Gu¨ªa ¡®El Viajero¡¯ de Bogot¨¢
Hoteles, nuevos restaurantes, bares pintorescos y cultura alternativa en una de las capitales m¨¢s atractivas de Latinoam¨¦rica
?LA CIUDAD
Hay pel¨ªculas que resumen el esp¨ªritu de un lugar. Para el caso de Bogot¨¢ existe La estrategia del Caracol (1993), de Sergio Cabrera, que muestra la ciudad sintetizada. Toda, o casi toda. El n¨²cleo fundacional de La Candelaria, con sus casitas de balcones discretos, y sus muros desconchados. La vista desde los cerros orientales, donde se descuelgan por igual barrios de casas a medio hacer e ilustres edificios de ladrillo que se miran de frente, entre los pinos y eucaliptos que han escapado a la especulaci¨®n inmobiliaria o a las invasiones ilegales. La capital de cielos claros y atardeceres melanc¨®licos, como la meseta de la cordillera de los Andes sobre la cual se aloja. O la de las calles encharcadas y cielos grises. Es probable que se queden fuera las entradas a la ciudad, en especial la del norte, con sus tierras f¨¦rtiles de la sabana atiborradas de cultivos de flores y de pastizal que alg¨²n d¨ªa fueron humedales o riachuelos, y que hoy se ven desde el avi¨®n como parches de un edred¨®n dispuestos en desorden.
Hay tardes en Bogot¨¢ en las que el sol se derrumba dejando una capa de colores rojizos, conocida desde tiempos prehisp¨¢nicos como "el sol de los venados". El barrio de La Macarena es un lugar muy aconsejable para contemplar estos atardeceres. Hasta all¨ª llegaba uno de los comediantes m¨¢s brillantes y queridos por los colombianos: Jaime Garz¨®n (1960-1999). Su lugar en el mundo era el restaurante El Patio, local hecho por los trastos que va dejando el tiempo. Una mezcla entre anticuario y bistr¨® parisiense con un men¨² de comida italiana que incluye la parrilla Garz¨®n. Cualquier interesado en la historia reciente de Colombia deber¨ªa buscar las parodias ¨Ccirculan por Internet¨C de este desaparecido humorista pol¨ªtico bogotano.
Despu¨¦s, si la elecci¨®n es mitigar el fr¨ªo de la tarde y seguir con un poco de historia viva, esa que no registran los libros, La Puerta Falsa, a tiro de piedra de la c¨¦ntrica plaza de Bol¨ªvar, es una buena propuesta. Se trata de una cafeter¨ªa recogida, ¨ªntima, discreta, que se echa a cuestas dos siglos de historia y varias caracter¨ªsticas de la forma de ser de los habitantes de la capital. Carlos Sabogal, de 80 a?os, atiende el negocio que ha pertenecido a su familia desde los inicios. Cuenta que a mediados del siglo pasado en esta antigua fonda se trabajaba m¨¢s de noche que de d¨ªa: las rotativas de los dos grandes diarios de la capital colombiana quedaban a pocos pasos y los reporteros montaban guardia hasta la madrugada. Ya no es as¨ª, pero este restaurante sigue sirviendo un plato que es escudo y bandera de la ciudad: tamal ¨Cuna masa de ma¨ªz con carne o pollo, calentada al vapor y envuelta en una hoja de pl¨¢tano¨C con una taza de chocolate caliente. Un entrem¨¦s que hace tambi¨¦n las veces de desayuno.
