²sica cl¨¢sica anuales (Primavera de Praga y Cuerdas de Oto?o), pero es famosa por algo m¨¢s que los cl¨¢sicos: aqu¨ª ha triunfado el jazz europeo desde finales de los a?os cuarenta y, actualmente, su floreciente panorama musical abarca desde el rock duro hasta la m¨²sica electr¨®nica.
Para escuchar ¨®pera, el mejor escenario es el Teatro Nacional, para un concierto de m¨²sica cl¨¢sica, el Rudolfinum, y para escuchar jazz el Reduta Club Jazz, el primer club profesional de la ciudad, abierto en los a?os 60 (cuando se relaj¨® la censura) y donde Bill Clinton toc¨® el saxof¨®n en los 90.
04 Un caf¨¦ en plaza de la Ciudad vieja
Rodeada de espectaculares iglesias barrocas, bellos edificios y un palacio rococ¨®, esta plaza es el centro de la ciudad, ese rinc¨®n que gusta a todos los turistas y m¨¢s todav¨ªa a los fot¨®grafos. Pese a las hordas de visitantes y las terrazas abarrotadas de los caf¨¦s, resulta imposible no disfrutar del espacio p¨²blico praguense por excelencia. Incluso es un espect¨¢culo ver a los gu¨ªas tur¨ªsticos abri¨¦ndose paso entre las multitudes que contemplan el impresionante reloj astron¨®mico del Ayuntamiento Viejo, los estudiantes que reparten panfletos de una funci¨®n teatral o las parejas de mediana edad que pasean junto a punks con chaquetas de cuero y piercings.
Una de las fachadas m¨¢s llamativas es la de la Iglesia de Nuestra Se?ora de Tyn, rematada por unas puntiagudas y siniestras agujas g¨®ticas, que son uno de los s¨ªmbolos de la Ciudad Vieja. Otra es la de la Iglesia de San Nicol¨¢s, un bello monasterio barroco que actualmente es un recinto para conciertos de m¨²sica cl¨¢sica.
05 Vistas desde la Catedral de San Vito
Aunque su aspecto es totalmente g¨®tico ¨Cse inici¨® en 1344¨C no qued¨® concluida hasta 1929, justo a tiempo para su tard¨ªa consagraci¨®n. Donde se alzaba la rotonda rom¨¢nica erigida por el rey Wenceslao se yergue desde entonces el coraz¨®n del catolicismo checo, que define la silueta de Praga con sus agujas y campanario. Tiene una alt¨ªsima nave g¨®tica con magn¨ªficas vidrieras y alberga joyas como la capilla de San Wenceslao, los inestimables mosaicos medievales de la Puerta Dorada y la suntuosa tumba de plata de San Juan Nepomuceno.
Para disfrutar de unas vistas espectaculares hay que subir las escaleras de la torre.
06 Aprender una lecci¨®n de arquitectura
El castillo y el centro urbano de Praga son un aut¨¦ntico manual de la evoluci¨®n de la arquitectura durante unos 900 a?os: sencillo rom¨¢nico, sublime g¨®tico, renacentista elegante, deslumbrante barroco, historicismos del siglo XIX; todo sin contaminar por el mundo moderno y metido en una densa red de callejuelas y pasadizos. Y todo ello antes de descubrir el sensual art nouveau y los edificios del cubismo y el rondocubismo t¨ªpicamente checos.
07 Beber la mejor cerveza
Dice un antiguo proverbio checo que ¡°donde se hace cerveza, la vida es buena¡±, as¨ª que ¨¦sta debe ser buen¨ªsima en la Rep¨²blica Checa, pa¨ªs repleto de f¨¢bricas de todos los tama?os. Aunque la cerveza checa ha tenido fama por su calidad y sabor desde la invenci¨®n de la Pilsner Urquell, en 1842, en los ¨²ltimos a?os se ha experimentado un renacer de microf¨¢bricas y cervezas artesanales, y ahora se pueden degustar variedades de todo tipo: desde la cl¨¢sica lezak (rubia suave) hasta la kvasnicov¨¦ (de levadura) y la k¨¢vov¨¦ pivo (con sabor a caf¨¦).
08 Conocer la historia de los jud¨ªos en Praga
En el centro (Stare Mesto), las calles Kaprova, Dlouh¨¢ y Kos¨ª delimitan lo que queda de Josefov, en otros tiempos, el floreciente gueto de Praga. El museo jud¨ªo incluye media docena de sinagogas antiguas, una sala de ceremonias y antigua c¨¢mara mortuoria, as¨ª como el antiguo y melanc¨®lico cementerio jud¨ªo. All¨ª podremos conocer la tr¨¢gica y conmovedora historia de la comunidad hebrea de Praga: desde la figura del rabino Loew, que cre¨® el golem en el siglo XVI, hasta la persecuci¨®n nazi.
