Pazo de Altamira, luminosa transparencia
S¨¢banas blancas y cocina de autor en Santiago de Compostela
Intervenir en una ciudad de rancio abolengo sin caer en el recreacionismo hist¨®rico acarrea su dificultad. Frente a la melancol¨ªa del musgo y la piedra, cab¨ªa en Santiago de Compostela otra idea de ensimismamiento tur¨ªstico consistente en una cama pulcra, unas paredes blancas, luminosas, y una est¨¦tica hogare?a limitada a la sala donde se restauran las voluntades peregrinas, el refectorio. Su emplazamiento, de cara a la plaza de Abastos, as¨ª lo exig¨ªa por coherencia.
Puntuaci¨®n: 6,5 | |
Arquitectura | 6 |
Decoraci¨®n | 6 |
Estado de conservaci¨®n | 8 |
Confortabilidad | 6 |
Aseos | 6 |
Ambiente | 6 |
Desayuno | 7 |
Atenci¨®n | 8 |
Tranquilidad | 7 |
Instalaciones | 6 |
De manera que el estudio Juan Creus + Covadonga Carrasco supo entrar de puntillas en la vieja propiedad residencial de los condes de Altamira, cuya planta baja estuvo ocupada durante varias d¨¦cadas por un comercio minorista de evocaciones populares. Como tantos hotelitos surgidos ¨²ltimamente al calor de la iniciaci¨®n jacobea, el pazo resultante compite por su tama?o, su integraci¨®n en el casco hist¨®rico y el equipo humano que lo trabaja.
Mar¨ªa Mart¨ªnez Moas lleva con entusiasmo juvenil el gobierno de la casa. A cualquier hora del d¨ªa se la puede ver con los trastos de la recepci¨®n, deambulando por los cuatro pisos o de ch¨¢chara con los hu¨¦spedes si es que a alguno no le ha quedado claro por d¨®nde turistear en la zona. Apenas queda espacio para m¨¢s, ya que cada cent¨ªmetro cuadrado tiene un aprovechamiento ¨®ptimo. Especialmente en los 16 dormitorios, nutridos del mobiliario preciso ¡ªmesas y sillas de dise?o Eames para Vitra¡ª y con una ducha ajustada a la realidad de unos precios comedidos. Unos ofrecen balc¨®n a la calle y otros galer¨ªa de buena tradici¨®n gallega. El 401, en el ¨¢tico, aparece en todas las gu¨ªas recomendado como el m¨¢s rom¨¢ntico, dada su condici¨®n abuhardillada. Un lucernario recorre la cumbrera para inundar de luz el sal¨®n de estar, un espacio mal conocido y poco utilizado del edificio.
Abajo, en una cota inferior al vest¨ªbulo recepci¨®n, se encuentra el restaurante. Ambientado con una carpinter¨ªa de madera tan esbelta y caprichosa que se dir¨ªa biblioteca del buen yantar, es el espacio m¨¢s solicitado por la clientela nacional e internacional, enterada ya de su prosopopeya gastron¨®mica en los desayunos y, mucho mejor, en las cenas. Basado en la tradici¨®n culinaria gallega y en los productos que llegan del vecino Mercado de Abastos, el denominado Caf¨¦ de Altamira ¡ªque es un restaurante en toda regla¡ª se interna lo justo en posiciones de vanguardia para honrar a su hermano mayor, el restaurante O Curro da Parra, con el que comparte inspiraci¨®n. Ambos negocios est¨¢n a cargo de Keko Arias y Adri¨¢n Comesa?a.
Pazo de Altamira
- Categor¨ªa: 3 estrellas.
- Direcci¨®n: Altamira, 18. Santiago de Compostela (A Coru?a).
- Tel¨¦fono: 981 55 85 42.
- Internet: www.pazodealtamira.com.
- Instalaciones: sal¨®n de estar, restaurante.
- Habitaciones: 16 dobles.
- Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales dom¨¦sticos prohibidos; garaje concertado en las inmediaciones.
- Precios: desde 65 euros la habitaci¨®n doble, IVA incluido; desayuno, 8 euros, IVA incluido.
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