Caminando algunos pasos hacia el sur se encuentra la calle del Coliseo (la calle 10). Entre el torbellino de gente, m¨²sicos callejeros, vagabundos o polic¨ªas que custodian el cercano palacio de Nari?o, residencia del presidente, se van encontrando peque?as joyas. Como el Teatro Col¨®n, encastrado a mitad de calle. El inmueble es peque?o pero con un poco de atenci¨®n se puede apreciar la visera de hierro forjado en estilo franc¨¦s que recibe al p¨²blico sobre la peatonal. La calle del teatro, adem¨¢s, tiene su historia. La medianoche del 25 de septiembre de 1828 una docena de civiles y 25 soldados llegaron hasta el palacio de San Carlos, justo frente al teatro, para asesinar a Sim¨®n Bol¨ªvar. Manuela S¨¢enz, su compa?era sentimental, lo alert¨® y el Libertador huy¨® saltando por la ventana del ahora Ministerio de Relaciones Exteriores. El suceso es conocido como la noche septembrina y fue un primer paso para la fractura de la Gran Colombia, que amalgam¨® durante pocos a?os Panam¨¢, Ecuador, Colombia y Venezuela en un solo pa¨ªs. Junto al ministerio se halla una de las joyas menos conocidas de la ciudad: la capilla de San Jos¨¦, en la iglesia de San Agust¨ªn, con los muros, ventanales, la b¨®veda, el altar y el sagrario que tienen trabajos del Santiago P¨¢ramo (1841-1915), sacerdote jesuita y pintor.
Por ¨²ltimo, el n¨²cleo de la Bogot¨¢ contempor¨¢nea baila al son de un sinn¨²mero de orquestas de salsa que se presentan en vivo todas las noches en bares y discotecas de rumba. Y de las galer¨ªas y museos de arte contempor¨¢neo que hacen de su oferta una de las m¨¢s tentativas y completas de Latinoam¨¦rica. Tambi¨¦n de la legi¨®n de nuevos restaurantes que siguen escudri?ando en la diversidad de frutas que ofrece la tierra, entre cuyos nombres, quiz¨¢s, se esconde la naturaleza mestiza de la gente del p¨¢ramo, como etiquet¨® Garc¨ªa M¨¢rquez a los capitalinos (tambi¨¦n se les conoce como rolos o cachacos). Nos referimos a la guan¨¢bana, el maracuy¨¢, a la feijoa, a la curuba, al lulo, a los mamoncillos o a las uchuvas, por citar unas pocas. Una org¨ªa de colores y sabores que se sigue dando en esta regi¨®n de casi ocho millones de habitantes, donde un abogado cordob¨¦s apellidado Jim¨¦nez de Quesada, curtido en la lectura de cl¨¢sicos m¨¢s que en fundar ciudades, tuvo la osad¨ªa de erigir en 1538 un sue?o urbano arropado por un cerco de monta?as.
DORMIR
Hoteles
- Hotel Casa Medina (www.fourseasons.com/es/bogotacm; +57 1 325 7900, Avenida Carrera 7 #69a-22). Uno de los hoteles tradicionales de la capital en proceso de reformas. 62 habitaciones en un inmueble que en 1948 fue destinado a albergar apartamentos de lujo pero que termin¨® convirti¨¦ndose en un hotel de cinco estrellas. Los trabajos en piedra y madera de la fachada dejan entrever alguna similitud con una gran casa de descanso inglesa o suiza. Precio: desde 175 euros la habitaci¨®n doble.?
- Click Clack (www.clickclackhotel.com; +57 1 743 04 04, Carrera 11 #93-77). Bien ubicado. Cercano al parque de la 93, un espacio verde rodeado de restaurantes, dise?o moderno y un local con una vista privilegiada sobre el norte de Bogot¨¢: el Apache Bar. Precio: desde 92 euros la habitaci¨®n doble.
- Boghotel (www.boghotel.com; +57 1 639 99 99, Carrera 11 #86-74). En la misma l¨ªnea del hotel Click Clack, pero con el a?adido de una azotea donde se puede tomar una copa y se suele respirar algo de calma. Precio: desde 120 euros la habitaci¨®n doble.
- Hotel de la Opera (www.hotelopera.com.co; +57 1 336 2066, Calle 10 #5-72). Justo al lado del Teatro Col¨®n. De decoraci¨®n tradicional, el restaurante en el ¨²ltimo piso tiene una panor¨¢mica muy recomendable sobre los tejados de barro de las casas coloniales de La Candelaria. Precio: desde 105 euros la habitaci¨®n doble.
