La Bre?a, pasi¨®n por el at¨²n

En un extremo de la playa de Los Ca?os de Meca, entre las calas m¨¢s afamadas de este para¨ªso nudista, se atrinchera junto al recodo del camino que lleva al pinar del parque natural un hotelito con escasa identidad arquitect¨®nica y mucha personalidad humana. Sus socios promotores, Alberto Reyes y Jos¨¦ Manuel Morillo, asistidos por la hermana de ¨¦ste, Olivia Morillo, reciben al viajero como depositarios honrosos de aquellos hippies que en la d¨¦cada de los sesenta encumbraron sus arenas blancas al mismo nivel que las ibicencas o las de Formentera.

Seguramente no es lo m¨¢s elegante eso de tener enfrente un amplio aparcamiento de veh¨ªculos, pero es c¨®modo y los hu¨¦spedes lo aprecian m¨¢s que nada en cuanto llegan. Luego acontece la bienvenida orquestada en el vest¨ªbulo, un espacio culto, ambientado con m¨²sica, y aireado, con salidas al exterior por delante y por detr¨¢s. Ah¨ª se extiende un jardincito con piscina, imprescindible en verano, cuando no se quiere descender a la playa.

Amplias y confortables, las habitaciones resuelven la estancia con los detalles que Morillo y Reyes llevan a gala ofrecer a todo el mundo por igual, aunque ciertamente la conexi¨®n wifi necesita mejorar su caudal. El mobiliario es sencillo, pero refrescante. Desde las ventanas, en d¨ªas despejados, que son los m¨¢s, se divisa la costa africana con las luces de T¨¢nger en primer plano. Mejores vistas deparan a¨²n las abuhardilladas desde unas peque?as terrazas que casi tocan las copas del parque natural. Por la ma?ana, la luz del litoral gaditano restalla en todo el edificio. Un ba?o solar que hace m¨¢s vivos los desayunos en la terraza, frente al azul oce¨¢nico.

Al igual que su otro establecimiento hermano, el hotel Arohaz, en la pedan¨ªa aleda?a de Zahora, La Bre?a es una fiesta para los sentidos culinarios. No en vano enfrente de Los Ca?os de Meca se organiza todos los a?os la m¨ªtica levant¨¢ de la almadraba de Barbate, cuyo seguimiento tur¨ªstico es hoy posible gracias al buque Francisco Varo (www.atunalmadraba.com). Del mar a la mesa, como propone el chef del hotel Ciprian Iordan, conocedor profundo del at¨²n, sus h¨¢bitos y su cocci¨®n. En crudo, con salmorejo o ajoblanco. O en caliente, con microplancton. La carta de temporada Pasi¨®n por el At¨²n arrastra cada noche a un buen n¨²mero de comensales, hospedados o no en el hotel, que han terminado de convertir La Bre?a y Los Ca?os en una nueva meca del turismo gastron¨®mico andaluz.

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