09 Arte en Veletrzn¨ª Pal¨¢c
Con aire de trasatl¨¢ntico, este enorme edificio de estilo funcionalista levantado en 1928 para celebrar ferias internacionales pas¨® en 1996 a albergar la colecci¨®n de arte (siglos XIX, XX y XXI) de la Galer¨ªa Nacional. Hoy es considerado uno de los mejores (y mayores) museos de Praga; en ¨¦l se exhiben cuadros de Van Gogh, Picasso, Klimt y Mucha, adem¨¢s de pinturas impresionistas y obras maestras de artistas expresionistas, cubistas y surrealistas checos.
10 Hacer una excursi¨®n a Cesky Krumlov
Cesky Krumlov, en el sur de Bohemia, es posiblemente ¨Cjunto con Praga¨C el ¨²nico destino de visita obligada de todo el pa¨ªs para cualquier viajero. Este antiguo baluarte medieval de aire somnoliento es un lugar asombroso, con un rocoso y disperso castillo renacentista (solo superado en tama?o por el castillo de Praga), coronado con una torre multicolor. Un lugar de cuento de hadas.
11 Darnos un paseo por el r¨ªo
Los praguenses finalmente se han percatado del potencial de la ribera del Moldava, sobre todo en N¨¢plavka, en Nove Mesto. En lo que en otros tiempos fue un muelle de madera (su significado literal en checo), se ha instalado ahora un mercado agr¨ªcola semanal y, en las noches estivales, hay barcos-cocteler¨ªa, escenarios con m¨²sica en vivo y mucha gente que acude a pasear. Aqu¨ª arranca una ruta ciclista que tambi¨¦n puede realizarse a pie o en patines.
12 Deambular por Mal¨¢ Strana
A la sombra del castillo de Praga, el Barrio Menor acoge parques creados en el siglo XVIII por los arist¨®cratas que viv¨ªan en esta zona de la ciudad. Los jardines Wallestein, Vojan o la isla Kampa son uno de los grandes tesoros ocultos de Praga. Hay que imitar a los habitantes de la ciudad y buscar refugio en oasis urbanos: llevar una manta, un libro, una buena cerveza y algo para comer.
13 De bares por Vinohrady y Zizkov
Los vecinos de Zizkov afirman con orgullo que en su barrio hay m¨¢s pubs por metro cuadrado que en ning¨²n otro lugar del mundo. Es el mejor sitio para salir de noche, pues se prolonga en el contiguo Vinohrady, repleto de vinotecas y cocteler¨ªas. Es estupendo salir de copas por la noche en esta zona residencial arbolada (y algo a trasmano).
14 Vysehrad, el otro castillo
El segundo castillo de Praga es muy diferente del principal, pero igual de espectacular. Durante unas pocas d¨¦cadas del siglo XI, Vysehrad (castillo en las alturas) fue la fortaleza de la capital checa. En realidad, hace siglos que en este lugar no existe ning¨²n castillo propiamente dicho, pero la ciudadela en ruinas compensa sus defectos arquitect¨®nicos con vistas estupendas hacia el Moldava y la ciudad. Desde arriba, uno se siente flotar sobre Praga. En el cementerio de Vysehrad yacen los m¨¢s importantes artistas e intelectuales checos, como el m¨²sico Dvorak o el maestro del Art Nouveau Alfons Mucha. En el exterior del ruinas del casillo hay una magn¨ªfica cervecer¨ªa con terraza y vistas fant¨¢sticas de la ciudad.
15 Arte alternativo en Smichov
Aunque poco a poco se est¨¢ aburguesando, el barrio industrial de Smichov, en la orilla izquierda del Moldava, todav¨ªa es conocido por su arte alternativo, bares sin pretensiones y teatro de vanguardia. Queda cerca del centro ¨Cen tranv¨ªa desde Mal¨¢ Strana¨C pero lo bastante alejado de las rutas tur¨ªsticas habituales para ofrecer a los visitantes una idea de la verdadera Praga. Uno de los sitios que nos dar¨¢ esta idea es la f¨¢brica de cerveza de Staropramen, donde se elabora desde 1871. Hoy es un lugar con m¨¢s clase, pero la bebida es exactamente la misma. Tambi¨¦n proliferan las galer¨ªas de arte vanguardista.
M¨¢s informaci¨®n en la nueva gu¨ªa Praga y la Rep¨²blica Checa, de Lonely Planet.
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