COMER
Restaurantes
La Brasserie (+57 1 257 64 02, Carrera 13 #85-35). C¨®nclave del poder pol¨ªtico y econ¨®mico. Una brasserie de estilo franc¨¦s subida al rango de restaurante exclusivo. El steak minute, el entrecot Chateaubriand, el pulpo y el pat¨¦ coinciden en tener las mejores rese?as.
La despensa de Rafael (www.rafaelosterling.pe/es/la-despensa.html; +571 235 88 91- 248 19 97; Calle 70A #9-95). Una de las diversas propuestas de cocina peruana en la ciudad. La causa, los cebiches y el pisco sour no tienen desperdicio. Los fogones est¨¢n a cargo de un joven chef pupilo de Rafael Osterling, uno de los grandes cocineros de la gastronom¨ªa peruana.
Bruto (www.facebook.com/brutogypsy; +57 1 249 03 14, Carrera 10A #70-50). En la onda del jazz gitano franc¨¦s, o jazz manouch, un tr¨ªo de talentosos artistas anima la noches en un restaurante donde se ha tratado de ofrecer con bastante dignidad ciertos aires de la gastronom¨ªa vasca. La decoraci¨®n es reflejo de los esfuerzos de una banda de j¨®venes empresarios que logran instalar locales como Bruto en antiguas residencias de barrios tradicionales.
Casa (+57 1 236 37 55, Carrera 13 #85-24). Pocos reparan en que este restaurante funciona dentro de una muestra muy afortunada de la arquitectura moderna colombiana. La Casa Berm¨²dez gan¨® la primera Bienal de Arquitectura en 1962. Es un espacio donde se conjuga un hito del dise?o con gastronom¨ªa de primer nivel. El bar, a su vez, cumple las normas en la mejor tradici¨®n inglesa: intimidad y calor.
Nueve (www.nueve.in; +57 1 248 70 73, Calle 70A #10a-18). En el barrio de Quinta Camacho se encuentra este ameno espacio con una amplia propuesta de vinos, con ¨¦nfasis en las referencias australes, y una carta que podr¨ªa calificarse de ecl¨¦ctica. Es obligatorio hacer reserva.
Criterion (www.hermanosrausch.com/criterion.html; + 57 1 310 13 77, Calle 69A #5-75). Si usted es de los que se gu¨ªa por los listados y r¨¢nkings, este es un fijo dentro de los mejores de Latinoam¨¦rica. Comida francesa que lleva el sello de dos reconocidos chefs que han insuflado su popularidad despu¨¦s de participar recientemente en un reality gastron¨®mico.
Tres Bastardos (+57 320 326 51 88, Calle 71 #10-81). Restaurante enigm¨¢tico, con una sola mesa para reservas y sin carta para escoger. Basta dejarse llevar de la mano de los tres chefs fundadores. Decoraci¨®n austera. Acertada. No se encuentran rese?as en los buscadores de viajes y a la direcci¨®n hay que a?adirle una se?a: al fondo en la puerta amarilla.
Comida colombiana
Minimal (www.mini-mal.org; +57 1 347 54 64, Carrera 4A #57-52). Una apuesta fresca y original por los productos de diversas regiones de la Colombia menos conocida. Cercano al movimiento slow food, el restaurante ofrece un ambiente de camarader¨ªa. Quiz¨¢s el esp¨ªritu que citan en su blog resuma todo esto mejor: ¡°Caminando el pa¨ªs, hemos visto la riqueza de la vida, el valor de la gente, hemos vuelto a sentir la intensidad del cari?o por la tierra. MINI-MAL = COCINA Mini-mal¡±.
Club Colombia (+57 1 249 56 81, Av. Calle 82 #9-11). Antiguo cas¨®n abrigado por la hiedra y una chimenea, este restaurante de dos plantas tiene una completa muestra de la gastronom¨ªa colombiana. Para el tiempo bogotano conviene tomar el aj¨ªaco, que es un potaje con varios tipos de patatas y alcaparras. Si la opci¨®n es tomar el brunch, la terraza cumple con todos los requisitos para estar entre las mejores.
Abasto (http://abasto.co; +57 675 04 92, Calle 69A # 9-09). El mercado del campo y sus productos frescos son el norte en este restaurante. Con el apoyo a peque?os productores locales se pueden encontrar maravillas como la panela org¨¢nica granulada, la mermelada de jalape?o o el delicioso queso paipa, que es un producto t¨ªpico de la regi¨®n.
Gaira Caf¨¦ (www.gairacafe.co; +57 1 636 26 96, Carrera13 #96-11). Es el bar de Carlos Vives y su hermano Guillermo. Es una especie de Consulado de la Costa Atl¨¢ntica en la nevera, como se conoce popularmente la capital de Colombia entre la gente del litoral. M¨²sica en vivo en una casa llena de recuerdos que evocan lo mejor de la fusi¨®n de ritmos que llegaron del Caribe hasta el interior del pa¨ªs.
Salvo Patria (www.salvopatria.com; :+57 1 702 63 67, Calle 54a #4-13). Salvo Patria recoge su nombre de un juego infantil que en Colombia se conoce como escondidas: Salva Patria quien llega a la base sin ser capturado. Este local est¨¢ situado en Chapinero Alto, una zona antiguamente residencial y que desde hace algunos a?os ha ido tomando un segundo aire con restaurantes como este. El men¨² ofrece posibilidades locales como el cocido Santafere?o, sopa de mute o una frijolada, que se mezclan con tacos de guacamole, goulash h¨²ngaro o un beef bourguignon. La relaci¨®n calidad precio es inmejorable.
Fulanitos (+57 1 352 01 73, Carrera 3 #8-6). La raz¨®n de ser de este local es la comida del Valle del Cauca, de Cali, a pocas horas del Pac¨ªfico colombiano. Tiene dos locales. Pero es altamente recomendable visitar el del centro hist¨®rico. La terraza tiene una vista sobre el barrio de La Candelaria dif¨ªcil de superar.
LA NOCHE
Para tomar un trago
Cines Tonal¨¢ (www.cinetonala.co; +57 1 479 86 87, Carrera 6 #35-37). Una preciosa casa en ladrillo en el barrio de La Merced, a pocos pasos del parque nacional, aloja este bar, cine y centro cultural que tiene sus ra¨ªces en M¨¦xico. Adem¨¢s de la cuidada selecci¨®n de pel¨ªculas y de la variedad de c¨®cteles, la mansarda recibe desde los mi¨¦rcoles una rica pluralidad de fiestas tem¨¢ticas que ponen sobre la mesa desde una selecci¨®n de la mejor m¨²sica de los 90 hasta sonidos de la Jamaica profunda.
Black Bear (www.blackbear.com.co; +57 1 644 77 66, Calle 89 11A-18). El bartender californiano Gabriel Lowe ide¨® una carta de c¨®cteles donde seg¨²n sus propias palabras el desaf¨ªo es no repetirse nunca. Para eso ha contado con hierbas, especias y frutas. Como resultado aconsejamos el Peninsiline o el Hot Galupa. Se trata de una de las barras m¨¢s agradables de Bogot¨¢. De d¨ªa arropado por el verde de los ¨¢rboles y de noche por el calor del ambiente y una iluminaci¨®n bien planteada.
Madre (http://madre.la; + 57 310 767 68 62, Calle 12 #5-83). A pocos pasos de la zona donde se concentraban los caf¨¦s bogotanos tradicionales del centro, y escondido tras la fachada de una suerte de pasaje comercial, se encuentra esta enorme bodega de techos elevados donde se puede acompa?ar una cerveza artesanal colombiana con una pizza.
Drunken Fox (+57 1 634 64 11, Carrera 13 #83-92). Discreto y sin pretensiones, m¨¢s all¨¢ de servir buena cerveza de la casa (la Beer-gara) y revivir los mejores cl¨¢sicos del rock, Drunken Fox es un lugar que acoge con mesas de madera r¨²stica y un futbol¨ªn en el centro del local, cercano a la Zona T.
Bandido (+57 1 212 57 09 12, Calle 79b #7). Se encuentra en los bajos de un edificio de los a?os 60, al final de una calle cerrada conocida como de los Anticuarios. Conviene hacer reserva. La enorme barra del bar o cualquiera de las mesas en la terraza, que parece un enorme solar, son id¨®neos para tomarse una copa.
Verne (+57 3157 72 82 80, Calle 29 Bis #5-90). Uno de los m¨¢s recientes en llegar e inspirado en el microcosmos del autor de Vuelta al Mundo en 80 d¨ªas. El c¨®ctel Jules, a base de ginebra toronjil y frutas como la uva, es la carta de presentaci¨®n de este bar que est¨¢ situado en el barrio de La Macarena, cerca de la plaza de toros.
De fiesta
Andr¨¦s Carne de Res (www.andrescarnederes.com; +57 1 863 78 80 ¨C 861 22 33, Calle 3 #11-56, Ch¨ªa). La sede original de este restaurante y rumbiadero est¨¢ en Ch¨ªa, a media hora en coche desde Bogot¨¢. M¨¢s recientemente abri¨® uno al norte de la capital. Es un lugar que ha sobrevivido a trav¨¦s de generaciones. En ambos se va a bailar, a comer un lomo al trapo que suele recibir todo tipo de elogios, y que se suele acompa?ar de patac¨®n y de la bebida nacional: el aguardiente. Un licor anisado que se produce en varias regiones de Colombia. Andr¨¦s Carne de Res es una representaci¨®n desparpajada de la fiesta en Colombia. Un lugar que parece el engranaje de un reloj: est¨¢ lleno de tornillos y tuercas, barras de hierro y objetos en madera dise?ados en el taller de su propietario.
Billares Londres (www.facebook.com/billareslondres; +57 3158 64 87 97, Carrera 7 #21-94). Los billares del centro de Bogot¨¢ son una impronta cada vez m¨¢s escasa. Respetando algunas de las caracter¨ªsticas del inmueble republicano, donde empez¨® a funcionar el billar original hacia 1971, un grupo de empresarios cambi¨® el merengue, el vallenato y la salsa, adapt¨® un dance floor y dej¨® fluir sonidos que se acercan m¨¢s al deep house o al disco. Con la bolera San Francisco (+57 1 342 32 32, Avenida Jim¨¦nez #6-71), original de 1941, ocurre algo parecido. Las tres l¨ªneas fundacionales siguen funcionando como hace 71 a?os, pero el dise?o antiguo se mezcla con una iluminaci¨®n nueva y la m¨²sica corre a cargo de un dj.
Cuban Jazz Caf¨¦ (http://cubanjazzcafe.com,+57 310 786 91 46, Carrera 7A #13-36). Cercana al Museo del Oro, esta sala recuerda a los antiguos cabar¨¦s cubanos. Un piano bar al estilo de La Habana prerrevolucionaria. La del pianista Bola de Nieve, la del cantante Benny Mor¨¦. Ambiente de jazz y Antillas, mojitos y ron en el centro de Bogot¨¢.
El Bemb¨¦ (+57 1 282 67 39, Calle 27B #6-73). A pocos pasos de la plaza de Toros de Santa Mar¨ªa y de las Torres del parque del arquitecto Rogelio Salmona, icono arquitect¨®nico de la ciudad, se encuentra esta discoteca de salsa en vivo. La decoraci¨®n y el ambiente son una r¨¦plica afortunada de un cas¨®n colonial del Caribe y la peque?a calle de piedra sobre la que se encuentra desemboca, por un lado, en la carrera 7 y la interesante arquitectura de los 60 del Centro Empresarial, y por el otro en la cuesta que sube hacia los cerros orientales.
QU? HACER
Usaqu¨¦n. Al centro de Bogot¨¢ se fueron anexionando peque?os pueblitos que quedaban a las afueras, como Usaqu¨¦n. Al norte de la ciudad, este barrio pintoresco re¨²ne una variada oferta cultural: desde un mercadillo de pulgas los domingos, hasta restaurantes de cocina internacional. Conserva la iglesia, la plaza central, el cementerio y una abandonada escuela p¨²blica, con los trazados del t¨ªpico pueblo de la regi¨®n andina de Colombia.
Museo de Botero, Museo del Oro y Museo Nacional. Los tres se encuentran en el centro de la ciudad. La Fundaci¨®n Botero re¨²ne parte importante de la obra, tanto pict¨®rica como escultural, del artista antioque?o. Una peque?a pero importante colecci¨®n de arte impresionista y obras de Boudin, Chagall o Caillebotte. El Museo del Oro, por su parte, atesora la colecci¨®n de orfebrer¨ªa prehisp¨¢nica m¨¢s grande del mundo. Una muestra para descubrir el esquivo tesoro de la leyenda de El Dorado. El Museo Nacional, finalmente, recorre a trav¨¦s de objetos, pinturas o artesan¨ªas, la historia del pa¨ªs desde la ¨¦poca precolombina hasta nuestros d¨ªas, pasando por la formaci¨®n de la Rep¨²blica. El edificio es una interesante mole de piedra donde funcion¨® el antiguo Pan¨®ptico Nacional.
Monserrate y Casa de Bol¨ªvar. Monserrate es el santuario y cerro desde d¨®nde se puede apreciar toda la ciudad. Est¨¢ la opci¨®n de subir en telef¨¦rico o en funicular. Tambi¨¦n a pie, en una empinada excursi¨®n que asciende hasta 3.152 metros sobre el nivel del mar. Muy cerca se encuentra la Quinta de Bol¨ªvar, donde se recluy¨® el Libertador con su compa?era Manuela S¨¢enz en los ¨²ltimos a?os de su vida antes de morir en Santa Marta. Los jardines y el inmueble dan una idea de la vida en una gran hacienda en la segunda mitad del XIX.
Ciclorutas. Bogot¨¢ es una ciudad con una aceptable red de carriles bici, conocidas como ciclorutas. Hay varias rutas interesantes en el barrio de Chapinero, como pasearse por librer¨ªas como La Madriguera del Conejo, Wilborada, Arte y Letra o la sempiterna Lerner. Los domingos, adem¨¢s, la extensa carrera 7, una de las arterias m¨¢s importantes de la ciudad, se cierra de punta a punta para que la disfruten los ciclistas y atletas aficionados. Una buena opci¨®n para echarle un ojo a los distintos tipos de arquitectura que se agolpan a lo largo de la avenida.
Nuevas galer¨ªas de arte. Espacios como el Teatro el Ode¨®n, en el centro, Flora Ars+Natura o Lamazone arts, por citar solo tres, se suman a otras galer¨ªas tradicionales como El Museo, La Cometa o la Galer¨ªa Casas Regnier. Todas en constante movimiento y con un pulso vital, como la vibrante legi¨®n de nuevos artistas colombianos.
Catedral de sal de Zip¨¢quira. A 50 kil¨®metros de Bogot¨¢, la Catedral de Sal es, adem¨¢s de un templo religioso, el ¨²nico en su estilo, sotterado a 180 metros de profundidad bajo el suelo. Un b¨²nker lleno de galer¨ªas, pasillos y socavones con toda la imaginer¨ªa religiosa. La nave central es imponente y los tonos azules de la iluminaci¨®n forman un escenario conmovedor.
Plaza de mercado de Paloquemao. El viaje hasta el mercado de Paloquemao (Calle 19 #25-02) se sale de cualquier ruta tur¨ªstica. Pero en los puestos de comidas de esta enorme bodega de techos transparentes se puede encontrar toda la variedad de frutas que hemos comentado al principio, as¨ª como algunos platos calientes nativos de la Colombia rural, la Colombia profunda.
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